La ciudad cuenta con una de las mayores zonas industriales del país y una de las más afectadas por la crisis económica. Sin embargo, poco a poco este sector se va reactivando y las calles aledañas se llenan de transeúntes y vehículos
Cuando han transcurrido más de 85 días desde que el gobierno de Nicolás Maduro decretó la cuarentena en Venezuela, por la llegada del COVID-19, son pocos los habitantes de la capital del estado Carabobo que respetan ya las medidas de mantenerse en casa.
El plan ideado por el gobierno venezolano de 7 días de cuarentena y 7 días de flexibilización dio pie para que los ciudadanos valencianos salieran de casa, muchas veces sin tomar las medidas necesarias para el cuidado.
Basta recorrer las calles para observar la realidad. Numerosos transeúntes caminan de un sitio a otro, mientras los conductores comienzan a circular con más frecuencia por avenidas que hasta hace poco parecían desoladas. La ciudad recobra su dinamismo, a pesar de que el peligro por el nuevo coronavirus aún se cierne sobre ella.
“Mis expectativas eran que esta cuarentena durara mes y medio, pero figúrese que ya vamos para tres meses y nada todavía. Yo necesito salir a trabajar, necesito el dinero. Mi familia no puede esperar que pase el COVID-19 para comer”, comentó en una fuente de soda del centro de Valencia, Eliécer Monasterios, un vendedor de repuestos para vehículos.
Monasterios vive hacia el sur de la capital carabobeña, pero sus clientes están sobre todo en el norte. “El transporte público no siempre pasa. Por eso, prefiero prepararme para caminar. Llevo agua conmigo y unas galletas o cambur, lo que sea. Aparte en Valencia el calor es fuerte”, añadió el hombre de 45 años y contextura delgada.
Su andar transcurre entre calles que ve reanimadas. “Los primeros días de la cuarentena daba miedo volver a pie a las cinco de la tarde, ya no. Hay gente a toda hora desde la plaza Bolívar hacia la avenida Lara. Luego disminuye un poco la cantidad de personas por ahí, caminando, pero cada día hay más”.
Entre los espacios donde se aglomeraron muchos ciudadanos resaltan las estaciones de servicio. Nadie quería quedarse sin surtir, especialmente desde la puesta en marcha del nuevo plan de distribución y comercialización que incluye estaciones que venden el combustible a precios internacionales.
Entre la población existe desconfianza sobre el alcance de la gasolina iraní que llegó recientemente. Ponen en duda que en realidad el gobierno haya logrado reactivar la producción en las refinerías de Falcón y Carabobo y que además la gasolina que existe alcance por mucho tiempo.
“Que en un país petrolero hagamos colas por gasolina. Esto es el mundo al revés”, sostuvo Pedro Enrique López, un artesano de 52 años que trabaja como taxista a ratos.
López logró equipar su carro de combustible subsidiado este jueves 11 de junio en San Diego. Luego se dispuso a acelerar la marcha para hacer “más carreritas” y reponer un poco los ingresos.
Autoridades militares han informado sobre la entrada en vigencia de la venta las 24 horas del día de gasolina, excepto en aquellas zonas donde las estaciones de servicio están localizadas en espacios que dificultan mantener la seguridad.
Desde la noche del miércoles 10 de junio se observaron los despachos en numerosas gasolineras y el jueves se notaron las filas más cortas.
Hace unas semanas atrás transitar por la Zona Industrial de Valencia o de San Diego, era un paseo solitario. Este jueves 11, El Estímulo recorrió el lugar y constató que paulatinamente la normalidad parece regresar a lo que en un tiempo fue epicentro de una pujante actividad económica.
Desde el sector productivo privado del estado Carabobo han insistido en la necesidad de que atiendan las demandas que hacen para reactivar el aparato productivo.
El presidente de Fedecámaras Carabobo, Jonatan Aldana, ha insistido en que se procuren flexibilizaciones para el sector industrial, no sólo para aquellas áreas priorizadas por el gobierno como lo son alimentos, medicinas y transporte, entre otras.
En tanto que el economista Asdrúbal Oliveros ha señalado que desde que comenzó la cuarentena, a mediados de marzo, el Índice de Precios al Consumidor, en el rubro de alimentos ha subido en 197%, según cálculos particulares.
Oliveros indicó, en una entrevista al Circuito Éxitos, que los problemas para el transporte, servicios públicos y dificultades diversas del sector agrícola, son la causa de este ascenso, además de la hiperinflación que se registra en el país.
Desde el lunes 8 de junio las calles en el centro de la ciudad se muestran plenas de transeúntes y compradores. Algunos acuden a una icónica farmacia cercana a la catedral para buscar fórmulas y preparados especiales. Otros merodean en los negocios que exhiben anuncios de ofertas que alcanzan hasta el 50%.
“Si no salimos a trabajar y a vender nada se mueve. Sabemos que el coronavirus anda por allí enterito, pero esto es una crisis grande, golpea el estómago y duele hasta el alma. Hemos visto nuevamente a niños buscando alimentos en la basura para comer”, narró José Pinto que caminaba hacia un pequeño establecimiento comercial que vende artículos de limpieza y alimentos en la zona.
En el municipio Naguanagua, que forma parte del área metropolitana de Valencia, la gente se desplaza con normalidad, especialmente en las mañanas. Salen, compran, hacen trámites en bicicletas, caminan y de tarde muchos suben el cerro de Tazajal para ejercitarse, mientras la Policía Municipal vigila el ingreso al sitio.
En la llamada Calle del Hambre de Mañongo, que es frontera entre Valencia y Naguanagua, una joven encargada de un sitio de comida asegura que han vendido más en las últimas dos semanas.
“No dábamos más porque nadie compraba pero por alguna razón desde hace 15 días comenzaron a llegar clientes buscando harina pan, arroz, salsas, pan y leche. Eso es lo que más ha salido”, dijo Ester Blanco.
Según los datos del gobierno de Maduro, en Carabobo contabilizan siete casos de infectados por COVID-19. En el país las cifras oficiales reportan, hasta el 10 de junio, un total de 2.738 contagiados, 23 personas han muerto por el nuevo coronavirus y 487 personas se han recuperado.
La curva en ascenso de COVID-19 es significativa, según especialistas en el área. Hasta la fecha, los estados con mayor cantidad de contagiados son los siguientes: Apure con 556; Táchira con 355; Miranda con 310; Bolívar con 300 y Zulia con 183.
El gobierno de Maduro cambió la fórmula de flexibilización relacionada con la cuarentena en el país: siete días de trabajo continuos y luego siete días de confinamiento radicalizado. La semana en curso corresponde a la de cuarentena absoluta, algo que evidentemente no se cumple en Valencia ni en buena parte del país.
Desde este lunes se alternará, nuevamente, una semana de supuesto confinamiento con una de flexibilización total, según anunció Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva del gobierno de Nicolás Maduro
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