El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, opinó hoy que la situación en Venezuela está mejorando y que el proceso de Oslo está imponiendo el sentido común en la solución de la crisis en el país latinoamericano.«Bajo mi punto de vista, la situación en Venezuela está cambiando a mejor», dijo Lavrov en una entrevista con la cadena rusa RT y varios medios latinoamericanos antes de iniciar una gira exterior que le llevará a Cuba, Brasil y Surinam.
Lavrov destacó que después de los fallidos intentos de provocar una nueva «revolución de color», «el sentido común comienza a prevalecer».
Al contrario que lo que propuso la Unión Europea en un principio, que insistía en la convocatoria a toda costa de elecciones presidenciales, Lavrov insiste en que Oslo persigue «un compromiso entre el Gobierno y la oposición».
«A tenor de los comentarios positivos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y de los opositores sobre cómo va el proceso negociador, confío en que se pueda alcanzar un acuerdo que satisfaga a todos. Eso irá, antes que nada, en beneficio del pueblo venezolano», apuntó.
Destacó que Rusia nunca ha dejado de dialogar con todas las partes en Venezuela, incluido la oposición liderada por Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países.
«También nos contacta la gente de Guaidó. Les explicamos que es inadmisible intentar solucionar los problemas internos provocando una injerencia exterior», precisó.
En el marco de su gira latinoamericana, Lavrov hará su primera escala en La Habana y después se desplazará a Brasil, donde participará los días 25 y 26 en la reunión de ministros de Exteriores del grupo BRICS, formado por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica.
El periplo latinoamericano de Lavrov estará marcado por la situación en Venezuela, cuyo Gobierno y la oposición se encuentran enfrascados en negociaciones en Barbados bajo la mediación de Noruega para lograr una salida a la grave crisis política, económica y social.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha tomado partido desde un principio en favor del jefe del Parlamento opositor, Guaidó, en su enfrentamiento con el Gobierno de Maduro.
Mientras, las autoridades cubanas son los principales aliados del régimen de Maduro y han apoyado siempre a Caracas frente a las presiones de Estados Unidos.
