Haití enfrenta en diciembre de 2025 una crisis humanitaria y de seguridad que la comunidad internacional ha dejado de priorizar. Entre enero y noviembre de 2025 se registraron 5.384 homicidios violentos, según la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH).
Según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR), las bandas criminales dominan ahora el 90% de Puerto Príncipe, en un reporte difundido la semana pasada. Son cinco puntos porcentuales más que el 85% estimado a principios de año por Insight Crime.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU informó en noviembre de un aumento de la violencia: 5.601 homicidios en 2024 y más de 4.200 entre enero y octubre de 2025. La violencia sexual contra menores aumentó 1.000% en el último año y medio, y los desplazados internos superan los 1,4 millones, la mayor crisis de este tipo en la historia reciente del hemisferio, de acuerdo con la agencia de la ONU para crisis humanitarias.
60% de los hospitales públicos y 40% de los centros privados han cerrado o funcionan con menos del 20% de su capacidad debido a ataques directos, saqueos o abandono del personal médico. El cólera, que reapareció en septiembre, causó 1.127 muertes confirmadas hasta el 30 de noviembre.
La inseguridad alimentaria afecta a 5,4 millones de personas, 48% de la población total. De ellas, 2,1 millones están en fase 5 (catástrofe) de la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC). El bloqueo de carreteras y puertos por parte de las pandillas impide la distribución de alimentos, combustible y medicinas.
La misión de la ONU cambió de nombre
Entretanto, hace dos meses el Consejo de Seguridad de la ONU transformó la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) -aprobada en 2023- en la nueva Fuerza de Supresión de Pandillas (Gang Suppression Force, GSF). El cambio de nombre trajo un mandato más robusto, algo que impulsó EEUU, incluyendo facultades de detención y operaciones ofensivas y una meta de 5.550 efectivos, pero no ha resuelto el problema de fondo: la lentitud en el despliegue.
Al 25 de noviembre de 2025, la GSF contaba con apenas 1.031 efectivos en terreno: 416 kenianos, 220 jamaicanos, 150 bahameses, 100 salvadoreños, 90 guatemaltecos y contingentes menores de Belice y Surinam, según datos oficiales del comando conjunto a cargo del gobierno de Kenia. La diferencia es abismal entre esta presencia limitada y pandillas que han ido en auge este año.
El fondo fiduciario administrado por la ONU ha recibido solo el 42% de los 600 millones de dólares prometidos para esta misión, y han trascendido críticas de Canadá y Brasil por la falta de contribuciones europeas significativas.
Mientras las pandillas amplían su dominio, Haití cierra 2025 sin fecha cierta para elecciones generales. El Consejo Presidencial de Transición (CPT), creado en abril de 2024 tras la renuncia forzada del primer ministro Ariel Henry, había prometido comicios antes del 15 de noviembre de 2025 y una toma de posesión en febrero de 2026.
La ayuda humanitaria recibida en 2025 cubre únicamente 23% de los 974 millones de dólares solicitados en el Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU. Haití no aparece en la agenda de las principales cumbres internacionales de 2025 ni en las declaraciones finales de ninguna reunión de jefes de Estado, salvo de la Comunidad del Caribe que advirtió que el país podría quedar completamente en manos de las bandas criminales.
Haití en manos de las bandas
El 16 de noviembre se conoció que miembros de la coalición Viv Ansanm, designada como organización terrorista por Washington en mayo de 2025, abrieron fuego contra infantes de marina estadounidenses que custodiaban la Embajada de EEUU en Puerto Príncipe. Se estima que fue una demostración calculada de fuerza en un momento en que la violencia pandillera ha alcanzado niveles sin precedentes históricos.
Las bandas criminales han conformado coaliciones, pasando ser de acuerdo con Insight Crime, estructuras con mando unificado, capacidad logística y armamento pesado. Las bandas, según estimaciones de investigadores, suman al menos 12.000 hombres en este momento, una cifra muy por encima de la presencia en el terreno de una misión internacional aprobada por la ONU.
Para analistas como Gédéon Jean, director de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH), el ataque a la Embajada de EEUU marca «un punto de inflexión simbólico y operativo».
«Las pandillas ya no se conforman con controlar barrios; están desafiando abiertamente la narrativa de que una fuerza internacional puede restablecer el monopolio de la violencia del Estado», declaró Jean.
Su voz de alerta como la ola de violencia que envuelve a Haití no parecen generar interés o atención en una agenda internacional enfocada en otras prioridades.