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Entre el barro buscan a desaparecidos por deslave minero en Brasil

En medio de un mar de barro y desechos minerales, cientos de rescatistas buscaban este sábado a eventuales sobrevivientes en un pueblo sepultado por el lodo en Brasil, mientras las autoridades tratan de establecer el número de víctimas.

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Bomberos, militares y miembros de la Defensa Civil reanudaron por la mañana las búsquedas entre esa masa viscosa que se tragó todo a su paso y cubrió las cercanías de la ciudad de Mariana, en el estado de Minas Gerais, sobre todo en torno al pequeño pueblo de Bento Rodrigues, destruido tras la rotura de los diques de contención en dos tranques de agua y desechos de la empresa minera Samarco.

A dos días del accidente, el balance de muertos y desaparecidos aún es preliminar y circulan informaciones contradictorias.

El alcalde de Mariana, Duarte Gonçalves Junior, informó este sábado que el saldo oficial es de un muerto y 13 personas desaparecidas, trabajadores de la minera.

«Sólo hay una persona muerta confirmada hasta ahora, pero es lógico que (ese número) va a aumentar con total seguridad», dijo el alcalde a periodistas.

Pero además de los 13 trabajadores desaparecidos, hay hasta una decena de habitantes de Bento Rodrigues sin paradero conocido, acotó.

«Estamos conversando con los habitantes de Bento y ya hay quien dice que está faltando alguien, pero no conseguimos cerrar esa cifra. No es un número alto, lo que estamos percibiendo con los familiares es que es de tres a seis personas, máximo 10 que están desaparecidos», sostuvo el alcalde.

El comandante de bomberos de Mariana, Adao Severino Junior, insiste en que los muertos son al menos 17, mientras el sindicato minero local informó por su parte de 15 víctimas mortales.

Pero más allá de las estadísticas hay familias desesperadas buscando a sus seres queridos como la de la pequeña Emanuely, de 5 años, que desapareció entre el barro al escaparse de los brazos de su padre que cargaba también a su hermanito de dos, relató el diario O Globo.

«Vimos cuando venía con los dos niños, pero no consiguió aguantarlos. Ayudamos a agarrarlo y también agarramos al niño, pero la niña se perdió» en medio del torrente de agua ocre, contó al periódico Marlon Celio, de 19 años, un vecino de la familia.

Carteles con la foto de Emanuely y solicitando información sobre su paradero circulan por la ciudad de Mariana.

– Una masa viscosa e incontrolable –

La tarde del jueves colapsó el dique de un embalse con 55 millones de metros cúbicos de desechos del proceso de extracción de mineral de hierro. Poco después, cedió otro con 7 millones de m3 de agua y todo el torrente avanzó rápidamente unos 2 km para desembocar en Bento Rodrigues, de 620 habitantes y ubicado a 23 km de Mariana, la ciudad más cercana.

Ninguna sirena sonó para alertar a los vecinos de que evacuaran el pueblo. La empresa Samarco llamó por teléfono a Defensa Civil, algunas familias y líderes comunitarios. A los gritos los vecinos salieron corriendo hacia la parte más alta del poblado y, desde ahí, vieron cómo sus casas y la vida que tenían hasta entonces eran tragadas por el barro.

Medio millar de personas ya fue rescatada con vida desde el pueblo. Tras lavarse con agua y jabón para librarse del fango y los residuos del mineral, fueron conducidos a albergues en Mariana, ciudad histórica de ese estado.

Además de arrasar con todo a su paso, la ola de barro causó un «enorme daño ambiental», según uno de los investigadores de la fiscalía del estado de Minas Gerais.

Ayudada por la gravedad, esa especie de arena movediza sigue avanzando y puede llegar incluso al vecino estado de Espiritu Santo a través de la cuenca del Rio Doce, afectando posiblemente a una docena de municipios ribereños.

Como un monstruo viscoso, el barro ya alcanzó el pueblo de Barra Longa que está a unos 60 km y destruyó su plaza principal y un barrio entero, informó a la AFP un portavoz de la alcaldía local.

Hasta ahora tampoco hay certezas sobre las causas de esta tragedia. La minera Samarco -propiedad a partes iguales de la brasileña Vale y la australiana BHP Billiton- ha asegurado que los dos diques que cedieron habían sido sometidos a fiscalización en julio de 2015 y que «se encontraban en total condición de seguridad».

Sin embargo, la fiscalía de Minas Gerais investigará si los controles técnicos de las estructuras y las medidas de seguridad estaban en regla.

Poco antes de la tragedia se registraron pequeños temblores en la zona, algo habitual en Brasil. Expertos en sismología de la Universidad de Sao Paulo estiman improbable que hayan causado la ruptura de los diques.

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