Ese lunar "de toda la vida" puede transformarse en un peligroso cáncer. Afortunadamente, un examen visual ayuda a detectarlo a tiempo. Hoy, Día Mundial contra el Melanoma compartimos la clave para hacerlo bien
El melanoma es uno de los tipos de cáncer más agresivos que existen. Llega discretamente, cambiando un lunar «de toda la vida» en un tumor.
Desde 2014, en Venezuela se celebra el 23 de mayo del Día Mundial contra el Melanoma, para concientizar sobre este cáncer y enseñar a detectarlo a tiempo.
El de piel es el cáncer más común actualmente, pero tiene distintos tipos. El melanoma es el más grave. Se trata de un tumor maligno que se origina en las células que producen el pigmento de la piel, el cabello y ojos. Puede ser in situ (localizado) o invasivo (cuando penetra las capas más profundas).
A la vista
El melanoma se detecta primero visualmente. Pueden ser lunares antiguos que cambian de pigmentación, de forma o textura, o en nuevos lunares negros o marrones.
Hay que mirarse bien la piel y observar los lunares siguiendo la fórmula del «A, B, C, D y E» que los dermatólogos recomiendan para el examen visual doméstico. Es así:
A de asimetría. Es cuando la forma de la mitad del lunar no coincide con la otra mitad.
B de borde. Los bordes son irregulares, dentados, desiguales, o borrosos.
C de color. Pueden tener varios tonos de negro, marrón, y tostado en un mismo lunar. También se pueden ver zonas blancas, grises, rojas, o azules.
D de diámetro. El diámetro del lunar suele ser mayor a 6 milímetros (como la goma de un lápiz) o, si es un lunar antiguo, haber crecido de tamaño. Si se detecta temprano puede ser más chico.
E de evolución. El lunar evoluciona, cambia de tamaño, forma, color, o aspecto.
Cuando un melanoma se desarrolla en un lunar antiguo, la textura puede alterarse y se puede endurecer o abultar. A veces genera picazón, supura o sangra, pero no es lo común. La mayoría de las veces ni se siente: no causa dolor.
Aun cuando los exámenes domésticos ayudan a detectar rápidamente el melanoma, no sustituyen la visita anual al dermatólogo que con su ojo clínico ve lo que no se ve en casa.
Los más propensos
Existen varios factores de riesgo que hacen a algunas personas más propensas. Aquellos con pieles muy claras, que cuando van a la playa no se broncean sino que se ponen rojos y que tienden a quemarse rápidamente, están entre los más vulnerables.
Otras personas de alto riesgo son aquellas que en todo su cuerpo tienen más de 100 lunares o que tienen al menos un lunar que mida más de 8 milímetros también lo son. También los que tienen antecedentes familiares y los que durante los primeros 20 años de vida se expusieron mucho al sol. Por eso hay que cuidar a los niños, porque la piel tiene memoria.
Y, por supuesto, cualquier persona que tenga un lunar que cumpla con la fórmula del «A, B. C, D y E» corre peligro.
Adriana Guerra, dermatóloga de la Clínica Fénix Salud, en San Bernardino, Caracas, ofrece consejos para reducir el riesgo del melanoma:
1. Llevar ropa adecuada para protegerse contra los rayos UV. La mejor es la de color negro, con factor de protección. También ayudan los sombreros de ala ancha y los lentes con protección UV.
2. Uso frecuente de bloqueador solar (igual o mayor a 30 FPS) aplicado 30 minutos antes de salir, incluso en la ciudad.
3. Mantenerse bajo la sombra, especialmente durante las horas pico o de mayor intensidad de la radiación ultravioleta (de 10 am a 4 pm).
4. Evitar bronceado y quemaduras por el sol.
5. Evitar cámaras y salones de bronceado.
6. En niños menores de 6 meses evitar la radiación solar.
7. Realizar autoexamen de piel una vez al mes y visitar al dermatólogo una vez al año.
Yaser Dagga CEO de Galería Avanti, anuncia que 18 productos de la prestigiosa marca española dermofarmaceutica, Sesderma, se unirá a su piso de cosméticos
Aunque su origen no es del todo claro, los dermatólogos consideran que podría encontrarse en las inflamaciones provocadas por el virus Sars-CoV-2, sumado a estrés emocional y los medicamentos administrados