Venezuela

Ramos Allup descarta lucha entre poderes

El nuevo presidente de la Asamblea Nacional descartó que la oposición vaya a ir a una guerra política con el gobierno, y planteó que el mandatario venezolano Nicolás Maduro debería pensar en la renuncia para lograr una salida a la crisis que enfrenta el país suramericano.

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«Nosotros no vamos a declarar ninguna guerra. Si alguien en su soliloquio, en su tragedia, declara una guerra, la irá a pelear solo. Nosotros simplemente vamos a cumplir sin cortedades y sin excesos con los deberes que nos señala la Constitución», afirmó Henry Ramos Allup, nuevo presidente del congreso.

Ramos Allup, un experimentado político de estilo combativo, fue elegido la víspera por la mayoría de los 112 diputados electos de la oposición para dirigir el poder legislativo por espacio de un año.

El dirigente opositor dijo este lunes que el presidente Maduro debería pensar en la posibilidad de la renuncia a su cargo como una salida a la crisis que afronta el país.

«Creo que el presidente Maduro debería estar pensando en esa posibilidad (la renuncia). Si eso un mecanismo de solución de la crisis política, ¿por qué descartarlo?», indicó el nuevo jefe del congreso en una entrevista en el canal de noticias Globovisión.

El presidente del congreso denunció que este lunes enfrentó una situación violenta a las afueras de la sede administrativa de la Asamblea Nacional donde supuestos simpatizantes del gobierno lo insultaron y amenazaron cuando intentó infructuosamente ingresar a la instalación. El diputado indicó que un jefe seguridad del congreso, que se identificó cómo Esmir Mendoza, le impidió entrar a la sede administrativa del congreso para solicitar una constancia de estados de cuenta del Instituto de Previsión del Parlamentario al cual pertenece hace varios años.

Ramos Allup cuestionó los llamados que han realizado grupos oficialistas, conocidos como «colectivos», para concentrarse en los alrededores del congreso, y dijo en conferencia de prensa que será «responsabilidad del gobierno» si se produce cualquier acto violento que impida el martes la instalación de la nueva Asamblea Nacional. «Tenemos confianza que la fuerza armada va a evitar que estos grupos delictivos…sigan perpetrando sus hechos intimidatorios», agregó.

Aunque los analistas estiman que serán inevitables las confrontaciones entre la Asamblea Nacional y el gobierno, el congresista insistió en que la oposición no asumirá el control de la Asamblea Nacional con una postura de «carro chocón», pero sostuvo que «si ejercer como poder autónomo significa chocar, bueno ¿cómo se hace?».

«Para evitar el choque no podemos ir a nuestra casa, después que la gente confió en nosotros, con un par de agujas a tejer calcetas y escarpines. Tenemos que ejercer porque la gente nos eligió para ejercer», indicó la noche del domingo el dirigente en conferencia de prensa.

En medio de las tensiones generadas por las impugnaciones de las elecciones de diez diputados opositores, la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de suspender la juramentación de tres diputados opositores y un oficialista del estado sureño de Amazonas, y las amenazas de posibles protestas callejeras por parte de grupos pro oficialistas, la mayoría opositora asumirá el 5 de enero el control de la Asamblea Nacional.

Ramos Allup, quien también se desempeña como secretario ejecutivo de partido tradicional Acción Democrática, se mostró confiado de que el nuevo congreso se instalará con normalidad.

En un abierto reto a la decisión del máximo tribunal, que es controlado por el oficialismo, que suspendió la juramentación de tres diputados opositores, el presidente del congreso expresó que «nos vamos a juramentar los 112 diputados que eligió el pueblo… ninguna decisión burocrática y mucho menos por un organismo absolutamente carente de legitimidad de origen puede trastornar o puede frustrar ni estafar la voluntad popular».

El ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, indicó que no le corresponde a la fuerza armada «dilucidar y menos aún convertirse en árbitro de las decisiones o dictámenes» del máximo tribunal, y dijo en su cuenta de Twitter que no se debe inmiscuir a los militares en la diatriba generada por sectores políticos que tratan de manera «tendenciosa y manipuladora» de implicar a la fuerza armada en esa situación.

La coalición opositora logró en las elecciones del 6 de diciembre 112 de los 167 escaños lo que le garantizaría una mayoría calificada que le permitirá convocar a una Asamblea Constituyente y aprobar una reforma constitucional, designar o remover a los magistrados del Tribunal Supremo, y nombrar a los rectores del Consejo Nacional Electoral, la fiscalía general, el contralor general y el defensor del pueblo.

De concretarse las impugnaciones de algunas de las elecciones así como la suspensión de las juramentaciones de algunos diputados podría cambiar la correlación de fuerzas en el Congreso.

El oficialismo, que por tres lustros había dominado el Congreso con amplia mayoría, alcanzó en los pasados comicios 55 diputados.

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