Las pacientes diagnosticadas se enfrentan a múltiples problemas, desde el ámbito personal, familiar, laboral y educativo. Tienen que enfrentarse a diversos obstáculos para que sean atendidas en los centros de salud, al momento de sufrir esterilizaciones forzosas.
De acuerdo a las ONG´s y la ONU se registran alrededor 37mil y 45mil mujeres portadoras de VIH en Venezuela.
En el 2015 AVESA Y ACCSI levantó un informe sobre el VIH/SIDA en Venezuela, este reflejó que más de 63 mil personas recibían tratamiento del Estado. Las pacientes femeninas registradas eran 15.359, el resto eran hombres. La cifra señalada apunta que más de la mitad de las mujeres que padecen de VIH son marginadas, a pesar de que el tratamiento que otorga el Ministerio de Salud es gratuito.
Para el 2017 la Red Venezolana de Gente Positiva (RVG+) y Acción Ciudadana Contra El Sida (ACCSI), denunciaron que las muertes por Sida (esta es la fase final del VIH), aumentaron en un 75% desde el 2011. Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el Sida (ONUSIDA) 19 mil menores han quedado huérfanos a causa de esta enfermedad.
Las complicaciones clínicas asociadas al SIDA aumentaron en un 70% desde 1999 hasta 2013. El Ministerio de Salud estima que anualmente 11 mil personas contraen el virus. El promedio de edad de mujeres con VIH oscila entre los 25 y 34 años. Venezuela es el tercer país en América Latina con más contagios del virus entre adolescentes y adultos.
José Bravo, defensor de los derechos humanos con más de 10 años de experiencia en el tema, explicó que las féminas son discriminadas al momento de querer ser madre, incluso algunas fueron sometidas a esterilizaciones forzosas, les niegan oportunidades de empleo, compañeros de trabajo o familiares las apartan y a sus hijos le niegan el derecho a estudiar. “Existen casos en los que tienen que hacer sus necesidades biológicas en el patio o en otro sitio, porque no les permiten utilizar el baño”.
Estefanía Mendoza, Coordinadora de Planificación de la ONG Mulier, comenta que el estigma de la enfermedad continúa siendo un impedimento para tener una vida normal. A estos flagelos, se suman elementos de la crisis que atraviesa Venezuela como la escasez y encarecimiento de alimentos, preservativos, pruebas serológicas para la detección del virus, reactivos para sus pruebas y chequeos, alto riesgo de contagio vertical de madre a hijo a través de la lactancia, escasez de fórmulas lácteas para sustituir la leche materna (el gobierno de Venezuela incumple con la entrega a las mujeres con VIH con bebés recién nacidos desde enero de 2014) y obstáculos para llevar una dieta balanceada.
Mendoza subrayó que el Estado es el principal responsable de violar los derechos humanos de los pacientes.
Pese a que en Venezuela existe una legislación que contempla sus derechos, garantías, deberes y responsabilidades, como la Ley para la Promoción y Protección del Derecho a la Igualdad de las Personas con VIH o SIDA y sus Familiares y en el artículo 29 de la Constitución hace referencia a la protección específica de las mujeres.
La Coordinadora de Planificación de Mulier argumenta que “las leyes, sin la efectiva diligencia del Estado para aplicarlas, se quedan en declaraciones de intenciones”.
Daniela Guerra, Directora General de la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (CODHEZ), expone que muchos de los casos de discriminación ocurren por desconocimiento y se asume que el VIH/SIDA lo tienen solo los promiscuos. “El estado no considera como prioridad a estas personas. El sistema de salud no cuenta con insumos para atenderlos y algunos médicos se niegan a prestarles atención alegando esto”.
Con información de Amavida]]>