Los civiles siguen siendo las principales víctimas de la violencia en Irak, donde al menos 15.000 de ellos han muerto y 30.000 han resultado heridos desde enero de 2014 hasta abril pasado, según un informe publicado hoy por la ONU.El estudio, elaborado por la misión de Naciones Unidas en Irak UNAMI y el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, destaca que los iraquíes son víctimas de violaciones de sus derechos fundamentales, especialmente en las zonas controladas por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Desde que el EI conquistó ciudades y regiones de Irak en junio de 2014, los civiles han sido asesinados, secuestrados y perseguidos y un gran número se ha visto obligado a abandonar su hogar.
En las áreas conquistadas por los yihadistas, los civiles son asesinados, «muchas veces en desagradables espectáculos públicos», señala el texto.
Añade que periodistas, abogados y médicos son blanco predilecto de los ataques.
La ONU también resalta que las minorías étnicas o religiosas sufren persecución, en el marco de una «política continuada que busca suprimir o expulsar definitivamente o destruir estas comunidades» en las zonas gobernadas por el EI.
Al menos 3.500 yazidíes, población de etnia kurda, permanecen en manos del grupo terrorista desde que fueron capturados el verano pasado y son sometidos a maltrato y violencia física y sexual, indica la ONU.
Asimismo, la población que vive bajo el yugo del EI es perseguida por su orientación sexual, como demuestra el asesinato de dos individuos acusados de ser homosexuales y de un tercero acusado de blasfemo en la ciudad de Mosul, principal bastión yihadista, en el norte de Irak.
La ONU recuerda en su documento que también las fuerzas de seguridad iraquíes cometen graves violaciones, como el bombardeo de áreas residenciales, incumpliendo la obligación del Gobierno de adoptar las medidas necesarias para proteger a la población.
Además, grupos y milicias no oficiales afiliadas al Estado han llevado a cabo ataques y represalias contra civiles considerados afines o leales al EI, de acuerdo con el informe.
El representante de la ONU para Irak, Jan Kubis, expresa su preocupación por los «miles de civiles sometidos a violaciones de los derechos humanos a diario, en particular por parte del EI».
El texto contiene un anexo especial sobre la denominada «masacre de Spiker», en la que los yihadistas ejecutaron a centenares de efectivos de las fuerzas de seguridad iraquíes en Tikrit en junio de 2014.
El alto comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, subraya la «magnitud y brutalidad» de esa masacre y pide a las autoridades que atiendan las demandas de las familias de las víctimas y los supervivientes, que piden que se haga justicia.
