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Odiamos tanto a Biden... ¿Por qué?

Las venideras elecciones en Estados Unidos se han convertido en materia de debate entre los venezolanos. El trumpismo criollo arrasa en Twitter y en medios donde se califica al rival, Joe Biden, de socialista y hasta de mil cosas más. ¿Tiene sentido considerar al candidato del Partido Demócrata como de extrema izquierda? ¿De verdad le conviene a Venezuela la reelección de Trump? Hablamos con Pedro Benítez, Diego Scharifker y Erik Del Búfalo

Biden lidera intención de voto en primarias de Florida. AFP
AFP / Archivo
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Ya vienen las elecciones del norte, ¿tú crees que el loco ese vuelva a ganar?

—Coño, ojalá no saquen a Trump, porque nos terminamos de joder.

—¿Y quién es el otro?

—No me sé el nombre, solo sé que la tiene jodida.

Con ese tema, dos hombres continúan su conversación en una camioneta de pasajeros que se dirige desde Palo Verde hacia el barrio José Félix Ribas de Petare. El tema de la conversación salió después de que llevaran un rato hablando sobre cómo el gobierno chavista se aprovechaba del coronavirus ante la escasez de gasolina. Unos minutos después, cambiaron de tema otra vez. Las venideras elecciones en Estados Unidos resultan complejas para el venezolano promedio. Solo les interesa lo básico: “Donald Trump busca la relección ante otro candidato –del que ni siquiera conocen el nombre– y eso, para algunos, beneficiará a Venezuela por las sanciones contra Maduro”.

Joseph Robinette Biden Jr., mejor conocido como «Joe Biden», es el adversario a la administración Trump, y a quien aparentemente desconocen los sujetos. Tiene 77 años y ha recorrido la política estadounidense de primera fila como un testigo estelar, desde su elección como senador de Delaware en 1972 hasta 2009 y como vicepresidente de Estados Unidos entre 2008 y 2017.

Graduado de la Delaware University y de la Syracuse University, Biden es un abogado que, desde hace 30 años, ha buscado la nominación presidencial por lo menos en dos ocasiones, siendo desplazado por Michael Dukakis en 1988 y por Barack Obama en 2008. En 2015 decidió no presentarse en las primarias demócratas tras la muerte de su hijo mayor, Beau Biden, víctima de un agresivo cáncer cerebral.

La posición del gobierno estadounidense ha sido firme contra Maduro, pero la volatilidad de su presidente también ha generado sospechas sobre la eficacia y las garantías de esa política hacia Venezuela; especialmente por la relación que tiene con Vladimir Putin y la información publicada en el libro de John Bolton, su exasesor de seguridad.

Biden, por otro lado, aunque se opone igualmente al gobernante venezolano, es un moderado que ha sido tildado de socialista. Ante la opinión pública conservadora, Biden es manipulado por las corporaciones globalistas y carece de la aparente inflexibilidad que Donald Trump ha mostrado frente al régimen madurista.

Odiar a Biden

Las polémicas declaraciones de Biden sobre Cuba –dijo que volvería a la política de acercamiento promovida por Obama en su último período– inclinaron la balanza del apoyo de los venezolanos hacia Trump y alimentaron un curioso odio contra su rival político.

En medio de la polarización que viven ambos países califican a Biden como socialista, como un hombre senil manipulado por la extrema izquierda. El rechazo hacia el candidato es tal que, incluso, lo culpabilizan de la desgracia venezolana. Y hasta se escriben cosas como esta: «A estas alturas del partido es imposible calificar a Joe Biden como un “moderado”, quizás, llegó a serlo, ahora, además de una ficha de la izquierda americana “moderada”, también es apuesta del ala socialista y comunista más radical no solo de los Estados Unidos, sino también del mundo entero. Las tiranías de Cuba, Nicaragua y Venezuela, por citar tres ejemplos, esperan su llegada al poder con ansias».

Un tsunami de tweets, en español e inglés, de venezolanos identificados con Trump le cae al candidato demócrata. La mayoría de los comentarios llevan una fotografía en la que Biden y Maduro salen sonrientes. Es un odio irracional que expresa el temor a que su posible inflexibilidad atornille definitivamente al chavismo en el poder. Abortista, asesino, comunista, socialista, pedófilo, globalista, son algunos de los calificativos que recibe.

