Ébola en Venezuela, ¿qué hay detrás de la versión oficial?
Preguntarse si el país está preparado o no para recibir a un paciente con ébola no es el problema, pero sí lo es que el Gobierno informe que lo esté cuando no lo está
Preguntarse si el país está preparado o no para recibir a un paciente con ébola no es el problema, pero sí lo es que el Gobierno informe que lo esté cuando no lo está
—Buenos días, estoy buscando información acerca de los protocolos que se seguirán en caso de que provenga algún pasajero sospechoso con ébola— se preguntó en la oficina de Sanidad Humana en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía, Edo. Vargas, el 20 de noviembre.
—Esa información te la pueden dar en Sanidad La Guaira, pregunta por el Dr. Julio Rivera, es el epidemiólogo del aeropuerto— respondió una señora con mirada esquiva.
El Dr. Rivera a la misma pregunta repondió:
—Pregunta en la oficina de Salud Internacional en el Puerto de La Guaira, ahí hay una doctora que maneja toda esa información.
En el puerto, después de haberme visto con cara de loco un joven oficial de la Guardia Nacional que custodiaba una entrada con rejas rojas, dijo:
—Mira, no sé cuál es esa oficina, mejor pregunta en la otra entrada, la que está frente a la parada del Metrobús.
En la entrada que queda frente a la parada, otro oficial un poco mayor que el primero aseveró:
—Eso no queda por aquí, ¿por qué no mejor preguntas en la entrada de las rejas rojas?
No es fácil conseguir información acerca de cómo se prevendrá el ébola en Venezuela.
La enfermedad por el virus ébola es de origen africano, se transmite persona a persona y su tasa de letalidad puede ser de hasta 90%, es decir, solo un caso de diez podría sobrevivir al padecimiento.
A mediados de este año, resurgió el brote más mortífero hasta ahora en África Occidental y el 8 de agosto la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró emergencia pública sanitaria de alcance internacional. Desde entonces se han presentado tres casos en España, dos de ellos fallecieron; seis en Estados Unidos, con dos fallecidos; uno en Italia, dos en Francia y un médico cubano que está siendo atendido en Suiza. Este nuevo brote del virus ha infectado a un poco más de 15.000 personas (más de la mitad de la capacidad del Estadio Universitario de Caracas) y ha causado la muerte de 5.459 personas.
La probabilidad de que llegue un caso a Venezuela es escasa, según voceros del Ministerio del Poder Popular para la Salud (Mpps) y de sociedades científicas médicas venezolanas. El Dr. Julio Castro, miembro de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) y Director de Salud del municipio Sucre, indica en un artículo publicado en Prodavinci que la escasez de vuelos internacionales es el principal factor que disminuye esta probabilidad.
Sin embargo, no se pueden obviar los siguientes elementos: según la nota, Venezuela es el país americano con mayor personal diplomático en países africanos, hecho que supone mayor intercambio de personas con el continente. Sumado a esto, los 12 vuelos semanales que comparten Venezuela y Cuba aumentan la probabilidad después de que la isla envió a las zonas más afectadas en África una misión de 250 médicos y enfermeros. Además, el 28 de octubre el Mpps publicó una nota en su portal que señala que 20 médicos venezolanos recibirían entrenamiento “para combatir el ébola en África Occidental”; sin embargo, hasta la fecha en la que se redactó esta nota, nada se sabe de esta misión que podría traernos el primer caso al país.
Más allá de las probabilidades, es obligación del Estado venezolano por ser miembro de la OMS aplicar todas sus recomendaciones sanitarias después de que se declarara a la transmisión de la enfermedad emergencia internacional. Entre ellas se destacan:
• Los estados deberían tener la capacidad para gestionar viajeros en sus aeropuertos internacionales con enfermedades febriles de origen desconocido.
• La población general debería disponer de información exacta y pertinente sobre el brote de ébola y las medidas para reducir el riesgo de exposición.
En líneas generales, el Estado venezolano debería tener la capacidad para atender a un paciente sospechoso que provenga del exterior en sus aeropuertos internacionales, así como también mantener informada a la población acerca de los planes y protocolos que lleva a cabo.
