Los choques entre milicias rivales se intensificaron este sábado en barrios residenciales de Trípoli y dejaron al menos 13 muertos y 95 heridos, según el balance preliminar del Ministerio libio de Sanidad.
Los céntricos hospitales de Zawiya y el de maternidad de Jalaa quedaron dañados, así como varios edificios civiles, por los combates con armas pesadas que continuaron durante toda la jornada del sábado y decenas de familias tuvieron que ser evacuadas por corredores humanitarios.
Los enfrentamientos responden a la lucha de poder entre las milicias y grupos armados en apoyo a las dos administraciones que existen en el país: el Gobierno de Unidad Nacional (GUN) de Abdulhamid Dbeiba, con sede en Trípoli, frente al Ejecutivo paralelo de Fathi Bashaga, ubicado en Sirte, en el centro del país.
El episodio violento comenzó anoche con combates entre las fuerzas de Haitham Tajouri (pro Bashagha) y las de Imad Trabelsi (leales de Dbeiba), a los que se unieron otras milicias de uno y otro bando, lo que intensificó los enfrentamientos.
Los líderes de la ciudad de Misrata, afiliados al GUN, llamaron a utilizar todos los medios para impedir la entrada a Trípoli del Ejecutivo de Bashaga -tutelado por el hombre fuerte del este del país, Jalifa Hafter- que amenaza con hacerse el control con la toma de la capital.
Drones bombardearon vehículos pertenecientes a leales de Bashagha cuando aparentemente estos se aproximaban a Trípoli desde áreas de Misrata.
Los centros educativos anunciaron la suspensión de las clases y de los exámenes programados ante la continuidad de los combates.
La misión especial de la ONU en Libia (UNSMIL) urgió al cese inmediato de las hostilidades y recordó «a todas las partes sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos de proteger a los civiles y los bienes de carácter civil».
Los servicios médicos anunciaron la muerte del comediante libio conocido en redes sociales Mustafa Baraka, mientras hacía una transmisión en directo de los enfrentamientos.
La nueva división política que vive el país desde febrero, con dos primeros ministros que se disputan el poder, ocasionan intermites choques armados entre grupos rivales que este sábado se intensificaron más de lo habitual hasta hacer temer la vuelta a una guerra civil.
La ONU y la comunidad internacional instan a celebrar elecciones lo antes posible para desbloquear la situación, así como Dbeiba y Bashaga, pero su rivalidad no permite consensuar un marco legal para convocar comicios mientras aumenta la tensión entre las milicias leales a cada Ejecutivo.