En un comunicado, el ministerio indica que Borrell le expresó la condena del Gobierno por el «trágico fallecimiento» que fue «presuntamente debido a los malos tratos que le habrían sido infligidos mientras se encontraba bajo custodia» de las fuerzas policiales venezolanas.
El capitán de la Marina de Venezuela fue detenido el 21 de junio junto a tres soldados y dos agentes de policía por una presunta implicación en una conspiración y su muerte fue confirmada el sábado por el Gobierno de Nicolás Maduro.
Según las autoridades españolas, el ministro demandó a Isea que «las circunstancias del fallecimiento del capitán sean objeto de una investigación independiente, expedita y rigurosa» con el fin de que «todos los eventuales responsables de su muerte, sin exclusión, sean sometidos a la actuación de la justicia».
En respuesta, el embajador de Venezuela informó al ministro español sobre «la detención preventiva de dos funcionarios adscritos a la Dirección General de Contrainteligencia Militar como presuntos responsables de la muerte» de Acosta.
Borrell recordó que la embajada «aún no ha dado respuesta adecuada a la solicitud análoga que le formuló» cuando le convocó en octubre a raíz de la muerte del concejal de Primero Justicia, Fernando Albán, cuyo fallecimiento, añade Exteriores en la nota, se produjo bajo custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia, al precipitarse por una ventana «en extrañas circunstancias».