El Mpps es el organismo estatal encargado de esto, es el único autorizado para dar información. No obstante, hasta la fecha no existe ningún centro de divulgación informativa acerca del ébola, solo el contenido que se pudiera encontrar en el historial de noticias de su página web, uno que otro video en Youtube y un par de afiches tamaño carta en la entrada del ministerio.
Esta escasa información, de difícil acceso por demás, establece que los “hospitales están preparados y su personal desplegado en caso de que el virus ébola llegue a Venezuela”, según el titular de una nota publicada en el portal del ministerio el 3 de noviembre.
Confirmar esta información mediante la consulta de fuentes oficiales fue imposible. Lo sucedido en el principal aeropuerto internacional del país se retrata al principio de esta nota y del ministerio no se recibe respuesta desde el 13 de noviembre. Por tal motivo, se tuvo que consultar a doctores de sociedades científicas. La mayoría de ellos negó la información divulgada en el portal web del Mpps.
El Dr. José Oletta, ex ministro de salud en el período 97-99 y miembro de la Sociedad Venezolana de Salud Pública, señala que el país no está preparado para recibir a un paciente con ébola. Divulgó que los protocolos estaban todavía en estudio: “la educación de personal, la ubicación de los centros para recepción de los casos, las estrategias de transporte y los cuidados de bioseguridad deben estar normados y todavía no lo están”.
Por su parte, el Dr. Enrique Vicent, ex coordinador y miembro de la SVI, indica que “duda mucho que en un país como el nuestro donde no hay acetaminofén para tratar a un paciente con dengue pueda estar preparado para recibir a un paciente infectado después de ver las dificultades que han tenido países desarrollados para contener pocos casos”.
Asegura que en el país no existen hospitales con medidas de contención #4, necesarios para tratar a un paciente con ébola sin correr el riesgo de que se esparza el virus.
Las notas del portal del Mpps indican que el Gobierno adquirió el mes pasado los equipos sanitarios necesarios para atender a posibles pacientes, además de laboratorios portátiles que “están por llegar” para diagnosticar el virus y un hospital móvil, presuntamente capacitado, instalado en el aeropuerto de La Carlota en Caracas. También informan cuáles son los centros de salud seleccionados y capacitados en el Edo. Vargas, donde se ubica el principal aeropuerto internacional del país, para recibir y tratar a un caso sospechoso de infección.
Las adquisiciones no se pudieron confirmar para esta investigación, se tendrá que confiar en el ministerio de que se hayan hecho. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de los centros de salud.
Según lo que se pudo recopilar de las noticias del ministerio, son tres los centros capacitados en el Edo. Vargas para atender a un paciente con la enfermedad por el virus ébola: el Hospital Naval en Catia La Mar, el Hospital Central de Vargas y el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de Guaracarumbo de la Fundación Barrio Adentro. Ninguno de los tres lo está.
El Hospital Central, según su directora, Moraima Pérez, “no se puede habilitar porque perjudicaría su capacidad operatoria” e indicó que el centro que se ocuparía de su labor sería el Hospital Dr. Rafael Medina Jiménez en Pariata. Si se comparan las instalaciones de este último con las del Hospital Carlos III en España donde se han atendido pacientes, se pone en duda que pueda albergar a un caso altamente contagioso.
La joven portera del Hospital Naval, tras hacer una mueca por habérsele preguntado si el centro estaba capacitado para recibir a un paciente sospechoso, respondió: “Ningún hospital lo está”.
A diferencia de los otros, el CDI de Guaracarambu es el que ha tenido más cobertura en la prensa oficial. En una nota publicada el 15 de octubre se señala que el centro formó parte de un simulacro de emergencia contra el ébola que realizó el ministerio en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía. Según el artículo, el pasajero sospechoso del simulacro fue trasladado al CDI “uno de los tres centros asistenciales del Edo. Vargas dotados para brindar el adecuado tratamiento a un paciente con esta patología y prevenir su propagación”.
El 16 de octubre, otra nota informaba que el ministerio había habilitado el CDI “para enfrentar posibles casos de ébola”, lo que presupone que se haya capacitado con un área de aislamiento, principal requisito de infraestructura médica para atender a un caso infectado.
