Estados Unidos profundizará su estrategia de palo y zanahoria para la salida «pacífica» de Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela y ya tiene planes para «el día después», mientras mantiene abierta la opción de «usar todos los medios» sobre la mesa para lograr ese objetivo.
Así lo aseguró este lunes en Lima el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, en un encuentro con medios internacionales entre los que estuvo EFE, en donde insistió que el gobierno de Maduro tiene «los días contados» y que su poder depende tan solo de la permanencia de «militares y asesores cubanos» en Venezuela.
Las nuevas políticas estadounidenses de presión para deponer a Maduro y que Juan Guaidó asuma por completo la presidencia de Venezuela, así como los proyectos para la recomposición económica y política del país caribeño cuando eso suceda, serán revelados este martes, 6 de agosto, a los países que participan en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela que tendrá lugar en la capital de Perú.
Bolton, que no permitió que se grabara la conversación con la prensa, no adelantó el contenido concreto de las medidas unilaterales que su gobierno anunciará a los 59 países que han confirmado su presencia en la reunión, si bien dijo que serán «una iniciativa para poner más presión» sobre el «dictador».
En cuanto a la recuperación económica y la suspensión de las sanciones que ahora pesan sobre el país una vez que Maduro abandone el poder, Bolton apuntó que los planes serán presentados también en la reunión de Lima por el secretario de Comercio estadounidense Wilbur Ross y que se centrarán en ayudar a la reactivación de la producción petrolera en el país.
Pese a reconocer la crisis migratoria que la situación en Venezuela ha causado en la región como «una urgencia», Bolton descartó que su país vaya a aceptar refugiados venezolanos.
«La gente está mejor en su casa. Por eso cuanto antes se pueda poner en marcha la reconstrucción, mejor para todos», sentenció el funcionario de Estados Unidos.
Bolton es uno de los líderes en el gobierno de Donald Trump de la estrategia para sacar del poder a Maduro, y conseguir que haya una transición liderada por Guaidó, reconocido como jefe de Estado interino por medio centenar de países.
A la espera de esos nuevos anuncios, Bolton reafirmó su convicción de que lo que está sucediendo en Venezuela permite ser «optimista» sobre una solución que saque del poder al mandatario y que sea sustituido por Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional.
«La oposición, pese a todo lo que sucede, sigue unida. El gobierno de Maduro está como un grupo de escorpiones dentro de un barril, a la espera del primer movimiento para atacarse. En cuanto los cubanos se marchen, Maduro no llega a la medianoche», dijo.
Asimismo, indicó que tanto Rusia como China, que apoyan políticamente a Maduro, están comenzando a «ser cuidadosos» a la hora de tratar con hostilidad a Guaidó, no sea que este rehúse «pagar la deuda que Venezuela ha contraído con ellos».
«Están preocupados, ya saben que este régimen nunca les va a pagar, y Guaidó puede que no quiera pagar tampoco. Eso habla de que los días de Maduro están contados», vaticinó.
Bolton también lanzó un mensaje a los militares venezolanos, que a su juicio son los que mantienen al presidente en el poder, y les pidió que «piensen bien» con quién asociarse.
También les ofreció una rama de olivo: «Si los militares terminan con el apoyo a Maduro, será un acto de expiación de sus males»
Esta clara sugerencia de que Estados Unidos permitiría su inmunidad a cambio de garantizar el fin del régimen fue enfatizada por el consejero: «Deben tomar una decisión y acciones para que se vaya. Queremos una salida pacífica, y aunque no nos guste la impunidad, nos lo tragaremos».
Bolton también se refirió al proceso de diálogo entre la oposición venezolana y el Gobierno como «una pérdida de tiempo»,
A su juicio, con el diálogo Maduro solo está siguiendo el consejo de Cuba, «un parásito» que le dice que «cuanto más aguante, mejor» , pero que no tienen ningún interés en llegar a una solución.
Para Estados Unidos, no habrá posibilidad alguna de elecciones libres y democráticas en Venezuela mientras el presidente actual siga en el poder y solo una transición en manos de Guaidó tendrá legitimidad y apoyo estadounidense.
«La única negociación con Maduro es la de saber qué avión va a tomar», culminó.