Sexo para leer

Hablan cinco veteranas sobre penetración anal

Conversando libremente entre mujeres sobre el sexo anal, algunas coincidieron que es el lugar por donde más disfrutan que las penetren. Ese lugar mágico que los hombres siempre esperan, y que cuando llega el momento se transforman en esclavos. Para practicarlo no necesitas edad, ni una cara determinada, solo importa poseer unas nalgas

Fotografía: Diana Mayor
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En UB recibimos a mujeres hermosas, las fotografiamos, las entrevistamos y  mostramos su lado íntimo. Hoy te contamos sus secretos y,  a través de ellas, te orientamos a hacer del sexo una aventura extraordinaria. Ojo, hemos tenido que cambiar los nombres para asegurar su anonimato. En esta oportunidad reunimos 5 veteranas que utilizan su propia experiencia sexual para guiarte a obtener el mejor sexo anal con tu pareja.

1 La que manda.

Marina Visconti: “Nunca pidas nada, esto producirá un rechazo automático en nosotras, ella te dirá si le gusta o no. Las mujeres somos una caja de sorpresas. Si eres curioso y conversador empieza a conocerla, ella sola buscara posiciones que te despierten el morbo. El hombre que elijo debe ser muy limpio y estar bien dotado, me excita saber que tengo guardado el mejor lubricante anal. Mi posición preferida es la de perrita, cuando tomo la decisión lubrico bien su dotado miembro y me entrego como una experta. Soy yo la que decide el ritmo y la fuerza. No a todas les gustan las nalgadas y que les tiren del cabello. La clave que debe conocer un hombre es como mantenerse firme sin acabar hasta que corresponda su turno”.

2 La delicada.

Ana Margarita Suárez: “Descubrí el sexo anal muy joven, esto me da autoridad sobre cualquier hombre. Me alimento solo de frutas un día antes de practicarlo. Mis deliciosas nalgas aman ser tratadas como princesas, las cuido como nadie lo hace, las baño en aceite de almendras y las dejo impecable. Lo primero es estimular el área externa. Me gusta que se ponga morboso y pase su legua muy cerca de mi tesoro. Cuando empiece a dilatar puede meter suavemente los dedos lubricados. Todas tenemos una posición ideal para ser penetradas, mi preferida es arriba. Me muevo girando mis caderas lentamente, lo saco del todo y con mi mano lo dejo deslizar una y otra vez. Yo soy la que dirige la operación ellos solo obedecen. Siempre espero que él llegue primero. Me encanta que sea entre mis nalgas esto me produce tanta satisfacción que exploto en un rico orgasmo, suficiente para dejarlo tranquilo.

3 La exigente.

Patricia Montenegro: “Me gusta un hombre bien dotado y que tenga la resistencia de un toro. No todos merecen mis nalgas, su comportamiento dirá el tiempo en que decida dejarlo disfrutar de mi irresistible tesoro. El hombre que elija debe ser muy detallista y caballero. Su erección debe mantenerse firme por largos periodos. Primero entrego mi vagina y lo pruebo repetidas veces, su deber es darme seguidos orgasmos, si pasa la prueba de resistencia y tamaño lo premio. No uso lubricantes porque amo que me bese delicioso. Duele al principio pero con los besos lubrico rápidamente. Tengo dos posiciones, una de ellas es de lado con las piernas abierta al máximo, la otra es de rodillas en el borde de la cama, ésta me produce múltiples orgasmos. Me gusta que llegue adentro, así puedo conseguir un par de orgasmos extras. Sin separarme de él lo abrazo fuertemente esperando oír cuanto lo disfrutó.

4. La del fetiche

Amarilis Rojas: “Me dejo las pantaletas puestas, son mis prendas más queridas. Cuando estoy en la intimidad siempre uso ropa íntima nueva, elijo solo hilo por la sencilla razón que roza mi trasero. No tengo un color preferido pero el negro hace lucir mis nalgas blancas muy provocativas. Nunca me bajó de mis tacones, ellos hacen todo más grande incrementando el morbo de ambos. Puede tocarme pero al principio siempre por encima de la tela que cubre la piel de mi vagina, eso me seduce. Cuando está mojada la muevo de lado, mi posición preferida no puede ser otra que en cuatro. Su miembro debe entrar rozando el hilo, así es como consigo el orgasmo. Lubrico a chorros bañando todas mis nalgas. Me gusta complacerlo hasta que ya no pueda más. Me quitó las pantaletas, se las entrego y de rodillas le pido que se masturbe con ellas en la boca hasta llegar en mis rosados y grandes senos.

5. la exquisita

Karla Rodríguez: “Llévala a su lugar preferido. La mayoría de las mujeres aman las citas y sorpresas. Si la asombras con una invitación a la playa, una noche en la suite del mejor hotel, una cabaña en la montaña o simplemente llevarla a la casa de tus padres y hacerlo con la puerta abierta, mereces disfrutar de su cuerpo sin limitaciones. Tengo un kit de juguetes sexuales que me acompañan, eso también ayuda en las relaciones. La posición ideal es encima de él, cuando estoy a punto de acabar lo muerdo suavemente por el cuello para que de esa manera no se olvide de la noche vivida.

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