El coordinador de Barrio Adentro en el Edo. Vargas, el Dr. Mirzo Márquez, reveló cuál era la verdadera situación del centro: “El acondicionamiento que se le hizo mencionado en la prensa consistió en pintarlo, en cambiarle las camas, camillas y colocar aires acondicionados, no se colocó un área de aislamiento”.
La ministra de Salud, Nancy Pérez, en una cita extraída de otra nota del historial de prensa del 6 de noviembre, explicó que estos centros serían utilizados como “hospitales de contención inmediata: se retiene al paciente, se hace el aislamiento y se traslada a los hospitales de referencia”. El único hospital de referencia hasta ahora es el instalado en La Carlota para todo el territorio nacional.
Sin embargo, tal y como reveló Márquez, el centro asistencial más cercano al principal aeropuerto del país no cumple con los requisitos básicos para esta función. Además de no contar con área de aislamiento, también carece de esterilizantes de desechos, cruciales en este tipo de casos para evitar el contagio del personal sanitario y zonas aledañas.
El Dr. Oletta establece que esta desinformación es “uno de los problemas más graves del Estado venezolano”. Asegura que “hay un manejo mediático que desvía la atención hacia otras cosas que evita que la gente viva los riesgos sanitarios”. Explica que es necesario informarle a la gente cómo van los preparativos así como explicarles cuál es la amenaza real de las situaciones para que tomen sus previsiones.
“Cualquier epidemia mal informada ya tiene una carga adicional a la epidemia y este problema ya se ha repetido en situaciones anteriores”, señala Oletta.
Tanto Oletta como el Dr. Castro y la Dra. Ana Carvajal, infectóloga del Hospital Universitario de Caracas y también miembro de la SVI, coinciden en que el manejo informativo por parte del Estado de la epidemia de la gripe A (H1N1) no fue el adecuado. Después de que la OMS la declara “pandemia en curso” en el 2009, Carvajal señala que hubo opacidad de información y que tuvo que hacer boletines para mantener informada a la población. Castro reveló que dos años después hubo un segundo brote en el país negado por el Mpps, hecho que generó el fallecimiento de pacientes que nunca recibieron el tratamiento adecuado.
Tal es el daño que puede generar en la población la desinformación en casos epidemiológicos que los doctores Vicent y Castro atribuyen el reciente brote de chikungunya a este fenómeno. El diario El Nacional informó el 25 de noviembre que el Gobierno ha registrado más de 26.000 casos de la enfermedad por el virus. No obstante, Oletta teme que sean 200.000 debido a las cifras que arrojan los últimos boletines epidemiológicos del Mpps de casos de síndromes febriles, principal síntoma de la enfermedad. “Estamos frente a una epidemia”, asegura el doctor.
El virus del chikungunya se transmite exclusivamente con la picada de mosquitos infectados. Pero tanto Vicent como Castro aseguran que siguen escuchando los cuentos más disparatados acerca de la transmisión en sus consultorios. “He recibido pacientes que aseguran que la enfermedad está dando porque el Gobierno disparó a las nubes con yo no sé qué para que lloviera agua intoxicada e infectada”, dice Vicent. Mientras que Castro asegura que “la desinformación en la transmisión de enfermedades es el pan nuestro de cada día, 30% de los pacientes que atiendo te vuelven a preguntar si es verdad que el virus lo transmite un mosquito”.
Ambos doctores indican que hasta que no se informe a la población que deben acabar con los criaderos de larvas de mosquitos en sus casas, la epidemia no cederá sino que aumentará.
La Dra. Carvajal opina que este tipo de política desinformativa se debe a que el Gobierno siempre niega los problemas porque teme ser juzgado. Castro considera que se quiere ver una realidad que no existe “tal y como sucede con la inflación y la inseguridad”, asegura.
De cualquier manera, si por casualidad usted viajó recientemente y tiene los siguientes síntomas: fiebre, dolores musculares, náuseas y erupciones cutáneas, usted puede ser el primer caso de ébola en el país o uno más de chikungunya debido a que los signos de ambas enfermedades son muy similares. En cuyo caso, lo recomendable es que consulte el portal de la OMS o que se comunique directamente con alguno de los doctores consultados para esta investigación. No se sugiere comunicarse con el Mpps, a pesar de que sea obligatorio por Gaceta Oficial desde el 4 de noviembre, después de todo la información que divulgan no es muy confiable.