Sin embargo, los candidatos han mantenido a Venezuela alejada de discurso público, refiriéndose al país solo cuando creen que es oportuno.

Ante las expectativas del libro de John Bolton, The Room Where It Happened, se confrontaron a través de Twitter. El 21 de junio, Biden tuiteó: “Trump habla duro sobre Venezuela, pero admira a matones y dictadores como Nicolás Maduro. Como presidente, apoyaré al pueblo venezolano y a la democracia”.

Al día siguiente, Trump respondió: “A diferencia de la izquierda radical, siempre estaré en contra del socialismo y con el pueblo de Venezuela. ¡Mi administración siempre ha estado del lado de la libertad y contra el régimen opresivo de Maduro! Solo me reuniría con Maduro para discutir una cosa: ¡una salida pacífica del poder!”.

El tema Venezuela pareciera estar en un vaivén dentro la campaña. Para algunos expertos, incluyendo a varios miembros de los partidos estadounidenses, el voto venezolano pudiera ser determinante en algunas circunstancias. Cerca de 100 mil venezolanos podrán votar en los comicios del 3 de noviembre, según los cálculos realizados por el grupo “Venezolanos con Biden”.

¿Cómo votarían los venezolanos?

Una encuesta realizada por El Diario, con el apoyo del Public Opinion Research Lab (PORL) de la University of North Florida, y publicada a finales de agosto, arroja información importante acerca del papel de los venezolanos residentes del estado de Florida de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses.

Ante la pregunta: ¿Quién creen los venezolanos en Florida que sería un mejor aliado para lograr la democracia en Venezuela, Donald Trump o Joe Biden?, 70% de los encuestados respondió que Donald Trump; 15% dijo que ambos serían buenos aliados, 9% que ninguno de los dos sería buen aliado y apenas 6% indicó que Biden sería buen aliado.

De los venezolanos autodefinidos como demócratas encuestados, 61% dijo que Donald Trump sería buen aliado, mientras que 22% indicó que ninguno sería buen aliado, 9% consideró a Biden como buen aliado y 8% señaló que ambos serían buenos aliados.

99% de los venezolanos republicanos, por su parte, expresaron que Donald Trump sería buen aliado, y 1% aseguró que ambos serían buenos aliados.

Los resultados expresan la particularidad venezolana en torno a las elecciones estadounidenses. Los venezolanos que se identifican con el partido Demócrata prefieren votar por Trump, pues presenta una actitud más activa ante la crisis que la manifestada por Biden.

La pregunta Si las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020 se celebraran hoy, ¿por quién votarían los venezolanos en Florida si los candidatos fueran: Donald Trump o Joe Biden? 66% de los venezolanos aseguró que votaría por Trump mientras que apenas 36% lo haría por Biden.

Los resultados son interesantes cuando se comparan esas respuestas con las filiaciones partidistas de los encuestados: entre los venezolanos demócratas, 53% dice que votaría por Trump y 47% por Biden; mientras que entre los venezolanos republicanos 95% respalda a Trump y 5% a Biden. Dentro de los que no se identifican con ninguno de los dos partidos, 55% votaría por Trump, mientras que 44% lo haría por Biden. La respuesta es contundente: los venezolanos residentes en Florida respaldan a Trump.

No obstante, para el historiador Pedro Benítez, a estas alturas, cuando faltan dos meses para la elección, Venezuela no aparece como un tema en la política estadounidense: “Trump la usa de vez en cuando para agitar el fantasma del socialismo dentro de los Estados Unidos, como ejemplo de lo que no se debe ser. Eso no es algo exclusivo de Estados Unidos, esto pasó en Brasil, pasó en Colombia, está ocurriendo en México y también está pasando en Argentina, pero es un tema de referencia y no de geopolítica”.

—Ante la cantidad de emigrantes de Venezuela en Estados Unidos, ¿el voto venezolano es decisivo como lo llegó a ser el cubano en Florida?

