Mattis, considerado uno de los miembros más firmes pero también más independientes del gobierno de Trump, ha servido como contrapeso de bajo perfil al presidente en su tratamiento a menudo abrasivo de los aliados de Estados Unidos.
En una entrevista que se emitirá el domingo en «60 Minutes» de CBS, y de la que se publicaron nuevos extractos, Trump dijo que almorzó dos días antes con Mattis y que el general de cuatro estrellas retirado de la Infantería de Marina no le había dicho que se estaba yendo.
Pero «podría ser» que se vaya, reconoció el presidente.
«Él es una especie de demócrata, si quieres saber la verdad. Pero el general Mattis es un buen tipo. Nos llevamos muy bien. Puede irse. Quiero decir, en algún momento, todos se van», indicó en esa entrevista, que será transmitida en su totalidad este domingo.
Los rumores de que los días de Mattis como jefe de Defensa están contados han circulado desde que un libro del periodista Bob Woodward sobre la caótica Casa Blanca de Trump consignó que el general había cuestionado el juicio del presidente, comparando su comprensión con la de un niño de 10 u 11 años.
«Por supuesto, no pienso irme», dijo Mattis a los reporteros del Pentágono el mes pasado. «Me gusta estar aquí», agregó.
Los comentarios de Trump sobre él llegan cuando se avecinan otros cambios en su gabinete.
La semana pasada la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, anunció su renuncia, efectiva a finales de año.
Si bien no dio ninguna razón para el sorpresivo movimiento, analistas han notado que la llegada de John Bolton como asesor de seguridad nacional y de Mike Pompeo como secretario de Estado han cambiado la dinámica de poder en el equipo de seguridad nacional de Trump.
– Generales enemistados –
Los generales que alguna vez dominaron la política de seguridad han parecido enemistarse con Trump.
El teniente general H.R. McMaster fue reemplazado por Bolton en marzo, mientras se dice que John Kelly, jefe de gabinete de la Casa Blanca y también un general retirado de cuatro estrellas, perdió influencia con el presidente.
Mattis ha evitado el conflicto público con Trump, pero aún así se ha desempeñado de manera que contrasta con su jefe, defendiendo enfáticamente el compromiso de Estados Unidos con sus aliados de la OTAN y desafiando a Rusia.
Mientras Bolton y Pompeo también han tomado una línea dura con respecto a Rusia, Trump ha expresado a menudo su deseo de mejorar las relaciones con el presidente Vladimir Putin.
En la entrevista de «60 minutos», Trump aludió a los próximos cambios en su gabinete.
«Estoy cambiando las cosas. Y tengo derecho a hacerlo. Tengo gente en espera que será fenomenal. Entrarán en la administración, serán fenomenales», dijo.
«Creo que tenemos un gran gabinete. Tengo algunas personas con las que no estoy muy contento. Y tengo otras personas con las que estoy más que encantado», añadió.