En su discurso ofrecido durante la IV Cumbre la Celac celebrada el miércoles en Quito, Maduro ofreció un firme respaldo a la paz en Colombia, el fin del embargo a Cuba y aspiró asistir a una cumbre de la organización regional en las islas Malvinas.
«Debemos celebrar la posición ratificada de solidaridad con Argentina y su lucha por la soberanía en las islas Malvinas. No descansaremos hasta haber realizado el sueño de Latinoamérica y el Caribe de ver unas Malvinas argentinas y realizar allí una cumbre de la Celac», enfatizó el presidente venezolano.
Pero Maduro obvió en su discurso la disputa venezolana sobre el territorio Esequibo con su vecina Guyana, que la semana pasada otorgó nuevas concesiones para explorar crudo en aguas de la zona en litigio desde 1899.
En su discurso, ofrecido ante sus pares de América Latina y El Caribe, Granger defendió la territorialidad de su país y abogó por eliminar el “uso de las fuerzas” en la región.
Granger aludió al polémico decreto suscrito y derogado por Maduro el año pasado, en el que modificó las aguas territoriales de Venezuela frente a las costas de las zonas en reclamación, una maniobra que encendió las alarmas de Guayana y los países aliados del vecino oriental.
Dijo que la acción del gobierno venezolano el año pasado “nos obliga a respetar la soberanía y la integridad territorial, lo juramos ante la Celac”.
De igual forma, Granger abogó por la resolución amistosa de los conflictos en América Latina y el Caribe.
«Celac es única, es una comunidad de Estados que se ha mantenido leal a sus principios fundamentales, a la diversidad», agregó.