"Puede parecer incómodo llevar mascarillas y practicar la distancia física con amigos y familia. Pero hacerlo contribuye de forma significativa a que cada uno esté seguro y saludable", alertaron. En los servicios religiosos también hay que tomar precauciones extremas
El 2020 fue un año atípico, así que las navidades no podían ser distintas. Hoy, 16 de diciembre, a pocos días de la Nochebuena, la Organización Mundial de la Salud pidió que se usen mascarillas durante las cenas familiares.
La OMS está segura que a principios de 2021 llegará con fuerza una nueva ola de casos de coronavirus, impulsada, en gran medida, por los contactos que se hacen en las fiestas, incluso en encuentros limitados.
El problema es que a las cenas familiares navideñas, aunque sean pequeñas, asisten personas de distintos hogares. Cada uno está expuesto a varios focos posibles de contagio. Ese virus, que proviene de muchos lugares, se intercambia en los encuentros sociales. Y se va a las diferentes casas. Incluso si la persona que lo porta es asintomática, lo reparte.
Lea también: Cena navideña, ¿cómo la hacemos menos riesgosa para la salud?
La recomendación de la OMS para el uso de mascarillas en las cenas navideñas fue hecha en concreto para Europa, donde se espera la mayor saña viral en enero, pero es válida para todos los países. De hecho, en Venezuela y ante la flexibilización total decretada para diciembre por el gobierno de Maduro, los casos empezaron a repuntar alarmantemente. Y en Perú, el virus no cede a pesar de la temporada de verano. En Nueva York, Estados Unidos, están a punto de cerrar las fronteras de la ciudad otra vez. Son solo ejemplos de que en América, el Sars-CoV-2 también está cobrando fuerza.
«Las reuniones deberían ser en espacios exteriores, si es posible. Los participantes deberían llevar mascarillas y mantener la distancia física. En espacios interiores, el tamaño del grupo debe ser lo más pequeño posible. Y hay que asegurar una buena ventilación», informó la OMS en un comunicado.
La OMS-Europa, que tiene su sede en Copenhague, resaltó que las reuniones en espacios interiores pueden ser especialmente peligrosas porque se juntan grupos de personas de diferentes hogares y edades y que pueden no haber adoptado las mismas medidas de prevención.
«Puede parecer incómodo llevar mascarillas y practicar la distancia física con amigos y familia. Pero hacerlo contribuye de forma significativa a que cada uno esté seguro y saludable», resalta el organismo. También aconseja evitar las aglomeraciones en el transporte.
Para las celebraciones y procesiones religiosas y mercados navideños, la OMS propone que se considere «seriamente» su reducción o su aplazamiento en países con amplia transmisión comunitaria.
Los servicios religiosos también deberían ser al aire libre. Y si son dentro de un recinto, limitados en tamaño y duración, con distancia física, ventilación, higiene y mascarillas. Eso debería ser así en todas partes, incluso en sitios con baja exposición viral.
Este organismo hace una llamada a la responsabilidad individual. Invita a no subestimar la importancia de las decisiones personales y comunitarias en la evolución de la pandemia de coronavirus.
