Opinión

Flor Isava: una mujer sin límites que luchó por la igualdad en el deporte

Tomando en cuenta que hoy 25 de julio es una fecha importante por dos acontecimientos: el cumpleaños de Caracas y el segundo aniversario de haber fallecido Flor Isava Fonseca, nos complace escribirles en memoria de este ejemplo de mujer venezolana de proyección internacional.

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Flor Isava, orgullo de Venezuela

El hecho de ser mujer, no nos limita a querer ser nuestra mejor versión a donde quiera que vayamos y trabajar por los derechos femeninos de todas, que se ven plasmados en la Constitución de la República y en la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer, que detalla más el tema en las diversas áreas tanto laboral, de salud, social, entre otros.

Son tantas las mujeres, que han sido ejemplo de superación, constancia y disciplina, llevando su ética en cada espacio de trabajo.

Flor Isava es una de ellas. Tuvo parte de su educación en Francia e Inglaterra, lo que le dejó como base fundamental la puntualidad y la disciplina.

 Desde niña estuvo vinculada al arte y la música clásica a través del ballet; al deporte (practicando natación, hockey, equitación, tenis y golf) y a lo social, debido a que sus padres Rafael Isava Núñez y Dolores Fonseca Arroyal, tuvieron responsabilidades dentro de la Cruz Roja Venezolana, creando programas para personas invidentes.

Durante su vida, Flor tuvo fracturas, una de ellas en el fémur, que al pasar los años le dejó muchas dolencias, pero nunca se limitó a continuar en sus quehaceres.

Para ella no hubo limitaciones en el tema de igualdad, más bien trabajó para beneficio de todos, dejando un excelente legado en las cárceles de toda Venezuela, con su equipo de la fundación que lleva su nombre.

Golpes en la vida de Flor Isava

Recuerdo, aquél día en el que nos vimos en su casa, parecía uno común para conversar y disfrutar de nuestra compañía, pero no, era el aniversario de la muerte de su hijo, Fernando, por ello me dijo: «Yo fui ese día en la mañana al Rodeo II (cárcel), acompañada por supuesto, allí nos revisaron y uno entrego los celulares. De casualidad, yo no lograba conquistar la atención del grupo de reclusos, fue nulo. Salimos tan cansados, le dije a mi compañero de siempre Rolando Hernández, llévame a casa, esta visita ha sido un fracaso, era la primera vez que eso sucedía. Cuando llegue a mi casa, me esperaba mi hija Anabella, me informó que Fernando había fallecido; la verdad no sé si eso yo ya lo venía sintiendo, por eso no capté el interés en la cárcel».

Para Flor Isava, el no haber estado presente cuando su hijo murió, fue un golpe fuerte, «esas son las cosas que te van pasando en la vida, en ese momento tú no lo ves… Eso nunca se olvida, es un vacío que queda, una falta de presencia permanente y te preguntas ¿por qué?», expresó en el año 2019.

Flor Isava fue una mujer de grandes posibilidades económicas, que sin duda aprovecho para trabajar y formarse cada día de su vida.

Flor Isava practicó equitación y fundó en 1947 la Federación Venezolana de Deportes Ecuestres.

Como mujer, me da satisfacción de haber nacido en el mismo país de incansables trabajadoras, el mismo país de Flor, la dama olímpica que dedicó tantos años al deporte, unos para practicar disciplinas y otros para aportar en lo federativo, en el Comité Olímpico Venezolano y luego desde el Comité Olímpico Internacional, donde fue la primera mujer latina y segunda del mundo en ser directivo.

Flor dejó muy claro, que la mujer no debía ser como mencionaba el Barón Pierre de Couberting, «ser auténtica para darle flores a los atletas», pues la mujer merecía ser dirigente y organizadora.

Fue amante de la tecnología después de sus 90 años de vida y desde siempre intelectual, incondicional para sus hijos, nietos y bisnietos, y una amiga repleta de sinceridad para quienes tuvieron la dicha de disfrutarla.

Risueña y con una mirada incomparable, así era ella.

Sin duda, fuí afortunada de disfrutar días con ella como amiga y periodista, me permitió escribir un libro sobre ella, el cual escogió el nombre «Charlando con Flor Isava».

Cómo no sentirnos orgullosas las mujeres si fuimos muy bien representadas ante el mundo entero, a través de Flor y podemos llegar lejos si tenemos la convicción de lo que somos capaces y si, más que soñar, nos dedicamos a trabajar día tras día, sin importar las limitaciones.

Flor Isava Fonseca, falleció el 25 de julio del 2020, a las 5:00 de la tarde y se despidió -literalmente- dejando una esencia a flores. Dejó lo mejor de sí, sus aprendizajes de vida. Fue una persona a la que siempre le interesó enseñar todo lo que realizaba y siempre expresaba  «Me gusta estar donde soy útil. Y respecto a la vida, como han cambiado las cosas, los malos ratos, los triunfos y derrotas, son indispensables en nuestro camino, así es como tiene que ser».

*María Donaire es periodista-Escritora, directivo CNP-Caracas @CNPCaracas

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