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Ron y rezos a José Gregorio Hernández: la final del Mundial de un venezolano en Argentina

Desde un shot de ron venezolano hasta una promesa a José Gregorio Hernández y la Virgen del Valle: eso es lo que vivieron algunos migrantes venezolanos en Argentina durante la final del Mundial. Estos son sus testimonios, pero sobre todo, una alegría que se traduce en agradecimiento

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«Me preguntas cómo me siento con el triunfo de Argentina en la Copa Mundial, pues me siento feliz. Feliz de poder estar aquí en Argentina celebrando un campeonato mundial de un país que desayuna, almuerza y cena fútbol, que son apasionados. Feliz de haber emigrado a un país que nos ha dado tanto, que nos ha regalado tantas alegrías y buenos ratos. Las personas que viven afuera tienen la mala imagen del argentino arrogante, pero nosotros, aquí, tenemos otra cara de ellos. Son personas hospitalarias, abiertos a los extranjeros y siempre muy respetuosos con los emigrantes. Por eso en la canción dije: «No te lo voy a explicar, porque no vas a entender», ya que el que no vive aquí, no lo siente y vive¨.

Oscar Martínez frente al Obelisco. Foto: Olga Maribel Navas

El testimonio corresponde a Oscar Martínez, un joven profesional venezolano que vive en Argentina que desde hace seis años junto a su esposa y dos hijos. Lo encontré en el centro de Buenos Aires, en la zona del Obelisco, celebrando la victoria de la Scaloneta.

«Muy temprano nos fuimos a Los Bosques de Palermo a ver el juego de la final. Allí lloramos, nos preocupamos, reímos y al final compartimos el gozo colectivo del triunfo, en honor a Argentina, un grupo de venezolanos grabamos un video, para agradecer por todo lo bueno que hemos encontrado en este país», dijo Martínez.

Compartir la victoria

Mariana Navas, es periodista, y se fue para Argentina junto a sus primos para buscar nuevos horizontes. En este país conoció a un argentino de pura cepa, que terminó convirtiéndose en su compañero de vida.

«Yo sabía lo importante que era este campeonato para mi pareja y fue emocionante vivirlo junto a él, con esa pasión que solo los argentinos pueden darle al fútbol. Al momento en que empataron tres a tres goles y llegaron los penales, fui al lugar en donde tengo una imagen del Dr. José Gregorio Hernández, la Virgen del Valle, San Judas Tadeo y una botella de ron venezolano, y pedí que Argentina ganara esa copa. Antes de irnos a celebrar a la calle, nos tomamos una tapita de ron puro y el resto lo dejamos para cuando llegue la selección», dijo Navas, quien celebró hasta el amanecer del lunes.

Mariana Navas celebrando. Foto: Olga Maribel Navas

Jeremy Cuberos y Mariana Cuberos son primos, tienen 25 y 26 años respectivamente, son oriundos de la ciudad de Los Teques, en el estado Miranda y desde hace cuatro años viven en Argentina. Ayer junto a otras personas de la comunidad venezolana celebraron el triunfo de tercera Copa Mundial de Fútbol que ganó Argentina. Su festejo fue como si esa ansiada copa hubiera sido ganada por la Vinotinto.

Botella de ron e imágenes religiosas. Foto: Olga Maribel Navas

La mañana de este lunes todavía manejaban la resaca de toda la celebración: «Salimos a la calle con la bandera de Argentina amarrada a la espalda. Habíamos comprando una botella de champagne para celebrar, la destapamos en la calle Corrientes, muy cerca del Obelisco, allí compartimos lágrimas y abrazos con toda la gente. Participamos en la caminata y ahora esperamos la llegada de la selección».

Vivir el fútbol en familia

Elizamar Márquez es venezolana y hace un mes dio a luz a su segundo hijo, una niña nacida en Buenos Aires, ciudad a la que llego hace tres años, junto a su esposo y su hijo Cristopher.

Niños y padres festejando en las calles. Foto: Olga Maribel Navas

“Celebramos en familia, junto a otros venezolanos y nuestros vecinos argentinos, el final de la Copa Catar 2022, solo los que estábamos en Argentina sabemos lo que aquí se vivió. De mi parte agradecí que ganaran el Mundial, un regalo a este país que nos ha recibido para darnos la oportunidad de desarrollarnos, de cumplir nuestros sueños. Celebramos con una buena parrillada, birras, vino y fernet, que es una bebida tradicional de aquí «, expresó Márquez.

Un juego que paralizó a Argentina

Los argentinos vivieron 120 minutos de alta tensión durante el último partido de la Copa Mundial de Fútbol Catar 2022. No era para menos: esperaron 36 años para vivir un momento así nuevamente.

Durante ese tiempo, a excepción del televisor, todo quedó en pausa. Los comercios cerraron y las calles quedaron vacías; suspendieron el servicio de transporte público; los parques donde se pusieron pantallas gigantes y la zona alrededor del Obelisco colapsaron; mientras que los vendedores ambulantes de franelas, gorras, pitos, banderas y cervezas “bien fríítas” se multiplicaron por todas las calles.

Alegría, frustración, rabia, incredibilidad y al final una sensación de gozo pleno, colectivo, se hicieron presentes entre gritos y lágrimas. La sensación no era que la copa la había ganado la selección argentina, sino que los goles los había metido cada uno de los 47 millones de argentinos que aquí viven.

«¡Ganamos!, ¡Somos Campeones¡, ¡Gracias Messi!», fueron los primeros gritos que se escucharon como una sola voz en la ciudad de Buenos Aires, mientras que la gente se abrazaba y lloraba de la alegría.

Todos con la camiseta albiceleste. Foto: Olga Maribel Navas

Al saberse campeones del mundo, la gente salió a las calles, las personas se abrazaban y lloraban, fueran conocidos o no.

En Buenos Aires, de manera espontánea, se activó una marcha rumbo al Obelisco, lugar emblemático de las manifestaciones sociales, mientras cantaban el Himno Nacional y la canción “En Argentina Nací”.

Era impresionante ver como familias enteras, niños, jóvenes, adultos, abuelos, personas con discapacidad, salían a celebrar hasta copar las principales avenidas tanto en la capital, como en las provincias, que iniciaron las festividades desde el término del partido y continuaron la fiesta hasta la madrugada de este lunes.

Fuegos artificiales, bailes y cantos colectivos, brindis callejeros y la curiosa tradición de algunos fanáticos de subirse a los semáforos para gritar se multiplicaron por toda Argentina.

Un nuevo revuelo en todo el país se espera para el recibimiento de la selección, que llegará a Argentina el martes 20 de diciembre. No obstante, la duda de si las autoridades darán el día de asueto nacional persiste.

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