Opinión

No estás muriendo, es ansiedad

Quien ha vivido los síntomas de la ansiedad sabe la intensidad con la que esta respuesta del sistema nervioso central sacude nuestro cuerpo y nuestra mente. El miedo puede ganar terreno pero, es ahí cuando la ayuda correcta puede hacer que ésta se convierta en una amiga y no en tu enemiga

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Palpitaciones, dificultad para respirar, sudoración, temblores, tensión muscular, pensamientos rumiantes, despersonalización, dolor muscular, son algunos de los síntomas que una persona con ansiedad puede vivir en su día a día.

Más de 264 millones de personas en el mundo padecen de este trastorno psicológico, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Si bien la ansiedad llega sin ser invitada y sin avisar, no resulta mortal, la intensidad de sus síntomas hacen sentirlo como tal.

El psicólogo clínico Gilberto Aldana explica que cuando hablamos de ansiedad se hace referencia a un estado psicológico, emocional, que puede ser molesto y hasta discapacitante para las personas cuando lo vivencian. Los síntomas no son iguales para todos. Existen niveles de ansiedad siendo su máxima expresión el trastorno de pánico.

La ansiedad ¿Amiga o enemiga?

Para quienes hemos padecido de este trastorno entender que la ansiedad es una respuesta adaptativa es bastante difícil, convertirla en amiga es aún más complicado. Sus síntomas hacen verla como un huracán que llega para acabar con todo.

Sus causas son múltiples entre las principales responsables de aparición de la ansiedad referidas por Aldana, se encuentran: el estrés excesivo, las alteraciones en el funcionamiento de alguno de los sistemas de neurotransmisores, la relación con enfermedades psicosomáticas, entre otras.

Gilberto Aldana

“La ansiedad tiene una particularidad que va a afectar nuestra vida desde todos los planos. Gran parte de los trastornos psicológicos que se atienden en consulta clínica tienen que ver o tienen como base el trastorno de la ansiedad”, comenta el psicólogo clínico Jefe del área de psicología del Hospital Vargas de Caracas en Venezuela.

Explica que en los pacientes ansiosos se observan: dificultades para dormir, dificultades sexuales, dificultades para el desarrollo académico.

“Tenemos personas con problemas para el aprendizaje porque se ponen ansiosos, observamos dificultades desde el punto de vista de conducta, entonces tenemos personas que se ponen violentas o tienen comportamientos disruptivos porque están muy ansiosos”, dijo Aldana.

Pero ¿qué diferencia existe entre la ansiedad y el trastorno de pánico? Aldana señala que la ansiedad es como una especie de edificio y en la medida que vamos subiendo de pisos vamos aumentando los niveles de ansiedad. El trastorno de pánico es el Penthouse de un edificio. En ese edificio por ejemplo del primero al tercer piso yo puedo tener un poco de ansiedad que eso más bien me ayuda a movilizarme, pero ya cuando pasa del 5to, 6to, 8vo piso comenzamos a hablar de trastorno de ansiedad.

ansiedad
Foto Elina Krima / Pexels

Niños ya adolescentes ansiosos

Todas las personas desde el punto de vista etario pueden ser propensos a la ansiedad. En estos momentos de pandemia, el psicólogo clínico refiere que ha observado que los primeros que manifestaron altos niveles de ansiedad son los adultos medio.

Después empezaron a darse casos en el adulto mayor: “El abuelito que no puede salir, que no los pueden visitar, eso hace que se sientan mal, no puede tener contacto con la familia”.

El experto explica que la actualidad se observan altos niveles de ansiedad en niños y adolescentes. “Vemos niveles de ansiedad elevados a consecuencia de adaptarse a una forma de aprendizaje o de escenario académico al que no estaban acostumbrados y es algo que es muy importante para hacer hincapié, sobre todo cuando hablamos de niños y adolescentes porque este grupo etario necesita de la socialización”.

Foto Andrea Piacquadio / Pexels

Hay que recordar que el colegio, el liceo, son escenarios de socialización. La humanización de ese individuo que está en esa etapa en donde es muy necesaria la presencia de los pares y la conducta afectiva.

“Esto ha complicado todo lo que son las relaciones psicológicas de nuestros niños y adolescentes, porque no solo se afecta el cambio del aprendizaje a consecuencia de que ya no son clases presenciales, sino que son clases que tienen que ver con el uso de tecnología pero dónde está la socialización. En esas edades donde la energía física es tan elevada, el hacer deportes, salir, compartir con otros son cosas que se han visto suspendidas y que afectan la dimensión psicológica de nuestros niños y adolescentes, por ello es que están manifestando en este momento ansiedad”, explicó Gilberto Aldana.

