"Kam-bur" también está en campaña, pero por financiamiento

Con frases como “A ponerse las alpargatas, que lo que viene es joropo”, una pareja de hachas llamadas “las morochas”, y un planeta de nombre “Ombligo” cuyo fondo es El Ávila, comienza el piloto de la serie para niños “Kam-bur”, un proyecto de animación venezolano que busca financiamiento para desarrollar su primera temporada.

Dirigida por Adrián Díaz, animador 2D; Leonardo Gimón, generalista 3D; y Ginette Hernández en la coordinación de producción, “Kam-bur” es una comedia infantil hecha por el laboratorio venezolano de animación Wambolab. La idea nació en 2022, planteándose al principio como un cortometraje de 5 minutos, el cual mutó a un piloto de serie de 9 minutos.

¿De qué va “Kam-bur”?

La historia de “Kam-bur” trata sobre una niña inteligente que crea robots y artefactos reciclando desechos de un vertedero de objetos electrónicos. Y usa sus habilidades para resolver problemas cotidianos de niños que viven en otros planetas. En su laboratorio, la ayuda Lizz, una lagartija organizada y divertida.

Los creadores pensaron a “Kam-bur” como una serie episódica; es decir, que en cada episodio Kam –la niña- viaja a un planeta diferente a solucionar el contratiempo electrónico de un personaje.

Adrián Díaz -director del proyecto- explicó a UB que la imagen de una niña inventora “nació viendo las agendas mundiales y qué es lo que están buscando (los mercados). Ahorita hay un tema muy serio con la contaminación y Kambur utiliza mucho los inventos reciclados”.

Además de la importancia que da a los temas actuales, “Kam-bur” también busca conectar con lo venezolano de una manera “sutil”. Por ejemplo, en la canción introductoria, se escucha el “cam-bur-pin-tón” de un cuatro, y Kam encuentra durante el capítulo piloto una caraota en el proceso de buscar su casco. Por supuesto, tampoco se puede omitir que el nombre de la serie es “Kam-bur”, que viene -lógicamente- de la forma venezolana de decir plátano: “cambur”.

¿Quiénes la hicieron?

En sus dos años de elaboración, en el proyecto participaron 12 personas. Nicolás Daza, de Mystic Studio, encontró voces como la de Navid Cabrera para Kam; Gabriel Bautista y Franco Di Bonaventura hicieron la música; Glenda Celedón los fondos, y Héctor y Luis Romero se encargaron del HDR Audiovisual.

El proceso fue largo y complicado porque los encargados se encontraban constantemente entre sus trabajos y la realización de la serie, la cual se hacía sin ningún presupuesto. Por eso, estuvieron tres meses haciendo el animatic o borrador de las animaciones, 6 meses grabando voces y los dos años -en general- animando.

¿Dónde la veo?

En este momento no se encuentra al aire. Wambolab está en busca de financiamiento internacional para realizar una temporada de 52 episodios. En caso de conseguir apoyo nacional, se haría una miniserie de 20 episodios, cada uno de 1 minuto. Dependiendo de las negociaciones, el proyecto pretende llegar a plataformas que los niños utilizan, como canales de televisión infantiles y streaming.

Los creadores de “Kam-bur” estiman que las inversiones permitirán contar con un equipo de animación más grande e incluso con iniciados en el área que estén dispuestos a formarse trabajando en el proyecto. El financiamiento también aseguraría que el trabajo se realice en menos tiempo y de manera más fluida.

Mientras esto se concreta, el equipo de “Kam-bur” pide a la gente ayudar a difundir por redes sociales el proyecto, y así ganar visibilidad para lentamente llevar a las pantallas hogareñas la comedia infantil venezolana.