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Colombia entra en otro proceso de paz, esta vez con disidentes de las FARC

El llamado Estado Mayor Central está formado por al menos 2.000 guerrilleros de la FARC que no se acogieron en 2017 a los acuerdos de La Habana. Operan en buena parte de Colombia y en la frontera con Venezuela.

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Farc, Clíver Alcalá y las arms de las FARC

El presidente de Colombia, Gustavo Petro celebró este lunes el inicio de un «segundo proceso de paz» en Colombia, tras la suspensión de órdenes de captura contra 19 disidentes de la otrora guerrilla de las FARC, quienes oficiarán como negociadores.

«Comienza un segundo proceso de Paz. Se establecerá una mesa entre el gobierno y el Estado Mayor Central», dijo sobre el grupo más poderoso de disidentes que no dejaron las armas con el proceso de paz de 2016.

Petro, primer mandatario izquierdista en la historia de Colombia, negocia desde finales del año pasado con rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

El anuncio de Petro surge poco después que la Fiscalía de Colombia suspendió este lunes, a pedido del propio presidente, 19 órdenes de captura contra disidentes de la extinta guerrilla FARC, primer paso para iniciar negociaciones de paz con los rebeldes que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016.

«Decidí suspender dichas órdenes de captura el día de hoy», dijo el fiscal general Francisco Barbosa en un evento en Chía, un municipio vecino de Bogotá. 

Qué es el Estado Mayor Central de las FARC

Los guerrilleros serán «reconocidos como representantes del autodenominado Estado Mayor Central [EMC]«, la mayor facción disidente (unos 2.000 combatientes), para dialogar con el gobierno, agregó Barbosa. 

El presidente Petro había pedido al ente investigador de manera soterrada suspender las órdenes de captura contra los guerrilleros y se debatía entre reconocer a los disidentes como actores políticos -pese a haber rechazado el histórico acuerdo que convirtió las FARC en partido político- o tratarlos como bandas del narcotafíco.

«En este caso concreto para la fiscalía existe el fundamento porque el presidente le dio el carácter político a los disidentes que no firmaron el acuerdo de paz de La Habana», aseguró el fiscal. 

Según Barbosa, el mandatario concedió el mismo reconocimiento a los miembros de la Segunda Marquetalia, facción integrada por guerrilleros que estuvieron en el proceso de paz pero lo abandonaron alegando incumplimientos. El fiscal, sin embargo, no ha levantado los pedidos de captura contra miembros de ese grupo. 

El gobierno no ha anunciado cuándo se sentará a la mesa con los disidentes del Estado Mayor Central, cuya operación se extiende en buena parte de los 32 departamentos del país, especialmente en la Amazonía, el Pacífico y la frontera con Venezuela. 

Según cálculos independientes, el EMC tiene más de 2.000 combatientes y la cifra va en aumento. El grueso de las FARC (7.000 guerrilleros) se desmovilizó en 2017.

En medio de la llamada política de paz total, delegados de Petro conversan desde noviembre con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en sedes rotativas como Caracas, Ciudad de México y próximamente en La Habana.

La fuerza pública y los rebeldes de todas las facciones están en un cese bilateral al fuego desde el 31 de diciembre, aunque el gobierno ha señalado violaciones al acuerdo.

En una entrevista concedida el 1 de marzo a la AFP, un jefe guerrillero del EMC del departamento de Nariño (suroeste) aseguró que una suspensión de órdenes de captura contra sus compañeros representaba el inicio de los diálogos de paz.

La actividad guerrillera y las operaciones de grupos herederos del paramilitarismo y narcotraficantes mantienen vivo el conflicto armado en Colombia.

Casi seis décadas de enfrentamientos con las fuerzas estatales dejan más de nueve millones de víctimas, entre desplazados, desaparecidos y asesinados. 

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