Luis Salas y Emma Ortega fueron los designados a principios de año para integrar parte del gabinete del presidente Nicolás Maduro. Ellos formaban parte de la nueva maquinaria roja diseñada en Miraflores para hacer frente a una Asamblea Nacional opositora y a una de las peores crisis que enfrenta Venezuela en su historia.
Sin embargo, ninguno de ellos duró más de dos meses en sus puestos, a pesar que sus cargos -en teoría- deben ser pensados y analizados por el Jefe de Estado. El primer ministro duró 15 días, buscando arrancar la nueva apuesta del Gobierno para combatir la escasez de alimentos: los huertos urbanos.
El otro funcionario salió del gabinete el lunes sin haber anunciado ni siquiera una medida concreta para frenar la mayor inflación del mundo, reflotar el aparato productivo y evitar la amenaza del ‘default’ financiero ante el desplome de los precios petroleros.
Luis Salas, un sociólogo que ocupó el cargo de ministro de Economía Productiva y Vicepresidente del Área Económica, duró solo 40 días en el despacho ubicado en Carmelitas. Incluso, con la carta blanca que le dio el TSJ a Nicolás Maduro mediante la aprobación del Decreto de Emergencia Económica, que había sido rechazada por la Asamblea Nacional.
Su sustituto es Miguel Ángel Pérez Abad, dejando vacío por los momentos el cargo de ministro de Industria y Comercio. Salas le ofreció todo su apoyo a través de su cuenta de Twitter y explicó que motivos personales hacen que se retire del cargo:
Emma Ortega, la ex ministra para la Agricultura Urbana, duró mucho menos que Salas. Ella apenas estuvo 15 días frente a ese cargo recién creado. Ortega fue sustituida por la psicóloga social Lorena Freitez, quien se desempeñó como viceministra de Formación Comunal del Ministerio de las Comunas.
La selección de encargados para la conformación de un tren ministerial supone llevar tiempo y determinaciones importantes para que cambios repentinos como estos no sucedan. Sin embargo, el gobierno de Hugo Chávez, y ahora el de Maduro, parecen proponer esta «novedad» para atacar la crisis del país.