Melomanía

Isra: "Soy un sifri-punk"

Después de mucho tiempo, Isra vino a Caracas para tocar en el Cusica Fest. Y promete que volverá por más, ya con su nuevo disco el año próximo. Conversamos con él sobre su trabajo, los sifrinish y las tóxicas

Isra
Fotos: Alejandro Cremades
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Isra dice que odia la palabra “influencer” pero no puede negar que con sus canciones y el podcast “99%” conecta con miles de personas. Hace música desde que tiene uso de razón, pero fueron sus videos los que lo llevaron a la fama primero. El más conocido de ellos es “Sifrinish van de pesca”. Aun así, Isra no se rindió.

Entre sus más exitosas canciones está “Voicemail” con Akapellah, “No es normal” y “A los culish les gusta” con 2 millones de reproducciones. Cuenta con 107 mil seguidores en Youtube y sus temas suelen pasar de las 100 mil vistas.

-Cuando comencé a hacer videos tenía dos proyectos musicales. Uno se llamaba Tropic, y el otro Yare. Ninguno salió. Fueron cuatro años, entonces como no salieron, la gente pensaba que no hacía nada. Y decidí hacerlo yo solo, ir a mi propio ritmo. Ahí fue cuando empezó el proyecto musical de Isra.

Ahora, después de 14 años, Isra volvió a Venezuela como artista invitado para el Cusica Fest. Aprovechó la oportunidad para acercarse a su país, recorrer y reencontrarse con su ciudad. Por eso, en vez de hacer la entrevista en la ubicación inicial -Los Palos Grandes- ese mismo día decidió ir al centro.

-Al centro yo siempre venía para hacer diligencias, pero no para pasearlo, conocerlo. Ahora está más accesible para caminarlo, es más tranquilo. Cuando estoy aquí quiero conectar con la ciudad, con nuestra raza y pueblo.

Si regresa a Venezuela será con nuevas canciones y metas en sus otros proyectos. En los primeros meses de 2024 presentará su nuevo disco, y por ser ambicioso, está planeando que el podcast 99% sea el más exitoso de Latinoamérica.

-Para eso estamos mejorando ciertos aspectos de lenguaje, ser más neutral al comunicarnos para que todos los países nos entiendan, y ese tipo de cosas que son nuestra meta del año que viene.

99% tiene de anfitriones a Isra y Abelardo. Cada cuatro días montan un nuevo video con un invitado en el que hablan de diversos temas relacionados a sus carreras y lo que hacen. Tienen 149 mil seguidores y por allí ha pasado gente como La Jose, Akapellah, Rawayana y Christian McGaffney.

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-En “50 cosas sobre mí” dices que te gusta todo tipo de música. Para no encasillarte, ¿cómo describirías la tuya?

-La música que hago la he catalogado como punk urbano, pero es raro catalogar algo porque a veces me dan ganas de hacer cosas distintas. Lo que sí trato de hacer siempre es expresar la música con la que crecí. Mi papá escuchaba jazz y Frank Sinatra, mi mamá escuchaba Rosario… Y yo escuchaba punk. Entonces, es raro, tengo de todo un poco. El jazz también iba acompañado por la salsa, por los boleros… Escuchaba mucho Luis Miguel en mi casa…. Sí, al final del día creo que es punk urbano, pero es alternativo. Alternativo porque es alterno a lo que suena en la radio, que es el pop popular.

-En tus últimos videos musicales hay una vibra diferente, nuevo maquillaje y distinto pelo, ¿en qué te has inspirado?

-Yo siempre he sido loco con los peinados, te puedo pasar fotos si quieres… Pero soy así desde el colegio. He tenido el pelo así (señala su pelo marrón) o amarillo… Me aburre tener siempre lo mismo. En el pelo, especialmente. He tenido afros y pelo largo. Son como etapas, nuevos “Isras”. Siento que han sido pocos mis cambios, aunque es verdad que cuando crecí, mis papás ya no podían perseguirme y decirme “no puedes hacerte eso, ese piercing, ese tatuaje”. Así que pude hacerme estos cambios ya crecido. Por ejemplo, este (piercing) de la boca siempre lo quise.

-¿Y sientes que tu música cambia con ellos?

-No tanto por como me veo, pero a veces, son etapas de cómo me siento. Si estoy enamorado, escribo de una manera. Si estoy roto, escribo todo roto. Si escribo sobre cosas personales, también cambia. Tengo épocas, todo depende de cómo esté en ese momento.

-¿Qué vino primero, el ascenso a músico o a Youtuber?

-Primero fue la música. Es lo único que hice por muchos años. Después, las redes sociales, algo que no busqué. Fue simplemente mi manera de expresarme. Siempre me he expresado con el graffiti o a través de la música. Me he expresado a través de podcasts. Y me he expresado a través de videos. Pero la música la estoy haciendo desde los 5 años, desde que tengo uso de razón.

-Entre esos videos está el más exitoso, el de los “sifrinish”. ¿Eres un músico sifrino?

-Ah, sí. A mí no me da pena eso. Pero sí sé que el término sifrino está mal interpretado por mucha gente. Cuando decimos sifrino, imaginamos a un tipo que trata mal a los demás, a un ególatra o a gente que es despectiva. Pero hay sifrinos que son buena gente, a los que simplemente les gustan las cosas buenas. A la gente le gusta vivir bien, a nadie le gusta vivir mal. A mí me gusta estar cómodo. Por eso trabajo tanto, trabajo para darme mis gustos. Yo duermo poco. Lo que hago es trabajar y trabajar. Entonces, sí soy un sifrino. Soy un sifri-punk.

