Michael Camilleri, el autor principal del estudio realizado por el Diálogo Interamericano, dijo que no hay que dar como un hecho la permanencia de esta alianza a favor de Guaidó y señaló que para no «debilitarla» es necesario que se mantenga la cohesión interna.
«No hay que presumir que esa coalición, que costó tanto construir, siempre va a estar ahí», aseguró Camilleri, director del programa Peter D. Bell Rule of Law del Diálogo Interamericano, que presentará el informe este jueves en la Universidad Internacional de Florida (FIU).
El experto resaltó la figura de Guaidó, titular de la Asamblea Nacional venezolana, y su estrategia de transición constitucional y democrática, por haber logrado cambiar significativamente las posibilidades de una transición democrática en Venezuela.
Sin embargo, señaló que la tarea no ha resultado tan rápida ni tan fácil como muchos esperaban y enfatizó que el informe identifica un riesgo de posible fractura en la coalición que respalda a Guaidó y hay que estar atento a eso.
El experto alertó que por divisiones sobre tácticas específicas se empieza a tener distintas perspectivas sobre el camino a seguir, lo que puede traer un debilitamiento en la solidez de esa alianza.
Según Camilleri, una de las amenazas más claras a la permanencia de la coalición sería si uno o más países se inclinan por una intervención militar en Venezuela, pero también hay otras como, por ejemplo, las discusiones relacionadas con las sanciones económicas impuestas por ahora sólo por Estados Unidos.
El estudio considera no conveniente una intervención militar «unilateral» en Venezuela y defiende que esta inédita coalición es el mayor elemento de fuerza para lograr la recuperación de la democracia en ese país, donde el chavismo está en el poder desde 1999.
Frank Mora, director del Instituto de Latinoamérica y el Caribe de la Universidad Internacional de Florida (FIU), advirtió por su parte que el «desgaste» puede causar divisiones no solo entre la oposición venezolana, sino entre las más cincuenta naciones, organismos y mecanismos que apoyan a Guaidó.
«Con el tiempo y cuando toman medidas que no tienen éxito, empiezan a crearse dudas, divisiones, luchas internas y eso no sería nuevo en el caso de la oposición venezolana», manifestó Mora, quien participó en el estudio.
Indicó que Guaidó fue la figura que unió a una oposición que estaba bastante fraccionada.
Ambos expertos apuntaron a las discrepancias de posiciones entre el Grupo de Lima, que rechaza el diálogo, el Mecanismo de Montevideo, que lo apoya, e incluso el Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela (GIC), que exige elecciones inmediatas.
Camilleri hizo un llamado a estos mecanismos, «bien intencionados», a reforzarse entre sí ante el riesgo de «adoptar estrategias no compatibles, que podrían empezar a ponerlos a competir y empezar a debilitar la unidad de la comunidad internacional».
De igual forma señaló que el análisis hace un llamado a estos grupos y a la coalición a una estrategia coordinada a la hora de analizar e imponer sanciones económicas a Venezuela.
El estudio, titulado «¿Transición interrumpida? Prospectos por un cambio democrático en Venezuela», insta a «una campaña multilateral sostenida, amplia, que combine incentivos y desincentivos para producir el cambio», manifestó Camilleri.
Además de los riesgos y oportunidades para quienes están trabajando para restablecer la democracia en Venezuela, el estudio identifica potenciales escenarios y actores claves.
Camilleri destacó que la principal fortaleza de Maduro son las fuerzas armadas, fieles a él, mientras que sus mayores debilidades radican en que no tiene claramente el apoyo del pueblo y ha gobernado de manera catastrófica al país, lo que se ve en la situación económica.