En los últimos seis años, el departamento de Políticas Públicas de Colorado, Estados Unidos, ha llevado a cabo uno de los mayores experimentos con métodos anticonceptivos de acción prolongada. Los resultados han sido sorprendentes, lo que nos hace pensar que otros países y estados deberían imitar estas medidas.
El departamento de Políticas Públicas y Ambiente del estado norteamericano de Colorado ha ofrecido a las adolescentes y mujeres pobres dispositivos intrauterinos e implantes subdérmicos que previenen el embarazo durante años. La entrega y colocación de estos métodos anticonceptivos ha sido totalmente pagada por el Estado y sorprendentemente ha calado en la población de mujeres jóvenes.
La tasa de embarazos entre los adolescentes de todo el estado se desplomó en un 40 por ciento de 2009 a 2013, mientras que su tasa de abortos se redujo en un 42 por ciento, según cifras del departamento. Hubo una disminución similar en las tasas de natalidad de otro grupo particularmente vulnerable a embarazos no deseados: las mujeres solteras menores de 25 años que no han terminado la escuela secundaria.
Así lo declaró Greta Klingler, supervisora de planificación familiar para el departamento de salud pública para el New York Times.»Las cifras fueron cayendo en picado (…) Nuestro demógrafo vino a mi oficina con una carta y dijo: ‘Greta, mira esto, nunca hemos visto esto antes'», declaró.
En UB hemos tomado este caso aislado, para dar cuenta de políticas que contribuyen a que los jóvenes planifiquen el momento en que quieran formar familia. Venezuela, según el informe del Estado de la Población Mundial 2015 presentado por Naciones Unidas, se encuentra a la cabeza de Latinoamérica y el Caribe en materia de embarazo adolescente.
El Implanon, así como otros métodos de anticoncepción de larga duración, se vuelve populares ante la escasez de pastillas anticonceptivas. La crisis económica y la escasez que se vive en el país golpean fuertemente al ciudadano y cada vez más se mete entre las sábanas
Novios, esposos, amantes o infieles son también víctimas de la inflación galopante. A la par de la súbita desaparición de métodos anticonceptivos, los precios de las habitaciones de "alta rotación" en las zonas más céntricas de la capital, han impactado los hábitos sexuales del venezolano. El sexo ya no es casual. Sino caro
En la antigüedad, para evitar la concepción, se implementaban curiosos procedimientos. Gracias a la avasallante crisis y la escasez de los profilácticos modernos pudimos acordarnos de ellos
