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Un nuevo ataque en París revive el atentado a la revista Charlie Hebdo

Esta agresión coincide con el juicio por el atentado contra Charlie Hebdo, que se abrió a inicios de mes, en el que catorce personas están siendo juzgadas por un tribunal especial de París por el presunto apoyo brindado a los autores materiales del ataque, que murieron tras el atentado

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AFP
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El primer ministro francés, Jean Castex, reiteró el viernes su compromiso en la lucha «contra el terrorismo» tras un ataque con arma blanca en París que dejó dos heridos. El ataque ocurrió cerca de la antigua sede de Charlie Hebdo, y coincide con la celebración del juicio por el sangriento atentado que diezmó la redacción de esta revista satírica en 2015.

Dos sospechosos fueron detenidos, uno de ellos cerca de la plaza de la Bastilla, en el centro de París, a poca distancia de la calle donde se encontraba la redacción de Charlie Hebdo, dijeron fuentes policiales y judiciales.

Los dos heridos, ambos empleados de una agencia de producción vecina a la antigua sede de Charlie Hebdo, se encuentran hospitalizados, pero no corren peligro de muerte, indicó el primer ministro francés que se trasladó de inmediato al lugar del ataque.

Cinco años desde el ataque de Charlie Hebdo

Tras el ataque del 7 de enero de 2015, en el que murieron 12 personas, incluyendo algunos de los caricaturistas más célebres de Francia, la revista se mudó a otros locales, cuya dirección se mantiene en secreto.

Este ataque se produjo «en un lugar simbólico y en el mismo momento en que se celebra el juicio contra los autores de los actos indignos contra Charlie Hebdo», subrayó el jefe de gobierno francés. También reiteró su «compromiso inquebrantable con la libertad de prensa» y la lucha «contra el terrorismo».

Tras la agresión la fiscalía nacional antiterrorista anunció que abrió una investigación por «intento de asesinato vinculado a un acto terrorista» y «asociación criminal terrorista».

La policía puso en pie un impresionante perímetro de seguridad cerca de la zona, ubicada en pleno centro de París.

En un primer momento hubo sospechas sobre la presencia de un artefacto explosivo, después de que se detectara un paquete sospechoso, pero esta pista fue descartada.

Por precaución, la alcaldía de París ordenó el cierre de las puertas de las escuelas del barrio y miles de niños quedaron confinados en su interior.

Hombre con un «machete»

«Dos colegas estaban fumando un cigarrillo abajo del edificio, en la calle. Escuché gritos. Fui a la ventana y vi a uno de mis colegas, cubierto de sangre, y a un hombre con un machete persiguiéndolo», contó a la AFP una empleada de la agencia de producción Premières Lignes, que pidió el anonimato.

«Salimos a almorzar a alrededor del mediodía. Cuando llegamos al restaurante la dueña se puso a gritar «¡váyanse!, ¡váyanse!, ¡hay un ataque!… Salimos corriendo y nos encerramos dentro de nuestro local con varios clientes», contó Hassani Erwan, un peluquero ubicado en la zona.

Esta agresión coincide con el juicio por el atentado contra Charlie Hebdo, que se abrió a inicios de mes, en el que catorce personas están siendo juzgadas por un tribunal especial de París por el presunto apoyo brindado a los autores materiales del ataque, que murieron tras el atentado.

La revista satírica brindó su apoyo a las víctimas del ataque. «Todo el equipo de Charlie brinda su apoyo a sus exvecinos y colegas (…) y a las personas heridas en este odioso ataque», indicó la publicación en un mensaje publicado en Twitter.

Nuevas amenazas

Hace pocos días el grupo yihadista Al Qaida amenazó al semanario satírico francés con otra masacre como la perpetrada en enero de 2015 después de que volvieron a publicar las caricaturas del profeta Mahoma que le había convertido en blanco de los yihadistas hace cinco años.

Estas amenazas «constituyen una verdadera provocación en pleno juicio de los atentados de 2015», afirmó el director de la publicación, Riss.

El martes, una responsable de la revista, Marika Bret, reveló que tuvo que abandonar su domicilio tras recibir amenazas de muerte que la policía consideró creíbles.

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