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Cuba y operador de EEUU firman acuerdo para roaming

La compañía estatal cubana de telecomunicaciones y la operadora estadounidense Sprint firmaron este lunes un acuerdo para el servicio de roaming, el primero directo entre compañías de ambos países

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AP

El convenio marcó el inicio de la Feria Internacional de La Habana, el foro de negocios más importante de la isla que este año atrajo unas 900 compañías (unas 300 cubanas) de unos 70 países y entre las que se encuentran una veintena de Estados Unidos.

«Es un día muy especial porque a través de nuestro acuerdo podemos hacer que los ciudadanos se comuniquen libremente», dijo a periodistas Marcelo Claure, el director de Sprint que viajó para firmar personalmente el convenio.

«Para mí la conectividad es la herramienta más importante del progreso», indicó Claure, cuya empresa tiene unos 60 millones de clientes en Estados Unidos que, según el directivo, podrán sentirse como en «cualquier parte del mundo» y usar sus móviles en la isla.

El acuerdo permite a los suscriptores de Sprint realizar y recibir llamadas o mensajes de texto y transmitir datos a través de Etecsa, la compañía estatal cubana que tiene el monopolio de las telecomunicaciones en la isla.

En septiembre la compañía estadounidense Verizon abrió el camino del roaming en Cuba pero de manera indirecta y usando a socios en la isla.

Según una nota distribuida por Etecsa las sanciones que mantiene Estados Unidos contra la isla le impiden a firmas como Verizon usar el dólar en las transacciones o bancos de ese país encareciendo los servicios de telecomunicaciones y perjudicando su calidad, por lo que el acuerdo con Sprint (que sí es directo) se hizo con entidades financieras de terceras naciones y en una moneda distinta.

De forma sorpresiva los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron en diciembre el inicio de un proceso de normalización que comenzó con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y una serie de flexibilizaciones al embargo impuesto por Washington a la isla hace más de 50 años.

Pese a la cercanía, los estadounidenses tienen restricciones para realizar turismo en Cuba y deben justificar sus visitas por razones culturales, académicas o deportivas, entre otras. Sin embargo, los viajes desde Estados Unidos se dispararon en los últimos meses.

«El bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de Estados Unidos contra Cuba que persiste hasta el día de hoy (…) es el principal obstáculo para la normalización de las relaciones», dijo por su parte el ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca al dar la bienvenida a los empresarios a la Feria.

Recordó que incluso bajo el clima de deshielo político, las autoridades de Estados Unidos multaron en meses recientes a bancos de terceros países que se atrevieron a comerciar con Cuba.

En el plano doméstico indicó que el crecimiento del Producto Interno Bruto de la isla para el primer semestre del 2015 fue de 4,7% y se espera el cierre de diciembre con un 4%. «Este resultado rompe con la tendencia a la desaceleración de la economía en los últimos años».

El ministro fue también el lunes anfitrión de una reunión que congregó a unos 50 representantes de la isla y directivos de compañías estadounidenses, muchas de los cuales se instalaron en un pabellón de la Feria para mostrar en estand sus productos.

Vinos de California, autopartes, tractores y marcas de comestibles como Quaquer llegaron con renovado interés de hacer negocios, pero con incertidumbre.

«Es una situación un poco surreal, si se lee en la prensa parece que todo está arreglado, pero ese no es el caso», dijo a la AP Jay S Brickman, vicepresidente de la naviera estadounidense Crowley, con la cual Cuba opera desde 2001, cuando una excepción en el embargo autorizó la venta de alimentos a Cuba.

Brickman narró las dificultades que la permanencia de las sanciones e incluso la flexibilización dada por Obama trajo, como reglas de comercio poco claras sobre quiénes pueden exportar desde Estados Unidos a Cuba y bajo qué condiciones.

«Todavía están arreglando muchas cosas», manifestó. «Y hay muchos huecos», indicó Brickman.

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