Una maldita pared gris en Chacao

Solía ser Chacao un municipio en el que la oposición podía sentirse más o menos segura al momento de hacer protestas, aunque a la hora de la verdad no hay zona segura cuando el gobierno central decide reprimir. Eso lo sabemos de sobra. Y el asesinato de Neomar Lander lo ilustra con todo el drama posible.

Neomar tenía 17 años. Murió al comienzo de la avenida Libertador, en el Municipio Chacao, el 7 de junio de 2017. En medio de una manifestación, funcionarios policiales le dispararon una bomba lacrimógena directo al pecho. Su caso es uno de los que engrosan el expediente de denuncias por crímenes de lesa humanidad que tiene abierto Venezuela en la Corte Penal Internacional.

Este martes 7 de junio de 2022 un grupo de personas decidió ir al lugar donde lo mataron a honrar su memoria con un sencillo homenaje que concentra la fuerza contra el olvido. El momento no terminó bien. Nos muestra un giro preocupante, el nuevo orden de las cosas. O para decirlo de otro modo, las vueltas que da la vida.

Por ahí cerca hay un mural. Y ya hemos visto que para algunas alcaldías caraqueñas los murales son orgullo y cosa seria. Y sí es posible que lo sean. ¿Pero un mural es tan importante así como para que cuatro personas terminen presas y en manos del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana?

Las denuncias en redes –muchas de gente y organizaciones serias- apuntan que Polichacao detuvo a estas personas y las entregó. ¿No podían resolverlo de otra manera? ¿Ameritaba la intervención de un cuerpo policial como el GOES un hecho tan simple como que Jholbert Godoy, Argelia Rovaina, Carlos Maneiro y Luis Martínez hicieran unas pintas en la pared -no en el mural- para recordar a Neomar?

Eso es lo que dice la Alcaldía en un comunicado oficial: que estaban pintando grafitis cerca del mural “del Maestro Juvenal Ravelo”. Debe ser que le alteraron el orden público al arte de Ravelo. No se ha dicho que dañaron el mural. Tampoco que hayan tenido la intención de hacerlo. Pero a esta hora del martes -8:30pm- Jholbert, Argelia, Carlos y Luis están detenidos por escribir unas cosas en una pared gris y quién sabe por lo que habrán pasado y tendrán que pasar por esa ocurrencia de recordar el asesinato de Neomar y pedir justicia, calificada de «vandalismo» -además- por el señor alcalde.

No es cuestión de menospreciar el arte de Ravelo ni esa pasión por los murales decorativos, pero no hay manera de justificar que se ponga en riesgo la integridad de cuatro personas por una maldita pared pintada de gris plomo.