Migración

Pese a su potencial, se complica regularización de venezolanos en Colombia

Colombia es el país con el mayor número de migrantes venezolanos, una dinámica que se ha favorecido por la vecindad entre ambas naciones

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Cinco de cada 10 colombianos no están de acuerdo con acoger a los venezolanos que cruzan la frontera, según datos del más reciente estudio Colombia Opina de la reconocida firma Invamer. Este en sí, sería un titular que refleja el estado de ánimo que prevalece en la sociedad colombiana tras casi una década después que comenzó a hacer masiva la salida de venezolanos.

A esta percepción no tan positiva, como en años anteriores, se suma lo ocurrido desde que Gustavo Petro asumió la presidencia, hace dos años, que en la práctica ralentizó la regulación de la migración masiva de venezolanos en Colombia, poniendo fin a la política receptiva que tuvo la administración de Iván Duque.

Tanto la percepción social, como la ausencia de medidas efectivas por el actual gobierno, han generado una situación en la cual Colombia no está aprovechando el potencial económico y social que tiene la presencia de casi tres millones de venezolanos. Esto es a lo que apuntan organismos especializados del sistema de Naciones Unidas, como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR).

El potencial económico que tendría para Colombia la migración masiva de venezolanos, tal como apunta un estudio difundido recientemente, ha encontrado serios obstáculos por la ausencia de una política oficial desde hace 10 meses por parte del gobierno de Gustavo Petro para regularizar el estatus migratorio de quienes huyen de la crisis económica y política de Venezuela.

El tema de la presencia masiva de migrantes venezolanos en Colombia ha cobrado nuevamente vigencia tras las elecciones del 28 de julio pasado, que fueron seguidas de una negativa del régimen de Nicolás Maduro de hacer una auditoria de los resultados a lo que sumó una ola de represión.

Desde el sector norte de la frontera, se reporta que unos 1.500 venezolanos cruzaron durante agosto cada semana por la zona fronteriza norte de la Guajira, entre Colombia y Venezuela, mientras que, entre las ciudades de San Antonio y Cúcuta, en el suroeste, unas 600 personas emprenden la ruta migratoria cada día, según reportan ONG colombianas desde la frontera, como nos comentó el periodista venezolano Jeanfreddy Gutiérrez, especializado en periodismo de datos y migración.

No todos permanecen en territorio colombiano, dado que en diversos casos se pasa por Colombia, desde Venezuela, en busca de cruzar la peligrosa selva del Darién, para seguir en ruta hacia Estados Unidos, junto a migrantes de muy diversas nacionalidades.

Colombia ha registrado un cambio significativo en la acogida. Pasó de tener una elogiada política migratoria durante el gobierno del conservador Iván Duque, quien apostó a regularizar la presencia de migrantes venezolanos y para ello apeló a la cooperación internacional de cara a llevar adelante diversos planes, a la decisión del gobierno de Petro de ralentizar, en primer término, el otorgamiento de un permiso oficial, a luego dejar luego un vacío en la materia desde noviembre del año pasado.

“En noviembre de 2023 se cerró la posibilidad de solicitar el Permiso de Protección Temporal, un documento creado por el Estatuto (creado en tiempos de Duque) que unificaría todos los demás existentes y atendería a regulares e irregulares que ya vivían en Colombia”, precisa Gutiérrez.

De acuerdo con el análisis que hace este periodista residente en Bogotá, antes de noviembre de 2023 ya existían 459 mil venezolanos con una situación migratoria irregular, y al suspender la concesión del permiso ya no pueden solventar esto, a lo que se han sumado en estos 10 meses otros 346 mil.

“En total, hoy más de 800 mil venezolanos que están dentro de Colombia no tienen ningún documento para acceder a servicios o programas estatales o privados, como abrirse una cuenta bancaria, inscribir a los niños a la escuela o trabajar legalmente”, sintetiza Gutiérrez.

Además de desmontar el sistema implementado por el gobierno anterior, la administración de Petro ha prometido activar nuevos planes, pero no lo ha realizado y, asimismo, desde el alto gobierno, se ha promovido un discurso que sostiene que los venezolanos están regresando a su país.

Hace dos semanas, por ejemplo, el canciller Luis Gilberto Murillo, sostuvo públicamente que “hemos visto que la gente se está regresando a Venezuela”. Los datos que manejan organizaciones sociales y civiles desde diversos puntos fronterizos apuntan en dirección contraria.

Dos encuestas difundidas antes de las elecciones del 28 de julio, daban cuenta de que 12 ó 18 % de los encuestados, según cada empresa (Delphos y ORC Consultores), colocaría como prioridad salir de Venezuela si Nicolás Maduro resultaba reelecto para gobernar en el período 2025-2031.

De acuerdo con cifras de las agencias especializadas de la ONU, en Colombia están cerca de tres millones de venezolanos de una diáspora total de 7,7 millones. Se trata de una emigración que se hizo masiva a partir del año 2015 y que según reflejan los análisis tuvo picos importantes, en el volumen y velocidad de salida del país, inmediatamente después de momentos de cruda represión como los que se vivieron en 2014 y 2017, estando ya Maduro en el poder.

El debate sobre la presencia de migrantes venezolanos en Colombia, con un gobierno como el del izquierdista Petro que ha minimizado el volumen o ha evadido implementar planes de regularización, coincide con estudios que dejan en evidencia el potencial económico que tendría la migración desde el país vecino.

Un reportaje de la edición colombiana de El País reprodujo hace dos semanas los resultados de un estudio que demuestra que las personas naturales de origen venezolano, sin incluir empresas, generaron ingresos al Estado colombiano por 529 millones de dólares con el pago directo e indirecto de impuestos en 2022.

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