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Ingleses acusan a hinchas y autoridades rusas de disturbios en Marsella

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Los hinchas ingleses y la prensa británica acusaron este lunes a los rusos de haber planeado los enfrentamientos de Marsella, y a la policía francesa de haber gestionado mal la situación.

Las críticas podrían arreciar, porque la fiscalía francesa admitió este lunes que la policía no consiguió detener a ningún ruso y que éstos estaban «extremadamente preparados», mientras que seis británicos serán juzgados este lunes por los episodios de violencia.

El responsable de la unidad policial británica especializada en fútbol dijo que los rusos llevaban protectores bucales, guantes de combate y cuchillos.

«Una pequeña minoría de hinchas ingleses estaban en Marsella para causar problemas», explicó Mark Roberts al diario británico The Guardian. Pero los violentos rusos eran «mucho más numerosos», añadió. «Pensamos que eran unos 300».

«Nuestros ‘spotters’ [fisionomistas en el argot del fútbol] en Marsella vieron cómo se ponían protectores bucales, guantes de combate y pañuelos antes de atacar a los hinchas ingleses en el puerto», afirmó Roberts.

«Sabemos que algunos tenían cuchillos porque un seguidor inglés fue apuñalado», añadió.

 Temor a nuevos incidentes –

 La violencia en las calles de Marsella dejó 35 heridos el sábado coincidiendo con el partido de la Eurocopa-2016 Inglaterra-Rusia, tres de ellos en estado grave. El hincha inglés que el sábado se debatía entre la vida y la muerte se encontraba «en estado estable», indicó el domingo la Prefectura de París a la AFP.

Mark Roberts advirtió contra posibles enfrentamientos en el norte de Francia esta semana, donde se deben jugar los partidos Rusia-Eslovaquia, el miércoles en Lille, e Inglaterra-Gales, al día siguiente en Lens.

Por ello, la ministra de Interior, Theresa May, anunció que despacharán a más policías británicos a Lens.

La UEFA amenazó a Inglaterra y Rusia con la descalificación del torneo en caso de nuevos episodios de violencias de sus seguidores, lo que dio pie a un llamamiento del capitán de Inglaterra, Wayne Rooney, y su seleccionador Roy Hogdson, para que los hinchas se comporten.

«Sed razonables y continuad apoyándonos» dijo el delantero del Manchester United en un mensaje de video. «Os pido que os alejéis de problemas», añadió el técnico.

Geoff Pearson, experto en ‘hooliganismo’ de la Universidad de Mánchester, dijo a la AFP que la policía francesa «no gestionó bien a la hinchada inglesa, no se comunicaron con ellos, y no supieron manejar tampoco a este movimiento de ultras rusos. Se enfrentaban a los hinchas ingleses [la policía] cuando en realidad deberían haberlos protegido».

Según Pearson, la policía lanzó repetidamente gases lacrimógenos a los hinchas ingleses sin haber sido ni siquiera provocados.

Además, The Times dijo que uno de los heridos graves británicos lo fue, «aparentemente», por el impacto en la cabeza de un proyectil de gases lacrimógenos lanzado horizontalmente.

«¡La peor experiencia NUNCA sufrida en un partido fuera! ¡Rociados con gases lacrimógenos sin ningún motivo, enjaulados y tratados como animales!», denunció en Twitter Rebekah Vardy, la esposa del atacante inglés Jamie Vardy, que se vio sorprendida por los incidentes.

 «Los ingleses son unas nenas» –

 Si las autoridades británicas llevan años de esfuerzos por controlar a sus aficionados violentos, Pearson no vio el mismo celo de las rusas. «No puedo imaginarme que las autoridades rusas no tuvieran información sobre este grupo de aficionados».

Vladimir, uno de los rusos que participó en los disturbios y que habló a la AFP ya en Rusia, a condición de que no se publicara su apellido, admitió que fueron a Marsella por el reto de demostrar que eran más violentos que los ingleses.

«Los ingleses siempre afirman que son los mejores ‘hooligans’ del fútbol. Fuimos a demostrarles que son unas nenas», explicó.

Hasta un alto responsable de la Unión Rusa de Fútbol (URF), que también es diputado, animó a los hinchas rusos a seguir peleándose.

«No veo qué tiene de malo que los hinchas se peleen», declaró en la red social Twitter Igor Lebedev. «Más bien hay que decir lo contrario, bravo chicos. ¡Continúen!».

Uno de los momentos más peligrosos de los enfrentamientos se produjo en el estadio, cuando los hinchas rusos cruzaron el precario cordón humano —formado por personal de una empresa de seguridad— que les separaba de los ingleses para agredirles, y éstos huyeron en estampida hacia el lateral de la tribuna.

La escena trajo a la memoria la tragedia del estadio belga de Heysel en 1989, que dejó 39 muertos en una final de Copa de Europa entre el equipo inglés del Liverpool y el italiano de la Juventus.

«Había hombres, mujeres y niños tirándose contra las barreras y las redes para escapar de los rusos», narró Paul Robinson, de 48 años, a The Times.

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