Vivir con depresión y reír para contarlo
Yo nací obligado. Como el 90% de las personas que conozco, fui un embarazo no planificado. Ni mis papás me consultaron si yo quería nacer en la Venezuela pre-Chávez, ni yo tenía los bíceps tan desarrollados como para aferrarme al cordón umbilical y no salir al espacio exterior. Mi mamá pujó más duro y yo no tuve opción. Aquí sigo, 28 años después.