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Cartas de amor | Parir

Los representantes del concurso Cartas de amor han publicado las diez cartas finalistas seleccionadas por el comité de lectura. Los seguidores y participantes de la edición 2017 pueden votar por sus favoritas en la página web de concurso. El Estímulo presenta una de las epístolas: "Parir" escrita por Angélica Barrenechea.

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FOTO: ARCHIVO | EL ESTÍMULO

Lorea:
Hoy te vi pasar de la mano de mamá. Tenías una vinchita con flores de cinta rosa enroscada. Parecías una princesa, ¡es que sos tan bonita! Tus ojos chispeantes deslumbran a cualquiera y tu sonrisa conquistó hasta al cajero malhumorado del banco. ¿Cómo te vi? Yo estaba sentada enfrente de ti, observándote. Me sonreíste. No quise hablarte porque tuve miedo. Tu mamá no me conoce, está bien eso, yo entiendo. Vos sí me conocés, chiquita. Vos estuviste conmigo desde el primer minuto hasta que te llevaron. Ese horrible momento para mí que me rasga el corazón cada vez que lo recuerdo. Vos sabés que yo te amo. Siempre lo vas a saber, aun cuando dudes si te amo, cuando creás que me odiás por haberte dejado, aun así, me amás. Yo lo sé chiquita. Uno siempre ama a sus mamás, por más malas que seamos.
Yo no soy la mejor por eso no te dejaron conmigo. Tenían miedo de que te hiciera mal. Yo ahora entiendo. Antes no. ¡Me enojé tanto! Y me puse más mala, eso me jugó en contra, hasta me ataron, de todo me hicieron. Pero yo aguanté, yo no me quería ir de este mundo sin verte una vez más. Una vez más. Eso quería. No me importó que tuviera que volver a sufrir eternamente por tener que dejarte ir. Como aquel terrible primer día, ese en el que dejaron mis brazos vacíos y mis pechos llenos. Las lágrimas y la leche siguieron saliendo mucho tiempo, con dolor, con una terrible angustia que no me permitía ver siquiera un poco de luz para avanzar. Me sepulté en esa agonía de no tenerte y me hice hueco enroscada en mí misma, tratando de huir desesperadamente de esos desgarros de amor que me cortaban las carnes por dentro, por no tenerte a mi lado.
Hoy firmé los papeles, ya está todo legal. Cuando me di cuenta de que me estabas empezando a conocer tomé la decisión. Hoy fui valiente, no vaya a ser cosa que quede todo ilegal y también te separen de esta mamá buena que tenés ahora. Yo sé que es buena. Todos la quieren mucho y la respetan. No sé si alguien puede decir eso de mí, esta osamenta flaca y destruida por el alcohol y las drogas. Lo intenté mil veces, pero no logro salir de esto. Por eso firmé los papeles. Yo he tenido mucho miedo en mi vida, mucho, pero mucho, mucho, por las cosas que a uno le hacen de chico, que lo usan, lo hacen usar, le pegan y le hacen pasar hambre. ¡No me justifico, eh! Podría haber sido mejor gente y no caer en toda esta mierda, pero no pude, me llené de miedo, quería huir y no encontré otra salida. ¿Sabés una cosa? Vos sos la única persona a quien amo verdaderamente. Por eso te dejé ir. Para que puedas ser feliz. Yo sé que la gente que no sabe de dónde viene le cuesta ser feliz, por eso quise dejarte esta carta, para que un día te la muestren y sepas que, aunque es bastante feo todo lo que existió antes, lo tenés que saber y tratar de entender. ¡Yo te amo tanto, hijita mía! Sé que no voy a durar mucho, sé que mis miedos me van a terminar llevando pronto, por eso dejo esta carta. Acordáte siempre que sos la personita más amada, que tu mamá te va a cuidar mucho y te va a proteger de todo, no tengás miedo, y si un día lo tenés, pedí ayuda enseguida, no te dejés invadir por ellos, porque no se puede salir solo de tanta oscuridad. Hermosa, mi niña, te amo tanto, tanto, te deseo que la vida con “tu mamá y tu papá” te den todo lo que necesitás para ser feliz, te dejo un abrazo inmenso desde mi corazón y mis entrañas. Soy la mujer que te parió tres veces, la segunda cuando te llevaron y la tercera hoy cuando te dejé con esta buena madre para que te acompañe.
Leonor]]>

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