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¿Quién es el presidente Xi Jinping?, el nuevo "emperador de China" (Perfil)

Tras haberse asegurado este domingo un tercer mandato al frente del partido, y por tanto del país, y de erigirse en el dirigente más poderoso desde Mao Zedong, Xi demostró una ambición implacable, una intolerancia a la disidencia y un deseo de control que ha llegado hasta casi el último aspecto de la vida cotidiana de China.

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Xi JInping, perfil del más poderoso

Cuando Xi Jinping llegó al poder en 2012, algunos predijeron que sería el líder más liberal del Partido Comunista deChinapor su perfil discreto y su historial familiar. Diez años después, la realidad es bien distinta.

Conocido al comienzo como el marido de una popular cantante, se ha erigido en un líder con un aparente carisma y un habilidoso relato político que han creado un culto personal no visto desde los tiempos de Mao.

Pero poco se conoce sobre su persona o sus impulsos.

«Yo discuto la visión convencional de que Xi Jinping busca el poder por el poder», dice a la AFP Alfred L. Chan, autor de un libro sobre su vida. «Yo diría que anhela el poder como un instrumento para cumplir su visión».

«Realmente tiene una visión sobreChina. Quiere verChinacomo el país más poderoso del mundo», dijo otro biógrafo, Adrian Geiges.

En esta visión que él llama el «sueño chino» o «el gran rejuvenecimiento de la naciónchina«, el Partido Comunista (PCC) desempeña un papel central.

«Xi es un hombre de fe (…) Para él, Dios es el Partido Comunista», escribió Kerry Brown en su libro «Xi: A Study in Power». «El mayor error que comete el resto del mundo sobre Xi es no tomarse en serio su fe».

Traumatizados 

Aunque su familia integraba la élite del partido, Xi no parecía destinado a esta posición. Su estricto padre Xi Zhongxun, un héroe revolucionario llegado a viceprimer ministro, fue purgado durante la Revolución Cultural de Mao.

«Xi y su familia quedaron traumatizados», dice Chan.

De un día para otro, el ahora presidente perdió su estatus. Una de sus medio hermanas se suicidó por las persecuciones.

Xi quedó condenado al ostracismo por sus compañeros de clase, una experiencia que, según el politólogo David Shambaugh, contribuyó a «un desapego emocional y psicológico y a su autonomía desde muy temprana edad».

Con 15 años fue enviado al centro deChina, donde pasó años cargando cereales y durmiendo en cuevas. «La intensidad del trabajo me impactó», reconoció.

También participó en sesiones en las que debía denunciar a su propio padre, según explicó en 1992 al diario The Washington Post. «Incluso si no entiendes, te fuerzan a entender (…) Esto te hace madurar antes», contó.

Para el biógrafo Chan, estas experiencias le confirieron «dureza».

«Suele ir a por todas (…) Pero también tiene una noción de la arbitrariedad del poder, por eso enfatiza la gobernanza basada en la ley».

Desde abajo

Actualmente, la cueva donde durmió Xi se ha convertido en una atracción turística para mostrar su preocupación por los más pobres.

En una visita de la AFP en 2016, un lugareño lo describió como una figura casi legendaria, leyendo libros entre las pausas del intenso trabajo, con lo que «se podía ver que no era un hombre normal».

Pero el camino no fue de rosas para Xi. Antes de entrar al PCC, su solicitud fue rechazada varias veces por su legado familiar.

Y luego empezó a un «nivel muy bajo» como jefe del partido en un pueblo en 1974, apunta Geiges. Eso sí, «trabajó muy sistemáticamente» y llegó a gobernador regional de Fujian en 1999, líder provincial del partido en Zhejiang en 2002 y luego en Shanghái en 2007.

Entretanto, su padre fue rehabilitado en los años 1970 tras la muerte de Mao, lo que reforzó su posición.

En el plano personal, Xi se divorció de su primera mujer para casarse en 1987 con la popular soprano Peng Liyuan, entonces más conocida que él.

Para Cai Xia, una antigua dirigente del PCC ahora exiliada en Estados Unidos, Xi «sufre un complejo de inferioridad, al saber que está pobremente educado en comparación con otros altos dirigentes del partido».

Por ello es «susceptible, obstinado y dictatorial», escribió en un artículo reciente en Foreign Affairs.

Lecciones de la URSS

Pero Xi siempre se ha considerado «heredero de la revolución», asegura Chan.

En 2007 fue nombrado en el comité permanente del Buró Político, el máximo órgano de decisión deChina. Y cinco años más tarde llegó a la cumbre, reemplazando a Hu Jintao.

