Los primeros camiones con ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos para Venezuela llegaron el jueves a Cúcuta, ciudad cercana a las venezolanas de San Antonio del Táchira y Ureña, cuyos pasos fronterizos han sido históricamente los más dinámicos entre los dos países, que comparten una frontera de 2.219 kilómetros.
En ese sentido, Whitaker resaltó que esto es una campaña humanitaria con base ética y moral que está formada para aliviar el dolor y el hambre del pueblo venezolano.
«Es legal, está autorizado por el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, es urgente, y ustedes (los militares) van a saber más de eso que nadie, viviendo allá en Venezuela, de lo urgente de la situación», añadió.
Por otra parte, el embajador recordó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido muy claro sobre que todas las opciones para Venezuela están sobre la mesa, aunque resaltó que ahora los gobiernos de su país y de Colombia están enfocados en responder a las necesidades humanitarias, respondiendo al pedido del presidente Guaidó.
«Este solo es el comienzo, es importante, es significante, será repartido para los venezolanos en Venezuela y es un esfuerzo para responder a 20 años de corrupción y criminalidad», añadió.
La ayuda humanitaria es pedida no solo por los venezolanos sino también por gremios como el de los enfermeros que solicitaron ayer a Nicolás Maduro permitir el ingreso de la asistencia.
Los otros dos puntos de acopio están ubicados en Brasil y en Puerto Rico.