Las autoridades ignoraban el número exacto de personas que seguían desaparecidas tras el sismo, que sacudió esa ciudad portuaria del este de Taiwán, uno de los principales destinos turísticos de la isla.
Los equipos de rescate centraban sus esfuerzos en un edificio residencial de 12 plantas, el Yun Tsui, cuyos pisos inferiores se derrumbaron.
Según los bomberos, 67 personas seguían desaparecidas la tarde del miércoles en ese inmueble, que albergaba también un restaurante, comercios y un hotel, pero no sabían si estaban atrapadas entre los escombros.
Del edificio se rescató a decenas de personas, pero también se hallaron cuatro cadáveres entre los escombros, según los bomberos.
Las búsquedas se suspendieron temporalmente al final de la tarde ante el temor de que la edificación se derrumbara completamente. Varios ingenieros intentaban consolidar la estructura con bloques de cemento y vigas de acero.
Un habitante del vecindario vio tambalearse el Yun Tsui. «He visto cómo la planta baja se hundía en el suelo. Luego siguió hundiéndose e inclinándose aún más, y el cuarto piso se convirtió en la planta baja», contó Lu Chih-son, de 35 años, que asistió al rescate de una veintena de personas.
«Mi familia está indemne, pero un vecino sufrió una herida en la cabeza y sangra. No nos atrevemos a volver a casa. Hay numerosas réplicas», añadió.
Chen Chih-wei, de 80 años, estaba durmiendo en su apartamento del último piso del edificio cuando se produjo el sismo. «Mi cama quedó en posición vertical, estaba durmiendo y de repente estaba de pie», dijo a la AFP.
El anciano logró arrastrarse hasta el balcón para esperar a los efectivos de rescate.
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, acudió al lugar. «Es un momento crucial para los socorristas. Nuestra prioridad es salvar vidas», escribió en la red social Facebook.
Turistas aterrados
Otros cinco edificios, entre ellos un hospital, se vieron afectados por el sismo, que dejó carreteras llenas de escombros y grietas y cerca de 2.000 casas sin electricidad.
De acuerdo con un balance oficial, 214 personas resultaron heridas, 117 fueron rescatadas entre los edificios dañados y unas 830 personas estaban protegidas en refugios.
La agencia nacional de bomberos indicó que en la ciudad habían muerto seis personas.
Muchos habitantes no querían regresar a sus hogares por temor a las réplicas, según informaron las autoridades.
Un vecino de la ciudad, Blue Hsu, vio derrumbarse los pisos inferiores del hotel Marshal. «Se hundieron en el suelo y vi cómo rescataban a turistas aterrados», dijo.
El terremoto se registró a las 23H50 locales del martes (15H50 GMT del miércoles) y su epicentro se ubicó a unos 20 km al noreste del puerto de Hualien, indicó por su parte el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).
El USGS precisó que este sismo se había registrado a muy poca profundidad, a unos 9,4 km.
La ciudad portuaria de Hualien es uno de los lugares más turísticos de Taiwán, por donde pasa la pintoresca línea de tren de la costa del este y cerca de la popular garganta Taroko.
Este sismo tuvo lugar después de que se registrara casi un centenar de pequeños temblores en la zona en los últimos tres días.
El del martes ocurrió casi dos años después de que un terremoto de magnitud similar provocara más de 100 muertos en la ciudad taiwanesa de Tainan. La mayoría de las víctimas se registraron en el hundimiento de un complejo residencial de 16 pisos.
Eso motivó que se pusiera en duda las normas de construcción del complejo, y cinco personas fueron condenadas a cinco años de prisión por este caso.
La isla de Taiwán, situada en la unión de dos placas tectónicas, se ve sacudida regularmente por temblores de tierra.
El sismo más mortífero de los últimos decenios, de magnitud 7,6, se produjo en septiembre de 1999 y dejó unos 2.400 muertos.