Su currículum no hacía presagiar lo que vino después: represión de movimientos civiles, medios independientes y libertades académicas, presuntos abusos de derechos humanos en la región de Xinjiang, o una política exterior mucho más agresiva que la de su predecesor.

Sin acceso a Xi ni a su círculo, los académicos buscan en sus escritos tempranos pistas sobre sus motivaciones.

La importancia central del partido y su misión «de hacerChinaun gran país otra vez es evidente desde los primeros registros de Xi», dice Brown.

Esta narrativa presidencial de unaChinaen auge ha causado gran efecto en la población, usando este nacionalismo a su favor para legitimar el partido entre la población.

Pero también es evidente el temor a perder el poder.

«La caída de la Unión Soviética y del socialismo en el este de Europa fue una gran conmoción» para Xi, estima Geiges.

Y su conclusión es que este hundimiento fue por la apertura política. «Decidió que algo así no debe ocurrir en China (…) Por eso quiere un liderazgo fuerte del Partido Comunista, con un líder fuerte», añade.

La cúpula del poder chino

Xi Jinping estará acompañado en esta nueva fase de su gobierno por otros seis hombres clave en el Partido Comunista de China (PCC). Así, son siete los integrantes del Comité Permanente, quienes conforman la cúspide del poder político en el país en los próximos cinco años.

Xi Jinping

El líder de 69 años fue reelecto como secretario general del Partido Comunista, cimentando el camino para un tercer período como presidente que deberá ser formalmente anunciado en las sesiones legislativas del gobierno en marzo.

Xi ha consolidado el poder desde convertirse en secretario general en 2012, en parte gracias a un campaña anticorrupción con la que acabó con sus rivales políticos.

Li Qiang

El jefe del PCC de Shanghái y confidente de Xi, de 63 años, fue promovido como número dos en la jerarquía partidaria y podría ser designado como primer ministro en el período legislativo de marzo.

Su imagen de estrella rutilante se vio afectada este año por el caótico manejo de los dos meses de confinamiento en Shanghái, en respuesta a brotes de covid-19.

Esto «demuestra a todos que la lealtad y no la popularidad es la clave para una promoción», tuiteó Yang Zhang, profesor asistente de la Universidad Americana de Washington.

Li es considerado uno de los favoritos de Xi, habiendo servido como su jefe de gabinete cuando era jefe del partido en la provincia de Zhejiang entre 2004 y 2007.

Zhao Leji

El exjefe del principal organismo anticorrupción del partido permanece en el Comité Permanente y fue promovido al número tres de la jerarquía partidaria.

El experimentado administrador de 65 años fue secretario del partido en dos provincias y miembros del Buró Político desde 2012.

Wang Huning

El zar ideológico de Xi y actual miembro del Comité Permanente fue promovido a número cuatro en la jerarquía partidaria.

Considerado el «cerebro detrás del trono», este exprofesor universitario de 67 años ha trazado líneas ideológicas para tres presidentes pasados y actual deChina, y es el creador del lema de Xi «Sueño Chino», así como de la diplomacia ofensiva del país.

Cai Qi

El actual jefe del partido en Pekín ha sido promovido al Comité Permanente y se convirtió en jefe de la Secretaría General, con lo cual maneja el día a día del partido, según la lista de integrantes divulgada por la agencia noticiosa Xinhua.

El hombre de 66 años es un aliado cercano de Xi desde el tiempo que trabajó bajo su mando en las provincias de Zhejiang y Fujian.

Tuvo a su cargo la exitosa organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en febrero.

Ding Xuexiang

Este integrante de bajo perfil del Buró Político y asesor cercano de Xi fue promovido al Comité Permanente, una movida anticipada por analistas por su presencia en el círculo íntimo del líder.

El hombre de 60 años suele acompañar a Xi a sus compromisos oficiales y fue jefe de la oficina general del Partido Comunista, aunque nunca fue jefe partidario provincial ni gobernador, lo que indica que su nombramiento es un premio por su lealtad a Xi.

Li Xi

Actual integrante del Buró Político y jefe partidario de la provincia de Guandong, una potencia económica, su nombramiento en el Comité Permanente fue anticipado por observadores.

Li, de 66 años, fue confirmado como cabeza de la poderosa Comisión Central de Inspección Disciplinaria, el organismo anticorrupción del partido, según una lista divulgada por Xinhua.

Se le considera un confidente de Xi, a quien conoció en los años 1980 después de trabajar como secretario de un aliado del padre de Xi, el líder revolucionario Xi Zhongxun.

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