El panel conjunto de la ONU y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) indicó en el esperado reporte que «sarin fue lanzado a través de una bomba aérea lanzada desde un avión».
El grupo de expertos «está seguro de que la República Árabe de Siria es responsable del lanzamiento de sarín en Khan Sheikhun el 4 de abril de 2017», señala el documento obtenido por la AFP.
Más de 80 personas murieron en el ataque químico a ese pueblo, ubicado en la provincia de Idlib, en el noreste de Siria.
Las imágenes de horror que fueron divulgadas después del ataque causaron la indignación de la comunidad internacional e impulsaron a Estados Unidos a lanzar misiles contra una base aérea desde donde, asegura, fue lanzado el ataque.
El mes pasado, investigadores de la ONU de crímenes de guerra dijeron que tenían evidencia de que la fuerza aérea Siria estaba detrás del mortífero ataque con sarín, a pesar de reiterados desmentidos de Damasco.
El informe de la ONU fue emitido dos días después de que Rusia vetara un proyecto de resolución presentado por Estados Unidos para que se ampliara la investigación sobre quién estaría detrás de los ataques químicos en Siria.
Rusia, aliado de Siria, sostiene que el ataque con sarín fue causado principalmente por una bomba que fue desactivada en tierra y no producto de una ataque aéreo del ejército.
El informe destaca también que militantes del grupo Estado Islámico usaron gas mostaza en un ataque en la localidad de Um Hosh en la región norteña de Alepo en setiembre de 2016.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, se congratuló por las conclusiones reseñadas en el documento y dijo que el Consejo de Seguridad debe enviar un «claro mensaje» de que el uso de armas químicas no será tolerado.
«El Consejo de Seguridad debe enviar un claro mensaje de que el uso de armas químicas por quien sea no será tolerado y debe apoyar totalmente el trabajo de investigadores imparciales».]]>