La llegada de las gélidas temperaturas a Ucrania y la precaria situación de las infraestructuras de agua y electricidad en el este del país, dañadas por el conflicto separatista, podría provocar la caída del sistema y dejar sin calefacción a más de 700.000 niños de la zona, alertó hoy Unicef.La red de cañerías del sistema de calefacción de las regiones de Donetsk y Lugansk, han sido severamente dañadas por el conflicto armado que sigue activo en la zona.
Además, los escombros y restos de los puentes dinamitados durante los combates obstaculizan la llegada del agua a todos los rincones del territorio.
Desde el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtieron de que si estas infraestructuras no se arreglan de forma urgente, las bajas temperaturas que en la zona caen hasta los menos 20 y menos 30 grados centígrados en invierno congelarían el agua y deteriorarían más las tuberías.
Si esto ocurriese, el sistema se caería dejando sin agua calefacción o electricidad a los habitantes de la zona.
Por ello, la organización pidió que se garantice el acceso humanitario a las zonas no controladas por el gobierno central en las que la estructura está dañada y así poder repararla, asegurando la protección de la población más vulnerable.
El encargado del Agua, Instalaciones Sanitarias e Higiene de Unicef en Ucrania, William Fellows, remarcó que no sólo la vida de la gente está en serio peligro, sino que el gasto y el tiempo que supondría la reactivación del sistema tras un fallo de estas características sería «enorme».
Por otro lado, Fellows, señaló que al tratarse de una zona con presencia militar, los combatientes tienen el equipo necesario para llevar a cabo los arreglos y podrían hacerlo si quisiesen.
Sin un sistema de calefacción viable, los cientos de miles de habitantes de la zona tendría que hacer frente al frío con estufas de carbón y calentadores eléctricos, lo que podría provocar una sobrecarga de la eléctrica y agravar la situación.
El Estímulo
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