Opinión

Fútbol o beisbol: un resentimiento estúpido

Todos aquellos que formamos parte del mundo del fútbol venezolano, no deberíamos ver en el beisbol a un enemigo, sino todo lo contrario. El beisbol es ese primo mayor y exitoso que nos puede enseñar un montón de cosas para nosotros también llegar a serlo en un futuro

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Ha vuelto a manifestarse a través de las redes sociales una comparación que me resulta bastante estúpida; la del beisbol y el fútbol. Me parece estúpida porque lo único que consigue es alimentar un resentimiento que no sé de dónde viene ni por qué existe.

Esta vez fueron seguidores del fútbol los que se regocijaron por el título de la Serie del Caribe que se le volvió a escapar al representante de la liga venezolana, Leones del Caracas, como queriendo decir que en el beisbol tampoco se han logrado los objetivos deportivos planteados. Me gustaría entender cuál es el motivo desear que, a «ellos», les vaya mal. Leí tuits al respecto de gente que respeto y por eso me animé a escribir sobre ello.

En el pasado reciente, también ha ocurrido muchas veces pero en sentido opuesto. La sensación es que hay fanáticos —y periodistas— de ambos lados esperando que el otro deporte no consiga éxitos, para de esa manera exaltar al deporte que a ellos sí les gusta. Y esto no tiene sentido.

Estaría bueno que entendieran que los éxitos de los equipos y de los atletas venezolanos repercuten de manera positiva en las otras disciplinas. Y esto sucede por varios motivos.

El primero y probablemente el más importante, es el de la fanaticada. El beisbol recuperó este año el ambiente en sus estadios. Vimos durante toda la temporada recintos a reventar, con la atmósfera festiva que caracteriza a los juegos de pelota. El round robin y los seis juegos de la final se realizaron ante mucha gente. Que el venezolano haya vuelto a los estadios y haya recordado esa sensación única que se produce gracias a las emocionas propias del deporte, estoy convencido que se traducirá en más gente yendo a los estadios de otros deportes.

Esa misma fanaticada que se ha vuelto a hacer sentir presencialmente, no solo mejora el espectáculo, sino que a su vez genera más interés general en el deporte en cuestión. Se hace inevitable que los medios de comunicación quieran cubrir esos eventos y es bien sabido las repercusiones que eso puede traer a las distintas ligas. La gente atrae a la gente.

Otro motivo también muy importante de los éxitos de los equipos deportivos, es que atraen el interés del sector privado y público para invertir en el deporte, ya sea directamente o a través de publicidad. Y esto también tiene consecuencias muy positivas, lógicamente.

Todos aquellos que formamos parte del mundo del fútbol venezolano, no deberíamos ver en el beisbol a un enemigo, sino todo lo contrario. El beisbol es ese primo mayor y exitoso que nos puede enseñar un montón de cosas para nosotros también llegar a serlo en un futuro. Tenemos del otro lado de la acera un modelo que casi ha alcanzado la excelencia —teniendo en cuenta nuestra realidad como país— en todos los sentidos, desde la formación de jugadores hasta la generación un espectáculo deportivo de primer nivel, y no lo hemos aprovechado.

Es cierto que hay un elemento cultural determinante, pero en esto también se puede aprender. El fútbol ganó espacios importantes en las últimas dos décadas y está la sensación latente de que se están perdiendo. Ahora bien, esta misma sensación se tuvo en el beisbol y ahora parece haber quedado atrás, como una simple consecuencia de la crisis del país y no como un problema de ellos al que no le lograron encontrar solución.

En fin, disfrutemos juntos de lo nuestro. Y si no te gusta aquello de lo que no te sientes parte, al menos no le eches tierra, que de eso no sale nada bueno.

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