En 2017, más de 39.000 venezolanos se instalaron en territorio ecuatoriano huyendo de la crisis que hoy azota a su país. Los datos, arrojados por la Organización Internacional de Migrantes, colocaron al territorio meridional entre los cinco países más buscados de la región para buscar nuevas oportunidades.
Este año, el gobierno ecuatoriano registró más de 640.000 casos, de los que se han quedado el 18%, alimentando aún más una estadística que muestra a Colombia como el principal destino de los más de 2.3 millones de venezolanos, según números de la ONU, que han emigrado desde 2014.
En el país vecino, la situación se ha convertido en un caso tomado como una emergencia para el gobierno de Juan Manuel Santo, testigo que desde agosto tomó Iván Duque; sin embargo, en Ecuador también ha tenido efecto el éxodo sobre sus ciudadanos.
De acuerdo con una encuesta realizada por la compañía local Click Report, la inmigración representa el 10,5% de los principales problemas de los ciudadanos, sexto puesto en una lista que encabeza la crisis económica con el 22%.
El caso también tuvo incidencia con el conglomerado de la capital. En Quito, indicó la fuente, 8,2% de los pobladores se decantaron por la opción, séptima y muy lejos del 23% del mal estado de las calles, que ocupó la primera casilla.
Mientras el éxodo sigue siendo una constante, los países de la región se han visto en la obligación de desplegar operativos para la atención de venezolanos en la zona, un caso que la comunidad internacional ha llevado a calificar de crisis, pero de la que el gobierno de Nicolás Maduro ha desprestigiado señalando que son apenas unos miles los que decidieron salir de su país y que están en la búsqueda de su retorno.
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