Colombia y Venezuela acordaron el retorno de sus embajadores, tras el maratónico encuentro sostenido este lunes entre sus presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro en Quito. Este acercamiento no impide levantar el cierre de la frontera mantenido por el gobierno venezolano.
En una declaración conjunta leída por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ambos presidentes acordaron siete puntos para superar la crisis binacional, entre ellos, realizar una investigación de lo que está sucediendo en la línea fronteriza y un encuentro de ministros de Colombia y Venezuela para analizar «temas sensibles» el próximo miércoles en Caracas.
«Hemos demostrado que con voluntad política sí se puede», afirmó Maduro en sus primeras declaraciones tras el encuentro, en el que también confirmó la creación de un «programa» para superar el conflicto diplomático que lleva más de un mes.
Con esta reunión, se echan las «bases de un nuevo inicio, pudiéramos decir reinicio, también pudiera decirse de relaciones, como deben ser, basadas en la cooperación, el respeto y el enfrentamiento común de los problemas que tenemos entre ambas Repúblicas», agregó el presidente venezolano.
Santos, por su parte, anunció que Maduro se comprometió a investigar las denuncias de violaciones de DDHH a los colombianos detenidos y deportados desde Venezuela.
El presidente colombiano también anunció la investigación de las bandas criminales de Colombia que operan en la frontera dedicadas al narcotráfico y al contrabando del combustible venezolano. Esto ha sido denunciado en reiteradas ocasiones por Caracas.
Ambos presidentes mantuvieron durante cinco horas el encuentro bajo los auspicios de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (Celac).
Santos y Maduro fueron recibidos por los mandatarios Rafael Correa (Ecuador) y Tabaré Vázquez (Uruguay), facilitadores del encuentro realizado en el palacio presidencial ecuatoriano.
«Fue un diálogo sereno, respetuoso y productivo», añadió Santos quien confirmó que ambos países acordaron restablecer los mecanismos de cooperación que han mantenido por años a Colombia y Venezuela.
«Somos países hermanos por parte de Colombia no hay sino cariños, admiración y respeto a Venezuela». añadió.
La crisis, desatada por Maduro el pasado 19 de agosto, ha afectado a 20.000 personas, según datos la ONU: unas 1.500 porque fueron deportadas de Venezuela y el resto porque han decidido abandonar por su cuenta el país en el que residían por miedo a represalia.
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