Se han descrito como efectos del confinamiento—generalmente luego de las 72 horas— efectos psicológicos negativos, incluidos confusión, enojo, agotamiento, desapego, ansiedad, deterioro del desempeño y resistencia a trabajar, pudiendo llegar incluso a trastorno de estrés postraumático y depresión. Muchos de los síntomas se relacionan con los temores de infección, frustración, aburrimiento, falta de suministros o de información, pérdidas financieras y el estigma.

El efecto post-covid

Un nuevo estudio de la Universidad de Oxford muestra que los investigadores revisaron los registros de salud electrónicos de más de 236.000 pacientes de covid-19 y encontraron que al 34% se le había diagnosticado una afección psiquiátrica o neurológica en los seis meses posteriores a la infección con el coronavirus.

Aldana explica que todo aquel trastorno que ponga en juego nuestra vida, es normal que pueda generar ansiedad en las personas. Uno de los grandes miedos de los seres humanos, a parte de la muerte, es perder la cordura.

“El primer lugar que ocupa en los escenarios que puedan ser disparadores de niveles elevados de ansiedad es la muerte y el haber transitado la situación de covid, ya de por sí es algo que va a ser altamente generador de ansiedad. He podido evidenciar en mis pacientes que tienen ese miedo de si mañana voy a estar bien o si voy a sobrevivir”, detalló el psicólogo clínico.

Hay personas que después de seis meses de contagiados y de haber salido de la covid manifiestan altos niveles de ansiedad. “Esto tiene que ver con eso que llamamos estrés postraumático, porque el estrés tiene que ver muchas veces con eso de estar ansioso, es parte del fenómeno del estrés, de haber estado en UCI, todas esas vivencias de ver en una sala de hospital, que el que está a tu lado se muere, impacta a muchas personas. Es por ello que vamos a ver que las personas pudiesen estar manifestando situaciones de ansiedad a consecuencia de haber tenido vivencias en contagio de covid”.

Lo importante es identificar lo que ocurre y asistir a un especialista. Nada de ponerse en manos de personas no calificadas porque la ansiedad no es cuestión de juego, sean bienvenidas las buenas intenciones pero en caso de salud mental hay que ponerse en manos de los expertos que sean capaces de abordar una problemática tan compleja como la que tiene que ver con la salud psicológica. Y si usted es una persona que acompaña a alguien con ansiedad y usted identifica que tiene esa sintomatología, trate de llevarlo a buscar ayuda.

Foto Engin Akyurt / Pexels

“Hay personas que pueden autoyudarse. Eso no se cuestiona. Sin embargo, existen personas que pueden forzar la barrera de la realidad en tratar de controlar estos síntomas porque esto amerita tratamiento profesional”, advierte Gilberto Aldana.

El área de Psicología del Hospital Vargas cuenta con un servicio gratuito de telepsicología. “En estos momentos si la persona está con alguien o usted siente que tiene un problema de ansiedad, o siente como un nerviosismo constante, como una angustia, una aprehensión en el pecho, mi sugerencia es que busque la atención por telepsicología”, dijo.

Somos seres biopsicosociales y la dificultad para poder socializar o el impedimento para la socialización va a impactar de manera negativa en la dimisión psicológica, porque nos tenemos que aislar y las personas que se nos acercan es a través de medidas de barrera esto afecta la estabilidad psicológica.

Cómo minimizar el impacto

Es normal sentirse triste, angustiado, preocupado, confundido, asustado o enojado durante una emergencia. Sin embargo, puede disminuir o evitar este tipo de sentimientos.

• Las personas que están afectadas por covid-19 no han hecho nada malo, no tienen culpa y merecen nuestro apoyo.
• Protéjase a usted mismo y brinde apoyo a otras personas.
• Infórmese sobre lo que en realidad está sucediendo, no escuche los rumores y la información errónea.
• Busque información únicamente de fuentes confiables (como la OMS, OPS y Ministerio de Salud) sobre medidas prácticas que le favorezcan, preferiblemente una o dos veces al día y a horas específicas.
• Minimice el tiempo que dedica a mirar, leer o escuchar noticias que le causen ansiedad o angustia. Evite escuchar o seguir los rumores que le hagan sentir incómodo y procure aquellos con contenido positivo, alegres y entretenidos.
• Trate de mantener sus rutinas personales diarias, como el sueño, la higiene personal, los horarios de alimentación, la limpieza del hogar.
• En los períodos de estrés, preste atención a sus propias necesidades y sentimientos.
• Realice actividades saludables que le gusten y que encuentre relajantes.
• Haga ejercicio regularmente y consuma alimentos saludables.
• Mantenga su red social activa, sobre todo con aquellas personas positivas. Contácteles para apoyarles y pídales apoyo cuando lo requiera.

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