-¿“A los culish les gusta” y “Sifrinish” están conectados?

-Obvio, es el submundo. En el universo de los sifrinish, los sifrinish deciden meterse a cantantes de trap, porque eso es lo que está de moda. Esos sifrinos son cool, porque no están pendientes de joder a nadie. Entonces, se meten a cantantes de trap y “A los culish les gusta” es el resultado de esa decisión de los sifrinish. Sólo que se fue de las manos y pegó muchísimo. Era un video más, en verdad.

-Entonces, no lo consideras como parte de tu carrera musical, ¿o sí?

-No lo consideraba, hasta que vi el impacto que causó en la gente y cuanto me lo piden en los shows. Entonces, lo que hice fue hacer una versión punk de “A los culish les gusta”, y esa es la que estoy tocando en vivo. Creo que a la gente le está gustando más y todo. En el Cusica Fest me la estaban pidiendo muchísimo y yo no puedo quitar esa canción del set si le gusta tanto a la gente. Tengo que estar agradecido con eso, a pesar de que inicialmente era una parodia. No es que quería decir “esto es lo que hago yo en música”. No, yo estaba en el mundo de los sifrinish y los sifrinish querían hacer trap porque eso es lo que les gusta a los culish. A los culish les gusta el trap, y como a los culish les gusta el trap, haremos trap.

-¿Hay diferencias entre el público de Miami y el que viste en el Cusica Fest?

-Sí, completamente, son distintos. Incluso, el de Los Ángeles también. No sé muy bien cómo. Es que tendría que tocar un poquito más. Porque yo tenía 14 años sin venir, ni siquiera con los culish pude venir para acá. Estoy en deuda con la gente, y tendría que tocar más. Para compararlo con Miami, tendría que tocar tantas veces aquí como he tocado en Miami, cientos de veces en vivo. Entonces, tendría que hacer cientos de shows aquí para yo poderte decir “mira, en esto son distintos”, porque un solo show no te lo puede definir. Pero la gente de uno (de Venezuela) apoyándote es inexplicable.

-¿Te sentiste más cercano a los venezolanos de acá o a los miameros venezolanos?

-Yo me identifico en la mitad, porque tengo mucha personalidad americana y estudié en un colegio allá. Pero apenas toqué Venezuela, mi tierra, me sentí entre mi gente.

-¿Y cómo conectaste en el Cusica Fest? ¿Cómo describirías tu experiencia?

-Nada más con el hecho de que la tarima en la que yo toqué estaba botada y lejísimo comparado con las otras dos, y que hayan venido a la tarima a verme, ya eso no tiene precio. Fueron para allá, estaba vacía y llegó un montón de gente. Ya eso tiene demasiado valor para mí. Eso no lo compra nada, no hay cariño que compre eso.

-Sentiste que era personal

-Completamente. Siento que es la gente que ha seguido mis pasos y sabe lo que hago. Mucha gente no sabe que hago música antes que los videos, porque ese video (“Sifrinish”) pasó a un nivel popular loquísimo y opacó mi pasado musical. Fue un arma de doble filo, no es tan fácil como pareciera. Es normal que la gente piense que yo hacía videos antes que la música, pero es al revés. Sentí que esta gente lo sabía.

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-Volviendo al tema de la música, has hecho algunas colaboraciones muy exitosas, como con Sixto Rein y Aloisio, ¿con quién más te gustaría colaborar?

-Con Travis Barker, el baterista de Blink-182. Algún día lo haré, estoy seguro de eso. Va a pasar, es inevitable. Como diría la gente de Matrix, “no puedes evitar lo inevitable”.

-En muchas canciones hablas de una tóxica que te gusta, como en “No es normal” ¿Has tenido alguna tóxica que te guste?

-Sí he tenido, pero no han durado nada en lo absoluto. Tenía una que se molestaba si me pedían fotos en la calle. Ya con eso, sí no podía. No puedo negarle una foto a alguien. Para mí quizás es un momento normal, pero para una persona puede ser el más especial de su vida. Y cuando alguien me pide una foto trato de darle la mejor experiencia. Aunque sea su ídolo o no, quiero hacerles el día. Pero sí tuve novias tóxicas, aunque no soy muy noviero. He tenido chamas con las que he salido.

-¿Y tú has sido tóxico?

-Una vez fui tóxico. Le revisé el teléfono a una chama, pero era para terminar de salir de eso. Ya yo sabía algo, pero uno enamorado no se termina de dar cuenta. Necesitaba algo que me hiciera darme cuenta. El que busca, encuentra. Y listo. Eso fue lo único tóxico que he hecho. Soy muy tranquilo, a veces soy tan tranquilo que pienso que a las mujeres les gustaría que fuera menos. Un poquito de toxicidad es bueno, como Twitter.

-¿Qué es lo peor que te ha hecho una tóxica a ti?

-Hay situaciones tóxicas que no te hacen tóxico. Una vez saqué una canción y una influencer comentó en redes sociales sobre la canción. Y con la que estaba saliendo me dijo “deja a esa chama”, pero el comentario que había hecho era sobre la canción, no sobre ella. Pero se lo tomó personal. Fue un problema tóxico por una tontería, no tenía sentido. Básicamente, alguien subió una storie para ayudarme a promocionar la canción, y ahí empezó todo.

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