Dueña de perrita fallecida habla en Todo Pets sobre "La causa Cotufa"

A las 11 de la mañana un grupo de aproximadamente 100 personas se postró ante la tienda para mascotas de «Todo Pets» en la Castellana. Los manifestantes se acercaron con sus perros y sus carteles. La mayoría de los canes era de raza Poodle, como Cotufa, la perrita cuya muerte encendió las redes sociales esta semana.

Entre selfies con animales y cartulinas a mano, Marisol Gallardo Pérez cuenta que tiene tres perros y que «siente la muerte de Cotufa»:

«Esto es un asesinato y creo que hay que tomar medidas para que esto no siga sucediendo porque los animales son seres vivos que sienten. Los mantengo trabajando duro y pido ayuda».

Muchos sonreían y pedían fotos para sus perros «Lucky, siéntate bien, que vas a ser famoso», le ordenaba una dueña a su Doberman Pincher cuando un hombre mayor de chemise azul oscura se acercó a algunos manifestantes frente a la tienda para mascotas -a las 11:40 am- y les preguntó que por qué no protestaban por las miles de personas que mueren a causa de la escasez de medicinas.

Una pequeña muchedumbre lo insultó y lo persiguió hasta el nuevo Mercado de Chacao, donde se refugió. «Cada quien protesta por lo que le da la gana al final», se justificó una mujer rubia de 30 años.

El viernes hubo una protesta en Palo Verde, al este de Caracas, porque asesinaron a un vecino de la zona. La protesta reunió una cantidad similar de personas que la de la perrita de Milagros Larrazábal.

[sublimevideo settings=»youtube-id:kd09Ac7j4AM; autoresize:fit» width=»800″ height=»450″]

Ahora, Cotufa es una causa

Cuando se calmó el pequeño tumulto, una señora de camisa de botones azul clarito se acercó a un PoliChacao y le dijo que ese señor le había «sacado un arma», el funcionario la miró incrédulo.

Un grupo de gente se aglomeró alrededor de una mujer vestida de luto. Era la «mamá» de Cotufa, como la llamaban algunos. Esperó silencio y habló sobre la muerte de su perrita y lo que significaba para ella y para los demás «animal lovers»:

«Qué bonito que a raíz del dolor tan grande que yo sentí, Cotufa nos está uniendo a la Alcaldía y a Misión Nevado. La pérdida se convirtió en una causa, es por los demás perritos. La molestia no es una tienda en particular es por que se hagan las cosas mejor. Ya no puedo recuperar a Cotufa, pero sí se pueden corregir las cosas». 

Berta Acuña formaba parte de los que escuchaban a Larrazábal.  También se considera «víctima» de este comercio: «Yo fui agraviada aquí también y le pelaron el lomo cuando la afeitaron. Estaba en carne viva. Le pusieron un ungüento y me dijeron que ya me tenía que calmar».

Impacto en las redes sociales

Cerca de la santamaría algunos hablaban con los funcionarios y les mencionaban el caso de Cotufa y los suyos. Sergio Villamizar se asombró por cómo reaccionaron los «proteccionistas» de animales en las redes sociales: «Lo que le sucedió fue un boom por las redes sociales y nos llamó mucho la atención a las fundaciones como a la que pertenezco y a la que pertenecen la mayoría de los que están aquí, proteccionistas independientes».

Pocos perdieron la oportunidad de tomarle una foto con smartphone a Milagros Larrazábal, y a los perros en sus collares multicolores y a veces en cadenas que definitivamente valen más que una canasta básica.

Villamizar tiene nueve perros en su casa y los alimenta con carne de soya, que es más barata, pechuga de pollo y arroz porque no le alcanza el sueldo. A pesar de que no le sobra dinero, él se encarga de los nueve porque es un «animal lover» y sí le sobra amor para ellos.