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Avistamiento de aves: una nueva y atractiva oferta turística en Margarita

Ambientalistas conocedores de los ecosistemas de Nueva Esparta detectan potencial socioeconómico en el aviturismo como generador de un mercado de atracción de visitantes. Se precisa el vínculo ecoturismo-sostenibilidad ambiental; el necesario equilibrio entre desarrollo de las comunidades y conservación de la biodiversidad.

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Cambio climático y turismo sostenible tienden a fusionarse en un concepto: ecoturismo, actividad que en sí misma implica mercadear destinos atractivos en los que prevalece el deseo humano de disfrutar de la naturaleza. A partir de allí surge la necesidad de que el objetivo económico no altere ecosistemas en espacios en los que las bellezas naturales son protagonistas.

Es el caso de la isla de Margarita en particular, y en general Nueva Esparta, es frecuente que algunas promociones incluyan ecoturismo que trasciende la playa, como el orientado hacia el senderismo, la aventura, la flora y la fauna. En ese sentido, recientemente, el avistamiento de aves, se ha sumado a la oferta.

Si bien no es novedad la presencia de especies migratorias y endémicas en humedales y mangares; iniciativas particulares, algunas cuentas en redes sociales y las ONG, como Provita, resaltan el avistamiento de aves como una actividad sostenible para crear oportunidades económicas y promover acciones conservacionistas.

¿Es una misión posible?

La Corporación Interamericana de Inversiones, renombrada como BID Invest en 2017, encargada de promover y apoyar al desarrollo del sector privado y de los mercados de capital en sus países miembros de América Latina y el Caribe, asegura en su blog que “el éxito a largo plazo del turismo basado en aves, (…) tanto depende de lo bien que las estrategias implementadas durante esta fase piloto puedan integrarse en un enfoque sistémico que aborde las cuestiones de desarrollo sostenible para las comunidades dentro y cerca de los ecosistemas” .

En Venezuela, la ONG Audubon, creada en 1970, establece la misión de “promover el conocimiento, el amor y la conservación de las aves y sus hábitats en Venezuela, a través de programas de educación, investigación, divulgación y recreación, incorporando a las comunidades, con el fin de contribuir al uso sustentable de los recursos naturales, a la protección de la biodiversidad y a mejorar su calidad de vida”.

Esta organzación establece la definición de aviturismo como “la actividad de observar e identificar aves en sus hábitat naturales” (Sekercioglu 2002) para dejar datos que orientan hacia la focalización de la pauta para este trabajo, al precisarse que en nuestro país, “a pesar de las inmejorables condiciones que tenemos para esa actividad, la proporción es mínima ya que se requiere de grandes esfuerzos orientados hacia la divulgación, el conocimiento y la participación de las comunidades con sectores económicos y políticos, que fomenten el desarrollo de un turismo ecológico de calidad y bajo de impacto ambiental”.

Y la experiencia de quienes desde Audubon dan señales más precisas sobre el tema que nos ocupa, anexa otro dato que motiva: “En materia de aves, Venezuela está dentro de los primeros diez países mega diversos en el mundo. Ocupa el sexto lugar en variedad de aves y el quinto en América Latina, presentando más de 1.380 especies”.

Habla un experto

El explorador y ambientalista Alfredo Lemoine, (@kayak_margarita) tiene una experiencia de más de una década en avistamiento de aves. Habla con El Estímulo sobre la potencialidad de esta actividad y si, entre otras cosas, Nueva Esparta puede ser considerado un “santuario de aves migratorias”.

– Claro que se puede afirmar porque si contamos en Margarita y Coche con 12 de los 26 humedales de importancia en Venezuela, entonces tenemos el potencial necesario para llevar adelante y desarrollar actividades de avistamiento; más aún, por estar en ruta migratoria, las visitas de estas aves hacen que estas islas sean atractivas para el turista que gusta de esta pasión.

Clima, situación geográfica, condiciones específicas de ciertos espacios montañosos, acuáticos, lagunas; de nuevo muestran una faceta de Margarita más allá de las playas que, aún luego de algunos años, es novedosa para muchos.