—Si se da un resultado muy cerrado, sí. Un puñado de 500 o 1.000 votos pudiera decidir la elección. Ya sabemos que en el particular sistema norteamericano al presidente no lo elige el voto popular nacional sino los votos electorales de cada estado, y Florida es un estado determinante. Un hecho que se recuerda mucho fue la elección del año 2000, cuando por 500 votos se decidió la elección de un país de casi 330 millones de habitantes. Si se repitiera una contienda tan cerrada en un ambiente político tan polarizado, sí, el voto venezolano podría ser decisivo, pese a que tengo entendido que el número de votantes inscritos para la elección en Florida es bastante pequeño, mucho menor que la migración cubana o nicaragüense.

—Mucho se ha hablado de Biden y su posición hacia Venezuela. ¿Habría cambios si ganara Biden?

—Es más probable que haya cambios si se reelige a Trump que si gana Biden. Trump es un tipo que admira los liderazgos fuertes, siempre insiste en una idea que ha mantenido firme en estos casi cuatro años, esa que es la de no meter a Estados Unidos en intervenciones militares en el exterior. De las pocas cosas consistentes que tiene Trump, esa ha sido una. Eso me hace pensar que él va a tratar de buscar algún tipo de acuerdo con Maduro, esa es una posibilidad. De hecho, una persona que está operando en función de que eso ocurra es Vladimir Putin, con el que Trump tiene unas relaciones personales particulares, por no decir estrechas. Si ganara Biden, se va a mantener la misma política, pero con un cambio de estilo, de matiz, y probablemente se acerque más a las posiciones de la Unión Europea (UE).

Benítez, quien es profesor de Historia Económica en la Universidad Central de Venezuela (UCV), también comenta que es la primera vez que se mantienen expectativas sobre unas elecciones en Estados Unidos, aunque precisa que la atención está circunscrita a círculos políticos, de opinión pública y de grupos migratorios en el estado de Florida, pues el venezolano común no mantiene mayores esperanzas. Agrega que la relación histórica entre los partidos estadounidenses y Venezuela ha sido exigua, más allá del acercamiento entre los demócratas y Acción Democrática, cultivado por Rómulo Betancourt durante su exilio en Estados Unidos en los años 50.

Trump y “la agenda oculta”

Diego Scharifker, miembro del movimiento “Venezolanos con Biden”, considera que sí existen expectativas sobre las elecciones en Estados Unidos y que estas son favorables a Trump entre los venezolanos que se encuentran en Venezuela, a pesar de que la presión de Estados Unidos comenzó en 2015 bajo el gobierno de Barack Obama y Joe Biden.

“Hay una impresión de que Trump ha hecho mucho por Venezuela, porque ha impuesto sanciones y ha sido muy frontal contra la dictadura de Nicolás Maduro, cosa que nosotros reconocemos, pero también reconocemos que esto empezó con la gestión del presidente Obama, cuando Biden era su vicepresidente con las primeras sanciones que se hicieron contra Maduro”, explica.

—Entonces, ¿por qué existe esa idea tan negativa de Biden?

—Desde 2015, cuando fueron esas primeras sanciones, hasta ahora, ha cambiado mucho el país. Por eso, tuvieron que darse acciones mucho más contundentes por parte del gobierno de Estados Unidos. Pero esta es una política que empezó con Obama y que continuará cuando Biden sea presidente. Por esa razón, esa opinión negativa se debe un poco a lo que conocen ahorita. Conocen a Trump, han visto lo que ha hecho, pero lamentablemente no se han cumplido los objetivos que se planteó esa administración, porque Maduro sigue en el poder y pareciera que está más fortalecido que antes. Ahora hace falta que venga un nuevo presidente con una nueva estrategia para seguir presionando y también consolidando una alianza internacional, que vemos que Trump lo que ha hecho es implosionarla, desplazarla y debilitarla en vez de fortalecerla.

Ante las acusaciones de que Biden es socialista, Scharifker argumenta que no es así, pues, dos corrientes se enfrentaron en las primarias del partido Demócrata: la de Bernie Sanders, socialdemócrata, y la de Biden, moderado, que se terminó imponiendo: “Cuando dicen que es socialista, que es comunista, es puro discurso político barato para intentar descalificar al contrincante, eso no tiene sentido y no tiene que ver para nada con la realidad de quien es Joe Biden como candidato y como político”.

