Salud

7 señales que dan los niños con Asperger

Cada 18 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Asperger, una condición difícil de diagnosticar. Sin embargo, algunas características desarrolladas entre los 5 y 7 años pueden ser señales de alarma para los padres

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niños con asperger

El Síndrome de Asperger es una condición neurológica que se incluye dentro del espectro autista, pero que a los padres se les hace difícil diagnosticar. La razón es que los niños con Asperger son inteligentes. Sin embargo, tienen otras condiciones que los caracterizan y que los adultos deben aprender a identificar para ayudar a sus hijos desde temprano.

Citamos algunas señales que dan los niños con Asperger y que comparte el neuropediatra y neurointensivista del Grupo Médico Santa Paula, Oscar González:

1. Lenguaje extraño y entonación robotizada. «Manejan un amplio y refinado vocabulario, con una entonación particular», dice González. Y ejemplifica: «Para decir torta, ellos dirían pastel. Para decir grama, dirían césped». Hablan con un tono de voz alto y su pronunciación se puede denominar como «robotizada».

2. Son irritables. Muchas veces se molestan desproporcionadamente. Les afectan mucho los ruidos.

3. Son torpes al moverse. El doctor González apunta que los niños con Síndrome de Asperger suelen tener una torpeza motora manifestada por los mismos padres. Es decir, se tropiezan con frecuencia, tumban mucho las cosas involuntariamente.

4. Poca mímica facial. Su cara no expresa emociones, ni alegría ni tristeza, porque no identifican emociones. Se les dificulta interpretar lo que sienten. Tampoco demuestran empatía social. Por eso dicen las cosas de forma directa, aunque puedan herir a los demás.

5. Son repetitivos. Sus conductas son estrictamente rutinarias y sistematizadas.

6. Pocos intereses. Demuestran interés en muy pocas cosas y siempre en las mismas. Se les hace difícil conocer cosas nuevas.

7. Discapacidades semánticas. Tienen cierta discapacidad semántica que les impide procesar, por ejemplo, el doble sentido.

Epilepsia y otros rasgos

Los niños con Asperger pueden tener ciertos rasgos de autismo y es por ello que deben diferenciarlos. “Lo más importante es descartar que tenga la comorbilidad de la epilepsia. Eso agrava el proceso. Es recurrente en un 40% de los casos”, dice González.

Otras comorbilidades que también deben diagnosticarse son trastornos depresivos mayores, hiperactividad, esquizofrenia, trastornos obsesivos compulsivos, semánticos y pragmáticos y trastornos del aprendizaje no verbal.

niños con asperger
Foto: Skitter / Pexels

González explica que también pueden darse el Síndrome de Tourette, que es más fácil de diagnosticar. Su principal signo son tics característicos, a veces complejos, con trastornos de movimientos estereotipados.

Desde que nacen

El Síndrome de Asperger es un trastorno neurológico del desarrollo, que afecta sobre todo las integraciones sociales y habilidades comunicativas.

Investigaciones científicas alertan que estas alteraciones en el desarrollo cerebral tienen lugar inmediatamente después de la concepción. Ocasionan una migración anormal de las células embrionarias durante el desarrollo fetal, afectando la estructura final del cerebro y la conectividad.

En Venezuela no existen estadísticas sobre el impacto del Asperger en la población. Sin embargo, se conoce que su recurrencia suele ser mayoritariamente en varones.

En cuanto a la prevalencia de la enfermedad a nivel mundial, se manejan varias cifras: “Algunos señalan que es uno por cada 150 recién nacidos vivos. Otros, entre 0, 03 y 4,84 casos por cada 1000 individuos. Un tercer grupo considera hasta 0,26 casos por cada 1000 individuos”.

Diagnóstico y tratamiento

Aunque los padres pueden identificar algunas señales, el diagnóstico definitivo se da después de la evaluación de un equipo multidisciplinario.

“La parte de neurología pediátrica que identifica el daño orgánico cerebral, lo ubica y trata. La comorbilidad más preocupante es la epilepsia”, expone González.

El tratamiento va dirigido a las comorbilidades diagnosticadas. “Si presenta trastornos de ansiedad, depresión, falta de atención, epilepsia, entonces se utilizan una serie de medicamentos entre los que pueden estar antipsicóticos atípicos. Incluso se pueden recetar inhibidores de serotonina, para los que tienen movimientos repetitivos”, apunta el especialista.

Señala que hay que ser muy cuidadoso a la hora de medicar, pues los fármacos no son inocuos. «Los médicos no podemos caer en el terreno de algunos padres que sugieren aumentar las dosis. La recomendación es trabajar de la mano con sus equipos multidisciplinarios, para lograr la integración de estos pacientes a la sociedad”, enfatiza.

Para González, la presencia y apoyo de los padres es crucial. La rutina de cumplimiento debe ser una norma. “Necesitan ser dirigidos en cada etapa de su crecimiento, permitiéndoles cierto grado de autonomía, para que puedan adaptarse a la sociedad en la que se desenvuelven”.

Gracias a este trabajo entre padres y equipo médico, muchas de estas personas logran insertarse en el entorno, obtienen títulos universitarios y viven en pareja. “Hay médicos, abogados, arquitectos. Son carreras que usan la lógica. Recordemos que son buenos en astronomía, física, química, manualidades, literatura”.

En la actualidad en el GMSP, se atienden a pacientes con trastornos en el neurodesarrollo. Destaca que cuentan con el servicio de Neuropsicología y Psiquiatría, además de equipos de alta tecnología que incluye imagenología, resonancias; servicios de electroencefalografías, con o sin mapeo. Otros servicios complementarios son la gastropediatría, orientado en apoyar a estudios de neuroinflamación, «que son estudios nuevos que se consideran porque la parte gastrointestinal trabaja como el segundo cerebro y podemos valorar los perfiles del paciente”.

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