Por eso tiene sentido hablar y describir nuestro ecosistema de humedales. Pudieran ser de agua dulce, como los arrozales o las riberas de los grandes ríos que se desbordan e inundan vastas zonas durante gran parte del año; o en todo caso humedales de manglar que, por lo general son de agua salada y en ocasiones más saladas que el mar por los altos grados de evaporación que aumentan su salinidad; es decir, los hacen perfectos para el desarrollo y reproducción de innumerables especies de peces, mariscos, moluscos,crustáceos y esponjas marinas que los convierten en un comedero natural para las diferentes especies que hacen vida aquí y nos visitan durante el año.

-¿Se conoce el número aproximado de especies? ¿Podría mencionar las de mayor presencia?

-En el Parque Nacional Laguna de La Restinga encontramos 85 especies de aves residentes y cerca de la mitad son especies migratorias, teniendo una endémica casi en extinción como el ñángaro y una emblemática en la isla por ser el.ave regional como la cotorra margariteña, en proceso de recuperación gracias a la importante misión de la ONG Provita, que durante años se ha abocado a la tarea del resguardo, reproducción y aumento de la población de ejemplares.

Detalla Lemoine una amplia variedad de aves y entre las más conocidas menciona chorlos, garzas, garcitas, garzones, chicuacos, guacos, tirras, gaviotas, cormorán y àguila pescadora, así como patos. Sobre acuáticas marinas, indica entre las de mayor presencia el pelícano, las tijeretas y los flamencos. Igualmente agrega para otros espacios a la paraulata, que en Margarita la llaman chulinga, el guayamate y el tordo común.

Como zonas susceptibles para el desarrollo del avistamiento con posibilidades de acceso menciona el parque nacional Laguna de La Restinga, la laguna de Boca de Palo, Laguna Blanca o El Morro en Porlamar, la laguna de Las Marites, Los Mártires, las salinas de Pampatar, Punta de Piedras y adyacencias del puerto de El Guamache.

Biodiversidad y sustentabilidad

Es común en las promociones turísticas en la isla la mención a centros comerciales, conciertos, gastronomía, recorridos históricos y religiosos, e igualmente, aunque en menor medida, en algunas se precisa que Margarita no es sólo playas. Se insiste, y orienta el interés hacia la naturaleza.

Es en ese espacio en el que se encuadra el avistamiento de aves o aviturismo, y María Daniela Pineda, bióloga perteneciente al equipo de la ONG Provita, da una amplia explicación en ese sentido, expone al respecto:

-Venezuela es uno de los países meta verso del planeta y Nueva Esparta está integrado a esa realidad desde la que hay mucho que ofrecer. En avistamiento de aves en la isla de Margarita hay ecosistemas bien contrastantes en los que se detectan bosques nublados, húmedos como en Cerro Copei en la parte oriental de la isla; así como manglares en el Parque Nacional Laguna la Restinga, en el monumento natural Laguna Las Marites y espacios extendidos por todo el territorio insular en ecosistemas de cardonales. Todo eso es lo que permite albergar múltiples especies que en general pueden ser cerca de 150. De ellas, aproximadamente tres decenas son del tipo migratorio.

Con lo anterior hay que agregar especies endémicas propias de la isla como la cotorra margariteña, el guayamate tipo cardenalito, el gonzalito, el perico “cara sucia”. Todas se localizan tanto en la parte oriental y occidental y algunas que solo habitan lugares específicos como es el caso de la cotorra margariteña en el bosque seco de la Península de Macanao.

-Todo lo que usted describe es como un tesoro natural de incipiente conocimiento general, sin mayor difusión, promoción, conocimiento, motivación y educación de la actividad tanto en Venezuela como en Margarita

-Hay profesionales expertos, especialistas en este tema, aunque lo fundamental es que se fomente la actividad en la naturaleza, no sólo en cuanto al aviturismo, y eso requiere importantes y hasta complejos esfuerzos de carácter interdisciplinario y sectoriales en los que converjan comunidades, instituciones con competencia ambiental, investigadores y profesionales en el campo de la biología y la conservación, organizaciones de la sociedad civil, así como actores políticos y económicos.

-Usted lo reafirma, es un trabajo bien complejo…

-Venezuela tiene mucho potencial en esta materia, pero esto deber ser impulsado arduamente con mucha responsabilidad por la magnitud de la tarea, la cual trasciende hacia la necesaria capacitación de las comunidades, la dotación de equipos, gestión de permisología, reglamentaciones y controles legales, así como la promoción, comunicación y divulgación de actividades.

Pineda es la coordinadora en Provita de la campaña “Cambio de comportamiento para reducir la demanda de la cotorra margariteña cabeciamarillla” , experiencia particular que permite consultarle sobre las condiciones necesarias para alcanzar un equilibrio entre ecoturismo y protección del ambiente

-Pareciera que el camino apenas se inicia y habría que tomar previsiones

-Hay que decir que las reservas de fauna silvestre, los santuarios, los refugios, son espacios naturales que han surgido y están para ser protegidos, para su conservación, para su mejoramiento y para establecer una relación sostenible con la fauna. En el caso específico de la Reserva de Fauna de Península de Macanao, un principal objetivo es conservar el ecosistema y manejar las poblaciones de interés que ahí sean albergadas como la cabeciamarillla.

Se puede afirmar que el avistamiento es perfectamente compatible con el objetivo de equilibrar ecoturismo y ecosistema porque es una actividad en la que se establece una relación basada en criterios de sostenibilidad con la fauna silvestre. En este sentido los entes gubernamentales deben ser garantes del cumplimiento de leyes y controles ambientales en reservas y santuarios.

Guías para abrir rutas

La ONG Audubon es precisa en planteamientos orientados hacia la importancia de adelantar programas y planes de ecoturismo y avistamiento en función de la sensibilización de las comunidades, lo cual a la vez genere posibilidades de mejoras económicas en la calidad de vida de las localidades.

La bióloga Pineda, quien además pertenece a la Uniòn Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, capítulo Sudamérica, explica en tal sentido:

-Provita adelanta actividades de capacitación de guías en el municipio Península de Macanao en las poblaciones de Boca del pozo y Robledal para el avistamiento de aves dentro de la campaña “Cielo verde”, de cambio de comportamiento para reducir la demanda en el tráfico ilegal de aves en función de la conservación de las especies. Se han establecido alianzas para adelantar las actividades y lograr la sostenibilidad. En conjunto, todo ello posibilita desarrollar capacidades de formación en las comunidades que luego contribuyan a mejorar la calidad de vida, ya que se convetirían en una actividad económica como parte del ecoturismo.

El trabajo avanza en el marco del proyecto de “cambio de comportamiento” y avistamiento de aves para abrir rutas con los guìas ya adiestrados. Para la capacitación hemos contado con el apoyo de Inparques, con profesionales delInstituto Venezolano de Investigaciones Científicas(IVIC), que han visitado la isla, y de organizaciones de promoción turística como Hacienda Macanao y Treking Macanao.

-En medio de todo eso, ¿ha habido receptividad de organizaciones empresariales en función de promover emprendimientos relacionados con el avistamiento de aves como actividad de potencial atractivo turístico en Margarita?

-Hasta ahora, Provita no ha solicitado apoyo de organizaciones empresariales para esta actividad. Sí hay que precisar que el avistamiento de aves, el aviturismo, requiere especial atención porque es evidente su potencial económico, generador de un mercado de atracción de visitantes porque está directamente vinculado con el desarrollo ecoturístico, en sintonía a su vez con la sostenibilidad ambiental. Sin duda sería un impulso al desarrollo de las localidades y a la conservación de la biodiversidad, así como proyectar su importancia y trascendencia en el ámbito educacional escolar como factor multiplicador de su difusión.

La emoción de ver aves

Más allá del potencial de desarrollo turístico y en consecuencia económico del avistamiento de aves, que impactaría favorablemente en las comunidades aledañas a los humedales y manglares, como lo indican María Daniela Pineda y Alfredo Lemoine, prevalece la humana necesidad de disfrutar de la naturaleza.

Es la emoción que describe el periodista ambientalista Cruz Moreno, @cruzmore8050, quien ofrece su especifica visión de la relación humana con las aves, lo que puede entenderse como la parte esencial del aviturismo.

-He intentado promover este tipo de actividad en favor de la fauna entre comunidades y vecinos con algunos resultados positivos. No es fácil convencer a las personas de la importancia que tiene una modesta labor en pro de la conservación de la naturaleza. Mucha gente no tiene tiempo, pero hay que vivir esta experiencia para saber la importancia y el placer que nos produce la presencia de estos seres vivos; de su canto y sus plumajes, el significado que tiene este pequeño esfuerzo en favor de esta preciosa fauna que nos acompaña en este mundo.

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