Finalmente atletas rusos y bielorrusos quedan fuera de los Juegos Paralímpicos
"Sentimos que les afecten las decisiones que sus gobiernos tomaron la semana pasada", dijo el presidente del Comité Paralímpico Internacional a los 83 atletas afectados que no podrán competir en los Juegos de Invierno
Cambio de opinión en menos de 24 horas: bajo presión, el Comité Paralímpico Internacional (CPI) decidió finalmente este jueves la exclusión de los deportistas rusos y bielorrusos de los Juegos de Invierno, que arrancan este viernes en Pekín.
Lo primero que decidió el CPI, ayer miércoles, fue permitir que rusos y bielorrusos compitieran con bandera neutral y sin aparecer en el medallero. Varios países protestaron de inmediato y hoy el CPI cambió de opinión. La razón es que varias delegaciones amenazaron con no participar y eso «pone en peligro» la credibilidad del evento.
«Asegurar la integridad de los atletas rusos y bielorrusos se ha vuelto imposible», añadió el Comité en la víspera de la ceremonia de apertura de los Juegos, que se celebrarán en la capital china hasta el 13 de marzo.
Víctimas de sus propios gobiernos
En rueda de prensa, Andrew Parsons, presidente del CPI, se dirigió a los 83 atletas de los dos países afectados.
«Sentimos que les afecten las decisiones que sus gobiernos tomaron la semana pasada», declaró en referencia a la ofensiva iniciada por Moscú en Ucrania, con la cooperación de Bielorrusia. «Sin víctimas de los actos de sus gobiernos», añadió.
Su decisión inicial tomada el miércoles, por la que dejaba a los dos países participar, fue duramente criticada.
«El hecho de no excluir a ambas delegaciones es incomprensible», había lamentado el presidente de la Federación alemana de deportes paralímpicos, Friedhelm-Julius Beucher. «Se argumenta en base a reglas mientras que en Ucrania se mata sin reglas. Esta decisión muy mala señal», añadió.
Parsons justificó inicialmente la decisión de permitir la participación de los atletas rusos y bielorrusos basándose en unos estatutos que «no permitían vetarlos antes de la celebración de una asamblea general prevista durante este año».
Por supuesto, pasaron pocas horas cuando se dio cuenta que su decisión burocrática iba en contra de todo lo que ha hecho el deporte mundial para vetar la invasión rusa a Ucrania.
La burla en el pabellón ruso
Los mismos atletas rusos y bielorrusos provocaron también aireadas reacciones cuando Parsons anunció el miércoles que les permitía participar.
Por ejemplo, el responsable de la delegación paralímpica alemana, Karl Quade, afirmó desde Pekín: «Lo más lamentable fue escuchar la explosión de alegría en el pabellón ruso, al lado del nuestro, cuando Parsons anunció la decisión».
Para él, fue chocante pues en Ucrania estaba muriendo gente por acción del gobierno ruso.
Por su parte, el equipo ucraniano llegó a Pekín este miércoles.
Durante la edición de 2018 en Pyeongchang, los ucranianos lograron varios podios en esquí y biatlón. La delegación logró un total de 22 medallas, siete de ellas de oro, y terminó sexta en la clasificación general.
Otras sanciones
Como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, el Comité Olímpico Internacional (COI) acusó a Rusia de haber roto la tregua olímpica e instó el lunes a que las federaciones excluyeran de todas las competiciones a los rusos y bielorrusos.
La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) también excluyó a Rusia de la Copa del Mundo-2022. Otras federaciones (atletismo, patinaje, rugby, boxeo, natación) han anunciado medidas de exclusión contra deportistas rusos y bielorrusos.
Antes de la exclusión de Rusia y Bielorrusia, los Paralímpicos-2022 deberían haber reunido a 650 deportistas, que se enfrentarán en seis deportes (biatlón, curling en silla de ruedas, hockey sobre hielo adaptado, esquí alpino, esquí de fondo y snowboard). La ceremonia de apertura tendrá lugar el viernes.
Como ocurrió con los Juegos Olímpicos, la cita deportiva tendrá lugar dentro de una burbuja sanitaria para evitar cualquier fuga de coronavirus en China.
Quienes hasta hace muy poco eran tratados de "magnates" y "empresarios", ahora son llamados "oligarcas rusos" y están en una lista negra. Roman Abramovich, quien invirtió parte de su fortuna en el fútbol inglés ahora tiene que desprenderse de sus colores como consecuencia de su cercanía a Vladimir Putin: el Chelsea está en venta
"Los crímenes de guerra a escala industrial no son algo nuevo para Putin. Nunca se preocupó por las víctimas civiles cuando bombardeaba hace más de 20 años a los ciudadanos rusos de Chechenia o, años más tarde, los hospitales en Siria" se indigna el campeón de ajedrez ruso exilado, Garry Kasparov en Times Radio.
"Ahora que Occidente ha entrado en histeria, desesperación y locura con Rusia, nosotros sí vamos a mantener nuestras relaciones comerciales con Rusia y estamos listos para venderles todo lo que podamos, modestamente, y todo lo que Rusia necesite comprar, todo", expresó en un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV)