Salud

7 claves para ayudar a los niños con TDAH a estudiar en casa

La hiperactividad suele afectar más a los varones y el déficit de atención a las mujeres. Este trastorno puede durar hasta la adultez. Por el Día Mundial del TDAH compartimos algunos datos para ayudar a las personas con esta condición

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TDAH
Foto Cottonbro / Pexels

El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tiene su origen neurobiológico. Se inicia en edad infantil y puede durar hasta la adultez, afectando aspectos como la memoria de trabajo, desorganización, impulsividad y defectos en el control inhibitorio.

Si estudiar desde casa es difícil para cualquier niño, para quienes padecen de TDAH lo es aún más. Por ello,  Oscar González Marrón, pediatra neurólogo y neurointensivista venezolano, comparte 7 claves para ayudar a estos niños y adolescentes a lograr lo mejor posible dentro de esta coyuntura impuesta por la pandemia.

1. Exigir un plan. Formular un programa de educación individualizada, realizar o pedir un programa escrito. Son nuevos métodos de enseñanza y es factible que algunos estudiantes necesiten diferentes formas de adaptación, por ejemplo, software de aprendizaje virtual, extender el tiempo para las tareas que requieren de supervisión de los padres, quienes en vista de sus labores en su mayoría no están disponibles en el horario escolar.

2. Establecer horarios y cumplirlos. Si la escuela no establece un horario fijo de conexión o si envía las clases y las asignaciones por Whatsapp, es recomendable establecer una hora definida para estudiar. Lo mejor es escribir este calendario y las tareas diarias.

«Esto puede ayudar al estudiante a mantener el interés y la voluntad de hacer las tareas», dice el neuropediatra.

3. Una actividad densa y otra ligera. Alternar las tareas escolares que menos le atraen a su hijo con las que más disfruta. Así no se cansa tanto.

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4. Hacer recesos. Utilizar horarios de descanso y horas libres. Esto es fundamental para lograr un buen rendimiento cerebral.

5. Felicitarlo en lo específico. Concéntrese en las fortalezas y esfuerzos del niño. Felicítelo cuando haga las cosas bien y alabe su esfuerzo. Pero sea concreto. Ellos se benefician de los comentarios específicos, inmediatos, enérgicos y positivos. Por ejemplo: “¡Buen trabajo! ¡Empezaste tu trabajo a tiempo!».

6. Ponerse en su lugar. Recuerde siempre que el estudiante tiene que aprender información nueva en tiempos estresantes. Debe tener supervisión, orientación más activa y atención absoluta de los padres.

TDAH
Foto Julia M. Cameron / Pexels

7. Por pedazos es mejor. Segmentar la información a aprender, en partes pequeñas, da mejor resultado.

Aunque esto escapa de los padres, el especialista también apunta que los estudiantes con TDAH deberían recibir atención más individualizada por parte de sus profesores.

¿Cómo saber si un niño tiene TDAH?

Cuando se visualiza a un niño que se mueve en los momentos que no resulta oportuno, habla en exceso y hace ruido constantemente, se puede estar frente a síntomas de hiperactividad.

Otras alertas son la dificultad para finalizar tareas, para escuchar y seguir instrucciones u órdenes, distraerse con facilidad y no terminar las actividades que empieza.

“Suelen ser impacientes, tienen problema para esperar su turno, estar en filas, interrumpen con frecuencia a los demás, los cuales son síntomas de impulsividad”, dice el médico.

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Cuidado con los adolescentes con TDAH

En el caso de los adolescentes, González Marrón advierte que el TDAH se asocia con comportamientos arriesgados que pueden llevar a la baja autoestima,  fumar, beber, consumir drogas, tener accidentes e iniciarse de forma precoz en la actividad sexual.

Uno de cada cinco personas con TDAH y con trastornos de conducta, tiene tendencia a desarrollar una psicopatía. En el caso de los adultos, se asocia a una menor calidad de vida, a divorcios frecuentes, embarazos no deseados, abuso de sustancias y a depresión, entre otras situaciones”

Al referirse a las causas, expone que es un trastorno neurobiológico complejo, multifactorial, donde influyen factores genéticos, ambientales, neuroanatómicos, neuroquímicos y psicosociales.

TDAH
Foto Karolina Grabowska / Pexels

“Se estima que 76% de las causas del TDAH puede atribuirse a factores genéticos familiares, pues tienen cinco veces más probabilidades de presentar el trastorno, que las personas sin antecedentes familiares”.

Y también en la adultez

Epidemiológicamente, la prevalencia a nivel mundial del TDAH es de un 7,2%; no obstante, algunos estudios lo colocan incluso hasta en 20%.

La hiperactividad suele ser mayor en hombres, mientras que el déficit de atención es más característico del sexo femenino. El patrón es el mismo y es persistente: comprende conductas de inatención, hiperactividad e impulsividad.

Explica el especialista del Grupo Médico Santa Paula que, desde el punto de vista neurológico, el paciente presenta dificultad en su memoria de trabajo, también niveles problemáticos de inatención, trastornos negativista desafiantes y de lenguaje, dificultad para el aprendizaje, trastornos emocionales como la depresión y ansiedad e incluso, de alimentación en la adolescencia, o al entrar a la edad adulta (bulimia).

“Tradicionalmente se considera exclusivo de la infancia y adolescencia. La realidad es que persiste en la edad adulta. El 30% de los casos diagnosticados en la infancia presentan el síndrome completo en la edad adulta. El 65% no cumple todos los criterios, pero mantiene síntomas importantes”.

Recomendaciones

El adecuado diagnóstico para estos casos comienza por una evaluación clínica completa. Además del interrogatorio base, se acompaña de una historia clínica, evaluación física y, si es necesario, apoyo paraclínico para lograr diagnósticos diferenciales de otras patologías.

“Se trata de un diagnóstico dimensional, que se puede modificar en el tiempo. Por eso amerita un seguimiento exhaustivo en sus etapas de desarrollo. El tratamiento depende no solo de la evaluación realizada por el equipo multidisciplinario, también requiere individualizar y jerarquizar al paciente, además de involucrar a los padres, como parte fundamental del tratamiento”.

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