«Esta declaración refleja (…) los pasos para asegurar el equilibrio de derechos y obligaciones en el proceso de adhesión de Venezuela, atento a que este país no ha incorporado normativa esencial del Mercosur en su legislación nacional», indicó la Cancillería paraguaya a través de un comunicado.
Por este motivo, explicaron que se «decidió otorgar un plazo complementario hasta el 1 de diciembre de 2016» a Venezuela para que lleve a cabo la adecuación de su legislación interna a las normas del bloque y ratifique el tratado de Asunción sobre derechos humanos.
Venezuela tenía un plazo de cuatro años para adecuar su normativa nacional a las exigencias del Mercosur para completar su adhesión al ente regional, tiempo que expiró el 12 de agosto.
Según la normativa de Mercosur -integrado por Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil y Venezuela-, los países adherentes poseen este plazo máximo para incorporar a su ordenamiento jurídico interno las normas del bloque.
Sin embargo, un informe reciente reveló que Venezuela no ha avanzado en la adopción de estas normas, ni tampoco ha suscrito el tratado sobre promoción y protección de derechos humanos en Mercosur firmado en 2005 en Asunción, según un comunicado de la Cancillería paraguaya.
Venezuela se integró plenamente al Mercado Común del Sur (Mercosur) en 2012, mientras Paraguay, que entonces todavía no había ratificado su adhesión, se encontraba suspendido temporalmente del bloque, tras la destitución del presidente Fernando Lugo en un controvertido juicio político.
La Cancillería paraguaya también afirmó que este consenso está enfocado a «facilitar el funcionamiento del Mercosur y para coordinar las negociaciones con los otros países y grupos de países», ya que actualmente el bloque se encuentra en una crisis por el rechazo de Paraguay, Brasil y Argentina a que la asuma Venezuela.
La presidencia temporal del bloque para el segundo semestre de 2016 le corresponde por orden alfabético al país caribeño, que el pasado julio la asumió automáticamente y sin que se realizara cumbre de jefes de Estado de Mercosur, después de que su antecesor, Uruguay, anunciara el fin de su mandato.
El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, ha destacado varias veces que, para una transferencia de presidencia en el Mercosur, es necesaria una cumbre de jefes de Estado de los países miembros, como se ha realizado durante los 25 años de existencia de la alianza regional.