El barco de bandera libanesa estaba cargado con unas 5.000 cabezas de ganado compradas por Venezuela. Con 117 metros de eslora, varios pisos de corrales y del largo de un campo de fútbol, se hundió en el muelle de Barcarena, poco después de zarpar desde la vecina Belén do Pará.
La mayor parte de los restos de los animales permanece en el fondo del río, o fueron llevados por la corriente, explicaron autoridades citadas por medios brasileños audiovisuales y digitales. Además se registró un desastre ambiental por el derrame de 700.000 litros de combustible.
Venezuela, gran cliente
Los ingresos por exportaciones de carne bovina de Minerva Foods en el primer trimestre de 2015 sumaron $993 millones, con una reducción del 26% comparado con igual periodo de 2015. En toneladas, las ventas externas fueron de 232.000, una baja del 24%, señala la empresa en su informe de resultados para los inversionistas.
Entre las razones de estos descenso destaca “el menor volumen importado por Rusia y Venezuela, ambos impactados por la desvalorización de sus monedas, la caída en el precio del petróleo y ambientes sociales y políticos inestables”. La firma dice sobre Venezuela:
«La caída de las importaciones de carne bovina por parte de Venezuela a partir del cuarto trimestre de 2014 se acentuó en el inicio de 2015, reflejo de la fuerte desvalorización del precio del petróleo y de la frágil situación político social del país”.
«Vale recordar que las exportaciones para Venezuela son hechas a través de cartas de crédito confirmadas por la Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración), o a través del pago 100 por ciento anticipado”, explica la empresa en sus informes.
Las ventas registradas hacia Venezuela incluyen fundamentalmente cortes de carnes congeladas «in natura», pero también animales vivos.
En el segundo trimestre de 2015 la empresa exportó a varios países carne de res por valor de $1.094 millones. Las compras de Venezuela cayeron al 14% de ese valor, comparado con 18% de las exportaciones totales un año antes.
En el primer trimestre de 2015 el 10% de los 993 millones de dólares exportados por Minerva fueron enviados a Venezuela, que está entre los principales clientes mundiales después de Rusia. Un año antes Venezuela concentraba el 14% de sus ventas.
En el segundo trimestre de 2014 Venezuela había comprado otros 249 millones de dólares en carne bovina “in natura”, es decir, no procesada, cifra que no incluye ganado vivo.
El costo del naufragio
El peso de la carga transportada o un hueco en el casco del buque pudieron haber causado el adernamiento y posterior hundimiento, ocurrido en Barcarena, explicó el funcionario Parsifal Pontes, presidente de la Compañía Docas dos Portos de Pará, que administra los puertos fluviales en ese estado de la amazonia brasileña.
El barco «Haidar» había zarpado de Belén Do Pará, la capital del estado.
«Si una carga viva es mal manejada va a causar un adernamiento del navío que fue lo que ocurrió. Giró sobre su propio eje hasta que se hundió», explicó el funcionario al canal de televisión Rede Liberal, afiliado a la Rede o Globo de Brasil.
Los 28 tripulantes de la nave permanecen detenidos mientras duran las investigaciones. Las autoridades elaboran un informe donde evalúan posibles cargos, los daños ambientales asociados a la propia muerte de los animales y al derrame masivo de combustible de los tanques.
Las playas fluviales cercanas han sido cerradas por orden de la alcaldía de Barcarena y se calcula en 150.000 reales (unos $39.000) el costo de lidiar con este desastre ambiental.
Medios locales reportaron que cuando comenzó el hundimiento del barco, los habitantes de la zona acudieron en dirección al puerto por la playa de Conde y en embarcaciones, para intentar apropiarse de algunos animales que estaban nadando o flotando. Algunas reses estaban siendo compartidas en las comunidades.
La alcaldía de Barcarena informó que equipos de policías ambientales y militares y de Defensa de la Higiene acudieron al lugar para intentar controlar el retiro de los animales que no se ahogaron de inmediato.
Este jueves 8 de octubre, equipos de buzos llegados de otras partes de Brasil arribaban a Barcarena para buscar la forma de retirar los restos de los animales que quedaron dentro del barco hundido. Buena parte de éstos fueron arrastrados por la corriente del río y terminaron recalando en la ribera.
La Agencia de defensa Agropecuaria de Pará y la Secretaría de Salud del estado también alertaron a la gente sobre los riesgos de comer carne de animales en proceso de descomposición.La directora de salud animal de Pará, Melanie Castro, aseguró que:
«La gente corre dos riesgos: uno es el consumo del animal abatido. Las personas están ingiriendo una carne que no pasó por proceso de certificación y el consumo de un animal muerto y en proceso de putrefacción».
La Alcaldía dijo que la Minerva Foods está obligada a presentar un proyecto de emergencia para retirar el barco, pero la compañía dijo que el transporte de la carga es responsabilidad de la empresa transportista.
Minerva Foods
Actualmente, Minerva Foods opera 15 plantas de faena y deshuese: 11 ubicadas en Brasil, 2 en Paraguay y 2 en Uruguay. La capacidad de faena es de 15.880 cabezas de ganado por día y de deshuese de 18.886 cabezas por día.
Más allá, Minerva Foods posee una planta de procesamiento de proteínas (vacuna, porcina y aves), llamada Minerva Fine Foods. La compañía opera trece centros de distribución: 11 ubicadas en Brasil y dos en Paraguay. También posee oficinas comerciales internacionales en Argelia, China, Chile, Colombia, Estados Unidos, Italia, Irán, Líbano y Rusia.