En el mundo de la sexología hay una estadística general que se maneja entre los profesionales: 3 de cada 4 mujeres no tienen orgasmos. A pesar de ello, más del 70% de los hombres cree que su pareja sí lo tiene. Entonces, no hay que ser matemático para sacar una conclusión clara: las mujeres fingen y los hombres se comen el cuento
Si eres mujer y estás leyendo este artículo, es probable que alguna vez hayas fingido un orgasmo. Las razones para hacerlo son muchas y más adelante las abordaremos. Pero es el momento de enfrentar tus miedos: ¿por qué continuar con una mentira que no te genera placer?.
Alrededor del orgasmo femenino hay muchos mitos, miedos, tabús y desconocimiento. Las estadísticas son arrolladoras. La mayoría de las mujeres no consiguen el orgasmo en sus relaciones sexuales y muchas veces jamás lo experimentan. Lo paradójico es que suceda cuando el cuerpo femenino está diseñado para ser multiorgásmico. Entonces, ¿qué pasa?
La sexóloga Ninoska Sessa habla abiertamente sobre el tema y pone el acento en un punto clave: «La mayoría de los casos por los que las mujeres no consiguen el orgasmo es por un bloqueo emocional y no por un tema fisiológico».
Aunque las razones hormonales, los traumas nerviosos, la atrofia vaginal por el parto, la lactancia materna y otros factores fisiológicos pueden afectar que las mujeres lleguen al orgasmo, Sessa asegura que la mayor parte de los casos tiene más que ver con un tema emocional.
«Si estás estresada, tienes problemas en casa, problemas de pareja, te angustia algo y esos pensamientos llegan al acto sexual, entonces no vas a lograr tener un orgasmo porque todos esos pensamientos bloquean tu deseo sexual», asegura la sexóloga. Incluso, confiesa que muchos pacientes llegan a consulta porque tienen problemas sexuales que provienen de problemas de pareja y que necesitan de terapia psicológica y terapia sexual de forma paralela.
Sin embargo, no siempre son problemas de pareja los que impiden los orgasmos femeninos, sino que trasciende a un problema social que crea un gran tabú sobre el tema y que lleva a las mujeres a no hablar de él y a fingirlo para hacer sentir bien a la pareja.
Sin embargo, siempre hay solución, y Ninoska Sessa ofrece tres claves para que empieces a sentir y dejes de fingir.
En la escuela enseñan educación sexual enfocada en la reproducción, poco sobre el tema del placer, señala Sessa. La masturbación femenina es un tema que no se explora. Los hombres, sin embargo, con o sin información, practican la masturbación con mayor naturalidad.
«Tocarte y explorarte te permite conocerte, saber qué sientes, dónde sientes, cuales son tus mayores puntos de placer. ¿Si no eres tú quien sabe lo que te gusta entonces quién?». dice Sessa.
¿Cómo masturbarse? La sexóloga recomienda tomar un espejo y recostarse en un lugar cómodo y en silencio. A partir de allí es importante que veas la anatomía de tus genitales. «Todas las vulvas son diferentes». Después de observar debes empezar a tocarte y darte cuenta qué te gusta, con qué intensidad y descubrir tus zonas erógenas y tus puntos de placer.
Si ya te tocaste y sabes lo que te gusta, entonces comunícalo. Hay mujeres que les encanta que le laman la oreja, otras lo detestan. Ellos no son adivinos. Tienes que mostrarles el camino para tu orgasmo.
«Cuando estas en pareja una primera conversación que debes tener es señalar lo que te gusta y lo que no te gusta. No es un tema de ofender o juzgar, sino de señalar cual es la dirección que quieres. Desde tener claro de que el placer no depende del otro sino de ti, y por eso debes conversar sobre tus deseos».
Obviar esta conversación por miedo a que el otro no le guste y fingir orgasmos lo que dará es una dirección equivocada a tu pareja que seguirá haciendo lo mismo que no te hace llegar al clímax, asegura la especialista.
Pensar mucho a veces arruina el momento. El mismo estrés por las cosas del día a día o por la obligación de conseguir el orgasmo o hacer que el otro se sienta bien crea una presión previa al sexo que logra el efecto contrario. Lo mejor es relajarse y tener un ambiente relajado para solo sentir y dejarse llevar.
«Hay que aprender a dar placer y a recibir placer. Así como hay que quitarse el pudor que a veces se tiene y que limita el orgasmo», asegura Sessa.
Si a pesar de esto sientes que no puedes o no sabes cómo lograr placer en tus relaciones sexuales la recomendación también es ir al especialista. «El momento de asistir es cuando notes un cambio, cuando de 10 relaciones sexuales en ninguna hayas alcanzado el orgasmo, cuando tengas cualquier conflicto sexual por un periodo mayor a seis meses», señala.
«Todos somos diferentes y por eso es importante que nos conozcamos», asegura Sessa, quien además enfatiza que no siempre en todos los encuentros sexuales se tiene que llegar al orgasmo, pues dependerá incluso del ciclo menstrual en el que te encuentres, que el orgasmo no solo es por penetración vaginal, sino que hay muchas zonas erógenas en el cuerpo femenino, y que también es un mito que la pareja deba alcanzar el orgasmo en el mismo momento, «si lo logras maravilloso, pero no es lo común».
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