Biden

—El trumpismo venezolano habla de un supuesto apoyo de Biden a Maduro, lo cual sorprende, porque vimos la reunión que sostuvo Juan Guaidó con Nancy Pelosi, luego de su visita al State of the Union.

—Es que eso no tiene ningún sentido. Es al revés, el que ha dicho claramente que buscaría acercamientos con Maduro ha sido Trump, lo dijo John Bolton en su libro. A Trump le gustan los hombres que gobiernan sus países con puño de hierro, porque vemos sus relaciones con Duterte, con Bolsonaro, con Putin, con Kim Jong-un. Ese es Trump, a diferencia de Juan Guaidó o de los presidentes europeos a quienes Trump ve como débiles porque son demócratas. Vimos el acercamiento del partido Republicano a la dictadura de Maduro: vimos a David Rivera, congresista de Florida, que recibió millones de dólares de Pdvsa (Petróleos de Venezuela, SA) para hacer lobby entre ambos; vimos a Rudy Giuliani, el abogado personal de Trump, quien estaba buscando por puertas traseras comunicación directa con la dictadura para coordinar una reunión entre Maduro y Trump. ¿Quién es realmente el que tiene una agenda oculta sobre Venezuela? Nos está utilizando para ganar votos. No está interesado en la transición sino en ganar las elecciones y en ponerse de acuerdo con Maduro. Se va a olvidar de Venezuela porque ya no le harán falta los votos y se va a dedicar a otros problemas. Nos va a dejar desamparados con una alianza internacional fracturada por sus políticas inciertas, con el Grupo de Lima y Europa, por un lado, y Estados Unidos, por otro, con un discurso guerrerista.

Biden, “el caballo de Troya”

Erik Del Búfalo, profesor de la Universidad Simón Bolívar (USB), considera que la opinión pública venezolana está polarizada en relación a las elecciones en Estados Unidos y que no existe primacía del trumpismo. Para él, hay mucho respaldo de Biden en el país, empezando por la dirigencia política. “Biden no es socialista, ese no es su problema, su problema es que es una figura que está en decadencia política, un mascarón de proa, es una persona que no está muy bien de salud ya, que tiene ciertos años y no le han caído bien y más bien pareciera que es un caballo de Troya de otros intereses. El miedo no es que sea socialista, que no lo es, sino que estén otros intereses. Lo veo como un obamista, como el obamismo más de izquierda, más globalista. Se trata de una lucha entre globalistas y soberanistas, más que de izquierda o derecha”.

—¿A cuáles intereses se refiere?

—Los intereses corporativos. Tesla, por ejemplo. Para Tesla es más importante producir en China y atrapar el mercado chino, que un trabajador norteamericano. Son los intereses de las grandes corporaciones que piensan más en sus intereses corporativos que en el interés nacional de Estados Unidos. No son soberanistas, en cambio Trump es un presidente más clásico, soberanista, que va a primar los intereses norteamericanos sobre esas corporaciones. Y esa es la verdadera lucha, te lo digo en serio: la lucha es entre las corporaciones que están pensando más en sus mercados que en los intereses de Estados Unidos como país. Lo demás es pura retórica.

—¿Y cree que habrá apoyo de Biden a Maduro?

—No, no lo creo, simplemente va a distender la situación, como hizo Obama con Cuba. Va a disolver o va a ablandar las sanciones, pero no va a ser más duro que Trump, eso te lo aseguro.

—¿Por qué no será más duro que Trump?

—A Biden le va a costar mucho intervenir en Venezuela o ser más duro que Trump en Venezuela porque dentro del apoyo demócrata hay muchos procubanos y prosocialistas que verían muy mal eso. Biden no va a querer pelearse con esos apoyos porque en el fondo Venezuela ya no es un país geopolíticamente importante como lo era antes.

—Entonces, ¿Trump es el candidato que le conviene más a Venezuela?

—Mira, el problema de Venezuela no es Trump o Biden, el problema nuestro es la clase política que, en el mejor de los casos, no sirve para nada, o que es cómplice, en el peor. Ese es el verdadero problema.

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