La ciudadanía suramericana es una medida "simbólica", según expertos

El internacionalista especializado en integración de naciones, Félix Arellano, considera que esta es una decisión “eminentemente simbólica” y que Suramérica aún está lejos de tener una verdadera ciudadanía común que no requiera trámites especiales para personas extranjeras.

“Es un plan con muy pocas implicaciones prácticas. Ciudadanía común no es solo tener un pasaporte que después no puedo usar si quiero estudiar en un país latinoamericano o pasar una temporada larga”

La ciudadanía común requiere cambios en las legislaciones laborales, de seguridad interna, de acceso a los países y en la política de inmigración de los países de Unasur. Estas modificaciones deben hacerse “de forma simultánea” a la implementación del plan, según Arellano. “Me voy con el pasaporte y unas grandes expectativas, pero no ha habido cambios”, comentó.

El plan, que pretende implementar sin plazos definidos la libre movilidad de 400 millones de habitantes por un territorio de 18 millones de kilómetros cuadrados, es uno de los acuerdos logrados en una cumbre que se realizó para inaugurar la nueva sede del grupo en Quito.

“Se podría esperar una misma fila donde estemos en una misma fila en el aeropuerto, pero soy extranjero a los fines de la legislación laboral y de la legislación de inversiones y bancaria”

Arellano considera que el paso es “positivo” para la integración del continente. “Pero si no se trabaja, no es más que un saludo”, concluyó.